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La Plaza México informó a través de sus redes sociales que no será posible celebrar la temporada grande 2022-2023 debido a la suspensión definitiva de las corridas de toros, otorgada por un juez en junio de este año debido al amparo promovido por la asociación civil ‘Justicia Justa’ en el que consideran degradante el trato que tienen los toros.

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Después de España, México es el segundo país con el mayor número de plazas de toros, siendo la Plaza México la más grande de México y la que tiene mayor capacidad a nivel mundial.

De acuerdo con información que recoge Forbes, la tauromaquia es considerada patrimonio cultural inmaterial en siete de las 32 entidades federativas de México. Por otro lado, las corridas de toros están prohibidas en tres entidades, además de algunos municipios en otras tres.

En septiembre de este año, se presentó ante el Congreso de la Ciudad de México una iniciativa con proyecto de decreto que busca conciliar las posturas a favor y en contra de la tauromaquia en términos regulatorios no prohibitivos, mediante una adición a la Ley de Protección a los Animales de la Ciudad de México: “En las corridas de toros, novillos y becerros no se ejercerán actos de crueldad o maltrato, ni se les causará la muerte a los animales”.

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La Plaza de Toros Monumental de México es la más grande del mundo. Por eso se usa también para todo tipo de eventos y espectáculos además de la tauromaquia

Créditos de la imagen: laplazamexico

Pero parece que de momento no va a ser usada más para festejos taurinos, tras esta resolución judicial:

Créditos de la imagen: laplazamexico

La tauromaquia, o como la define la RAE, “el arte de lidiar toros” es una práctica originada en España en el siglo XI, y una de sus expresiones más populares son las corridas de toros. Estas se realizan principalmente en varios países de Europa, como España, Portugal y Francia, y en paises latinoaméricanos como Perú, México, Colombia y Venezuela.

Debido a su naturaleza cruel, no sorprende que esta práctica, históricamente, haya sido muy controversial y que cada vez más personas se expresen en contra de ella. Numerosos movimientos animalistas antitaurinos y defensores de los derechos de los animales vienen luchando desde hace un largo tiempo para conseguir la abolición de la tauromaquia. Y ya lo han conseguido en diferentes países y cuidades del mundo; el logro más reciente es el anunciado ayer por la Plaza de México: la suspensión definitiva de las corridas de toros en México.

La plaza tiene capacidad para 42.000 personas y fue inaugurada en 1946.

Créditos de la imagen: Alejandro Linares García

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La medida tuvo reacciones muy enfrentadas, como suele suceder con temáticas tan sensibles con esta. En Twitter, los distintos comentarios ante la noticia reflejaron esta división y la discusión moral de fondo. Una defensora de la tauromaquia comentó: “Qué tristeza. Era un lugar donde nos reuníamos como familia”, mientras que una usuaria animalista le replicó: “¿Llevas a tu familia a ver cómo torturan a un toro? ¿Y los disfrutas? Aquí es donde uno debe cuestionarse lo que le enseñan a los miembros más pequeños de la familia”.

La gente afirma que últimamente la plaza estaba más llena en conciertos o eventos deportivos que durante las corridas, y que esto quizá haya tenido algo que ver con la resolución judicial

Créditos de la imagen: Alejandro Linares García

A lo largo de la historia, diferentes civilizaciones se han plagado de asociaciones míticas y religiosas alrededor de la figura del toro. Algunos creen que la tauromaquia es la representación de la lucha del hombre entre su conciencia y su lado primitivo y animal, lo que convierte a esta práctica en una especie de rito sagrado.

Según un artículo de Bueno y Vegano, la tauromaquia en su forma actual tiene su evolución en el XIX, y el inventor de la variante moderna sería Joaquín Rodríguez Costillares. En sus inicios, se esperaba que las reses destriparan a caballos. Tras el comienzo de la dictadura franquista en España, la tauromaquia pasó a ser considerada como una fiesta nacional; se hacían oídos sordos a las críticas, pero aun así hubo resistencia ante esta práctica y hubo gente que trabajó para tratar de concientizar sobre la crueldad que esta implicaba. Al finalizar la dictadura, hubo avances y retrocesos en la cruzada contra la tauromaquia; se instauró el debate moral y ético sobre este —considerado por sus defensores— “arte”, y desde ese entonces las manifestaciones antitaurinas no han parado de crecer.

La ONG Justicia Justa es quien ha llevado el caso a los tribunales, argumentando que la constitución prohibe el maltrato.

Créditos de la imagen: Amareby

Existen muchos argumentos en contra de la tauromaquia según varias fuentes, podemos nombrar algunos. El toro es un ser sintiente, que cuenta con un sistema nervioso; por ende, cuando se lo subyuga a este práctica —cabe recalcar que durante el espectáculo el animal es sometido con diferentes elementos cortopunzantes— se lo está torturando. El toro es por naturaleza un animal de temperamento afable y pacífico, solo al sentirse acorralado es cuando puede ponerse agresivo. Las condiciones en las que se crían, se mantienen y son transportados los bovinos atentan contra su bienestar y son crueles, convirtiéndolos en otra forma de maltrato. Pero los toros no son los únicos que sufren, los caballos son usados para diferentes fines durante el proceso y también hay consecuencias físicas y psicológicas para ellos.

La tauromaquia no es solo el toreo que todos conocemos: hay alternativas menos dañinas para el toro, como los concursos de recortes o taurocatapsia, y las corridas incruentas.

Créditos de la imagen: laplazamexico

Los toros de lidia o toros bravos han sido criados selectivamente desde el siglo XVIII, de ahí su temperamento

Créditos de la imagen: Juan Pablo Zumel Arranz

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Los toros usados para esta práctica son los denominados “Toros de Lidia”, y son un tipo bovino criado para su uso en varias clases de espectáculos taurinos y concursos de recortadores. Según el sitio activista por la defensa de los derechos de los animales AnimaNaturalis: “Los toros de lidia actuales no son sino animales mestizos que no pertenecen a ninguna raza determinada, y sólo para fijar un concepto que sirva de referencia, me permito definirlos como ‘animales pertenecientes a diversas pseudorrazas de Bos taurus, con la caracterí­stica frecuente, indefinible cientí­ficamente, de manifestar una agresividad instintiva cuando son provocados o acosados’, caracterí­stica que comparten con otros muchas especies e incluso con ejemplares de otras razas bovinas”.

Estas fueron las reacciones de la gente ante la noticia, mayormente positivas:

Créditos de la imagen: BeaBeraun

Créditos de la imagen: ingchristianre1

Créditos de la imagen: fdavalosa

Créditos de la imagen: MissKnifeee

Créditos de la imagen: BernaKinoc

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Créditos de la imagen: MaasBonitaQueTu

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