30 Mujeres pidieron a este dúo de estilistas que les «hicieran algo», pero sin saber lo que querían, y este es el resultado al estilo libre (nuevas fotos)
“No sé” y “Haz algo” son dos de las frases con las que los trabajadores del sector de belleza tienen sentimientos encontrados. Por un lado, los meten en un campo minado -¿qué pasaría si ustedes y el cliente tienen gustos muy diferentes?- pero, por otro lado, les ofrecen una oportunidad de oro para probar algo nuevo.
La maquilladora rusa Oksana Trunova ha escuchado tantas veces a las mujeres decirle estas palabras que al final unió fuerzas con la peluquera Olga Tarasova y empezaron a trabajar juntas.
Una vez realizado el trabajo, Oksana comparte las fotos del antes y el después de los cambios de imagen en su cuenta de Instagram, y sirven como recordatorio perfecto de que nunca es demasiado tarde para experimentar con la apariencia.
Continúen deslizando para poder ver las últimas publicaciones de Oksana y, si también quieren ver las anteriores, pueden echarles un vistazo a los artículos de Bored Panda sobre ella y Olga aquí y aquí.
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Oksana llama a este proyecto “Cambio de look a ciegas” y ya lleva unos 7 años haciéndolo.
“Se me ocurrió este concepto después de trabajar en un salón de belleza y de ver que las mujeres entraban y me decían ‘Haz algo’, pero sin saber lo que querían”, cuenta la maquilladora en una entrevista anterior de Bored Panda.
De esa forma, Oksana comenzó a observar a las mujeres en la calle, tratando de imaginar las cosas que cambiaría de sus apariencias. Así, Oksana no paraba de pensar en nuevas ideas que ella y Olga podrían poner en práctica cuando alguien indeciso volviera a solicitar sus servicios.
Un típico cambio de imagen “a ciegas” consiste en un corte de cabello, una coloración, maquillaje y una foto. Oksana nos cuenta un poco sobre sus clientes: “Nos visitan chicas y mujeres de distintos rincones del país”.
“Nos encargamos de charlar con ellas. Olga y yo siempre nos informamos sobre sus pasatiempos y otras cosas que pueden darnos una idea sobre lo que les gusta y lo que no les gusta en cuanto a su aspecto. Luego, cubrimos los espejos y empezamos a trabajar”. Las clientes sólo pueden mirarse al espejo una vez terminado todo el proceso.
