Estas 20 personas deseaban tanto ser populares en las redes sociales que hicieron cosas horribles para conseguirlo
Al hablar con The National (el periódico, no la banda), Elaine Wallace, profesora de marketing de la Universidad Nacional de Irlanda, Galway, nos contó que existen muchos estudios que demuestran que las personas disfrutan de tener “me gusta” en las redes y que buscan formas de obtenerlos. “La gente hace todo tipo de cosas para conseguirlos, lo que hace que continúen usando las redes”, explicó Wallace.
Pero el efecto psicológico negativo del deseo de recolectar “me gusta” ha sido reconocido, desde hace muchos años, tanto por Facebook como por Instagram. Por ejemplo, en 2016, el entonces director ejecutivo de Instagram, Kevin Systrom, le dijo a The Wall Street Journal: “Necesitamos tener un lugar donde la gente se sienta libre de publicar lo que quiera sin tener miedo de que a los demás les guste o no”.
Sin embargo, han pasado años y todavía no existe un sitio así. Las personas aún hacen todo lo posible para obtener “puntos” en internet, al intentar impresionar a gente que ni siquiera conocen. Y, cuando digo que hacen todo lo que pueden, me refiero a cosas como quemar a los pasajeros de un avión con un láser de alta potencia o abandonar a un niño por no poder incluirlo en videos.
Para mostrar cuán desesperados están algunos por tener un poco de fama temporal en internet, los invitamos a echar un vistazo a las publicaciones recientes que encontramos en el subreddit r/justforsocialmedia.
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Incluso si algo así hace que una persona se vuelva popular en las redes sociales, es probable que esto no sea muy bueno. Según Pamela Rutledge, doctora graduada, directora de Media Psychology Research Center y profesora de psicología de los medios en la Universidad Fielding Graduate, el éxito de un influencer no se basa tanto en su contenido, sino en su habilidad de mantener una conexión emocional con los fanáticos, algo que puede cambiar rápidamente.
“La fama en las redes sociales es más frágil y menos duradera que la celebridad de los actores y los músicos. Puede parecer que algunos artistas tradicionales se han vuelto famosos ‘de la noche a la mañana’, pero casi todos ellos han trabajado durante muchos años en su oficio para armar su currículum, esperando un momento de notoriedad”, escribió Rutledge en Psychology Today. “Aunque, ciertamente, las celebridades tradicionales toman ventaja de las redes sociales para conectarse con sus fans, la fama en internet es diferente. Las redes han creado una nueva clase de celebridades (los influencers) que aprovechan la conectividad en línea, la comunicación entre pares y los comportamientos de moda para que su fama y su influencia se propague más rápido. Esto funciona bien para la notoriedad que se basa en llamar la atención a través de la extroversión entusiasta, el atractivo y la voluntad de ir más allá de los límites, en lugar de las habilidades artísticas tradicionales”.
Algunas personas, simplemente, no fueron criadas bien
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Rutledge también señaló que, al menos en EE. UU., a la gente le encanta poner a las celebridades en un pedestal, como si estuvieran “por encima de todo”. Así, cuando se comportan mal, como la mayoría lo haría si se cree superior, las personas comunes disfrutamos de traerlos nuevamente a la tierra para mostrarles (y mostrarnos) que, después de todo, no son tan especiales. Esto nos hace sentir mejor con nosotros mismos. Sin embargo, no todos pueden soportar la caída.
“Esta es una época difícil para caer desde lo alto. Entre la hipersensibilidad ante los problemas de justicia social y la tendencia a ‘cancelar’ personas por su comportamiento o por las opiniones de los demás (usualmente, sin matices o sin tener en cuenta los hechos), nos encontramos en medio de una tormenta perfecta… Las empresas se ven sujetas a los mismos caprichos que impulsan las acciones de los fanáticos, pero, a diferencia de las celebridades que, en ocasiones, pueden beneficiarse de la mala publicidad, las marcas no tienen esa ventaja. Abandonarán la nave a la primera señal de una transgresión social grave. Para los influencers que disfrutan de la fama y la riqueza repentinas, la vertiginosa caída desde estas alturas lucrativas puede ser igual de abrupta”.
Las mejores experiencias están más allá del alcance de la señal de internet. ¿Por qué arruinarlas por una fama temporal e imaginaria?