Vasif Daniel Kahraman, que fue diseñador gráfico y director de arte, trabaja actualmente como tatuador en Estambul. En su infancia, con la ayuda de su tía, que le introdujo en el dibujo, descubrió que podía transformar la violencia y el abandono que encontraba en casa en realidades diferentes. Su trayectoria artística, que comenzó redibujando personajes de dibujos animados, avanzó más tarde hacia la creación de sus propias historias y personajes originales.
Tras la prematura muerte de su querida tía, dejó el hogar familiar cuando tenía solo 16 años y empezó a trabajar en Penguen, una de las mejores revistas de humor de Turquía. Su carrera en este campo artístico continuó, ya que pasó más de 10 años trabajando para estimadas revistas de cómic como Lombak, Kemik y Uykusuz. Allí adquirió una valiosa experiencia y, con la ayuda de sus compañeros, desarrolló un estilo único.
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A medida que la tecnología del tatuaje avanzaba, se imaginó que se podían producir obras más detalladas y empezó a instruirse en los materiales necesarios para la realización de tatuajes, así como en la delicadeza de la piel humana. Para este esfuerzo, se hizo muchos tatuajes a sí mismo antes de empezar a trabajar en otros.
Vasif cree que puede contar su historia con su arte. La pobreza y la violencia que sufrió de niño se transforman en los tatuajes que él mismo llama "Pelúcidos". Pelúcido como palabra significa "capaz de ser visto con claridad" o "transparentemente claro". Describe sus diseños como una combinación de "dónde quiero estar y dónde estoy realmente".
En este sentido, las obras pelúcidas de Vasif expresan una claridad interior que puede verse incluso desde el exterior. Las obras pelúcidas surgieron como expresión de la violencia que encontró de niño y de la esperanza que siempre lleva. El estilo que creó busca abrir el alma; es para aquellos que saben dónde están y que no tienen miedo de mostrar dónde estuvieron alguna vez. O tal vez para quienes solo quieren un tatuaje genial.
