Una de las cosas buenas de hacerse adulto es dar lecciones a los que son más jóvenes que tú. Solo hay que ver a los niños de los 90, que todo lo que hacen es para recordar los buenos viejos tiempos. Sin embargo, no significa que les odiemos. Vamos a usar un enfoque antropológico. Por ejemplo, si miramos los tuits de "Los niños de hoy nunca sabrán", veremos un montón de cosas que definen perfectamente a los nacidos en el milenio anterior. Como disquetes o teléfonos fijos. Y si no sabes de qué te hablo, echa un ojo aquí debajo.
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