Un cliente descubre que el tatuador fue condenado por un delito grave, y exigió que le devolvieran el dinero, pero la tienda le dio una buena respuesta

Tatuarse es una decisión importante, así que quieres saber bien lo que haces. Elegir el diseño adecuado, la zona del cuerpo en que lo quieres y un tatuador con buena reputación y de confianza, todo ello es esencial. Sin embargo, esta persona se tomó esto último muy a pecho, tanto que investigó el pasado del tatuador, y parece que no le gustó lo que encontró.

Así que decidió cancelar su cita, y lo hizo de un modo tan pomposo y moralista, que incluso pidió que ellos le dieran dinero por la «inconveniencia». La tienda de tatuajes le dio la respuesta que se merecía, y esto desató un debate sobre rehabilitación y el sistema de prisiones. Aquí debajo puedes ver lo que ocurrió, dinos qué te parece en los comentarios.