La sociedad es un escenario en donde las tendencias, los rituales, las tradiciones y las normas están en constante cambio. El cambio es el nombre del juego, pero para algunas personas, ese cambio no es lo suficientemente rápido. El usuario de Reddit Jimjoe1 pidió a las personas que compartan qué tendencias sociales modernas los hacían enojar más, y estas no tardaron en compartir lo que en verdad piensan y sienten con respecto a lo que está mal en el mundo.
Hemos recolectado las mejores respuestas a continuación, así que véanlas y cuenten qué piensan al respecto, queridos Pandas. Recuerden votar a favor de las respuestas con las que más concuerdan y pongan en los comentarios lo que ustedes responderían a la pregunta de Jimjoe1. Psss, les anticipamos que muchas de estas personas creen que las redes sociales y las ganas de llamar la atención son algunas de las enfermedades principales de los tiempos en los que vivimos. En la entrevista de Bored Panda con un experto en historia, pueden leer más acerca de nuestro deseo de ser vistos y adorados en redes sociales. Si creen que nuestra fascinación con querer atención es algo nuevo, entonces estén listos para un golpe duro.
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Escuchar música o ver videos en público sin auriculares. Si voy al parque o a la playa, quiero escuchar el sonido del viento y las olas y el canto de los pájaros, no la m**** molesta que nos obligas a escuchar a todos.
La publicación de Jimjoe1 resultó ser extremadamente popular en la página r/AskReddit, con más de 64,4 mil votos a favor al momento de escribir este artículo y se convirtió en la publicación con más recompensas del sitio. Otros usuarios de Reddit le otorgaron al usuario más de 340 medallas, y definitivamente podemos ver cómo ese número se incrementa a medida que la publicación atrae más y más atención en línea.
Bored Panda habló sobre las redes sociales, el deseo de las personas de verse hermosos y “perfectos”, y cómo esto se puede comercializar, con la doctora Jane Nicholas, historiadora en la Universidad St. Jerome, parte de la Universidad de Waterloo.
Según la doctora Nicholas, buscar la perfección no es una noción nueva: hace tiempo que se vende como un ideal posible de alcanzar. Algo que está dentro de nuestras posibilidades y que podría ser nuestro si tan nos esmeráramos más (o… si gastáramos más).
Revelar el sexo del bebé.
En especial cuando las personas reaccionan mal. Imagina que eres un niño y que te encuentras con el video de cuando uno de tus padres hizo una pataleta porque no eres del sexo que ellos querían.
Convertir a tus hijos pequeños en estrellas de las redes sociales. No está mal compartir las fotos de tus hijos con amigos, pero documentar y hacer marketing agresivamente sobre tu vida familiar para el publico en general es… raro.
Me horrorizan las familias con blogs en formato videos (vloggers). El concepto de explotar la vida de tus hijos para tener más visitas es particularmente horrible. Y como es un concepto relativamente nuevo no hay leyes reales acerca del trabajo infantil o de la explotación en ese ámbito. Hay muchos usuarios de YouTube allí afuera que ahora viven en mansiones que valen millones de dólares, que es la cifra que obtuvieron por poner una cámara frente a sus hijos y obligarlos a que hicieran algo para entretener a extraños. No puedo ni imaginarme las repercusiones psicológicas que eso tendrá en estos niños en el futuro.
La sobreabundancia de identidades. No hay nada de malo con ser de cualquier raza, género o sexualidad (o cualquier otra cosa), pero eso no te hace más “legítimo” o te da más autoridad sobre cualquier cosa. Supongo que estoy cansado de todas esas grandes divisiones. Si estás muy metido en tu “tribu”, perderás de vista todas las otras personas maravillosas que hay allí afuera.
“Muchos cosméticos, por ejemplo, prometen tener la habilidad de que el usuario alcance una determinada apariencia con su uso. Las redes sociales se manejan con fuerzas diferentes, más individuales, que las de los medios tradicionales”, y explicó que hay un aspecto económico (oculto) en las redes sociales que las impulsan. Así que lo que estamos viendo con los influencers y su fijación en conseguir una ganancia no debería sorprenderle a nadie”.
La experta en historia agrega que aunque seamos lo suficientemente inteligentes para saber que una foto publicada en una red social está “muy retocada”, esto no significa que podemos identificarlo de manera fácil con nuestros propios ojos. “Hoy en día es difícil distinguir personales reales de las fotos altamente retocadas que nos muestran en las redes sociales”, dijo.
Blogs de comida por una simple receta. No me interesa leer una historia antes de leer una receta.
“No se olviden de poner ‘me gusta’ y suscribirse” o “1 ‘me gusta’ = 1 plegaria”, por favor váyanse al d*** con eso.
La Dra. Nicholas cree que nuestra incapacidad para distinguir entre lo real y las imágenes altamente retocadas en las redes sociales “reflejan algo de nuestro verdadero ser ahora”, e implica que esas cosas están aquí para quedarse. Al menos de momento.
Pero para aquellos que se están lamentando que la sociedad moderna es una pesadilla y desean volver a los buenos viejos tiempos, pregúntense lo siguiente: “¿Cuáles son esos supuestos buenos tiempos?” La Dra. Nicholas le dijo a Bored Panda que todos hemos vivido con diferentes imágenes de belleza desde al menos la década de 1920 y que estas imágenes “se convirtieron en parte de nosotros mismos”.
Nuestro enfoque moderno en las redes sociales es apenas una extensión de una larga e histórica fascinación con la belleza. De manera similar, otras tendencias pueden verse como continuaciones o reacciones a tendencias anteriores cuando te lo pones a investigar. Es por eso que poseer una base de conocimientos en historia es vital si quieres hacer algunas suposiciones acertadas sobre el futuro.
Lo rápido que la desinformación se difunde a través de las redes sociales. Es realmente peligroso para una sociedad y bastante aterrorizante.
Las personas que se graban haciendo “actos de caridad”, como por ejemplo comprándole una comida y dándole dinero a una persona indigente. Te puedo asegurar que esas personas NO quieren su cara por todas las redes sociales solo para que tu puedas parecer una “persona buena y caritativa”. Por supuesto que puedes hacer algo bueno y ayudar a los que más lo necesitan pero no tienes por qué grabarlo y poner sus caras en todas las redes sociales.
Todo el asunto de los influencers de Instagram. ¿Por qué estamos siguiendo a estas personas?
¿Hay que echarle la culpa a la internet y a las redes sociales por todo lo que está mal en la sociedad? Me gusta creer que solo son herramientas que no son ni buenas ni malas de por sí, pero que depende del uso que les demos. O, por decirlo de una manera más poética, son los espejos de una casa de la risa que reflejan y amplifican nuestra forma interior.
Las redes sociales pueden ser una forma de volver a contactarse con viejos amigos o para darle una plataforma a tu arte. O puede ser una excusa para publicar un sinfín de selfies insulsas o tus productos con fines comerciales.
El optmismo tóxico.
“¡Sé más positivo!”.
Sí, gracias, Carol, no sabía que ser más positiva me iba a curar mi desequilibrio químico.
De igual manera, la internet misma es un amplio repertorio de videos graciosos de animales y de conocimientos minuciosamente verificados, además de un archivo interminable de verdades a medias, rumores, noticias falsas, y chismes. No puedes tener lo bueno sin lo malo. Aunque siempre es saludable sentarse y pensar acerca de lo que cambiarían del mundo si tuvieras esa posibilidad. Y entonces, quizás, podrías incluso salir y hacer esas cosas realidad.
Esas tonterías acerca de la imagen física de las Kardashians. Esos cuerpos son inalcanzables sin cirugías, dinero, entrenadores, cocineros, etc. La celulitis y los rollos existen. Come de manera saludable, ejercítate y ama quién eres con confianza.
La idea de que todos tus hobbies tienen que convertirse en algo provechoso. Nadie tiene permitido tener hobbies que simplemente les gusten, tienen que intentar ser los mejores lo suficiente como para monetizarlo.
La cultura de las madres alcohólicas. La normalización del hecho de que necesitas tomar una copa de vino para tolerar a tus hijos. Como una madre que no bebe, me parece que se normalizó mucho la actitud de tomar alcohol y eso me pone triste.
Basar toda tu personalidad en partidos políticos que ni siquiera representan tus intereses.
Dejar que los niños pequeños tengan redes sociales (sin supervisión). No están preparados para enfrentarse a nada de ello. Se generan tantos conflictos.
Humillar en público. Es aterrorizante cómo la ira ciega de una multitud anónima puede arruinar una vida en cuestión de horas.
Cuando las personas ven a alguien en problemas, en lugar de ayudar sacan sus teléfonos y se ponen a filmar. Las redes sociales y los teléfonos inteligentes arruinaron por completo al mundo.
Palabras como “víctima” y “superviviente” se utilizan tanto hasta el punto que ya empiezan a perder sentido.
Ahora todos los artículos son un video en lugar de un artículo. Puedo llegar al punto mucho más rápido leyendo que un video.
Hacer esos estúpidos “desafíos” que terminarán con una o más personas heridas, en prisión, o peor.
Cómo las personas intentan destruirte o simplemente te miran mal cuando no te sumas a la moda en la que ellos están.
No puedes simplemente comprar algo. Todo es una subscripción. Al principio era solo Netflix, luego el Dollar shave Club. Ahora cualquier canal de televisión es una subscripción aparte, y todos los aparatos del hogar quieren enviártelos una y otra vez. Nada sale en formato físico, así que la única forma de ver una película o escuchar un nuevo álbum es pagarle a alguien todos los meses. Los servicios eran gratis o se pagaban una sola vez ya no existen, y ahora es todo por subscripción. Es tan obvio que todo y todos quieren sacarte provecho por la cantidad de tiempo que sea posible. Y las personas lo hacen por voluntad propia. Conozco gente que gasta 200 dólares al mes por cosas que eran gratis hace unos diez años. Hasta las personas ahora se ofrecen a sí mismas por suscripción. No puedo creer que todos estén tan tranquilos viendo cómo su dinero se esfuma todo el tiempo.
Todos los que actúan como si fueran expertos en temas extremadanamente complejos porque leyeron un titular de una noticia o un artículo que estaba de acuerdo con lo que ya creían que era cierto.