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Tinder es la lotería de las citas a ciegas. Nunca sabes a quién le has dado me gusta de verdad. Pueden ser las personas más divertidas, pero también unos raritos de narices. Pero este chico se encontró la 3ª opción: una gilip*llas de campeonato con la menor autoestima posible, que se dedica a inflar su ego dando like un perfil para luego insultar al dueño. Probablemente no es lo que él quería. Pero ella no sabía que él tenía nervios de acero, no iba a perder la calma. Aquí debajo puedes ver la clase de pirados que acechan en estas apps, pero antes no te pierdas estos perfiles divertidos de Tinder para ver que aún quedan ahí seres humanos decentes.

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    La gente no se podía creer que hubiera alguien tan tóxico

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