Hacer un buen regalo es básicamente una forma de arte. No hay nada que un buen regalo no pueda hacer: puede levantar el ánimo o mejorar una relación, reparar una mala acción o recordarle a alguien que nos importa. Así que no es de extrañar que los regalos ocupen un lugar especial en nuestra mente, por mucho que a menudo les temamos (¡ni siquiera me recuerden la búsqueda de regalos para Navidad!).
La ruta del regalo útil es la que hay que seguir, sin embargo, no hay garantía de que lo que pensamos que es útil sea visto de la misma forma por la persona que lo va a recibir. Por eso hoy le echaremos un vistazo a los regalos que sorprendieron gratamente a personas que no tenían ni idea de que los necesitaban.
Hace un tiempo, alguien preguntó en Ask Reddit “¿Cuál fue el mejor regalo que han recibido aunque no supieran que necesitaban?” y las respuestas fueron una lista de ideas de regalos geniales. ¡Deslicen hacia abajo para verlos y voten por sus favoritos!
This post may include affiliate links.
Cuando me volví policía, quedé muy sorprendido con lo que tenía que lidiar. Había mucha muerte y tenía miedo de recibir un disparo. En mi vida personal también sufría de mucho estrés y depresión. Un día estaba trabajando en una escuela y una pequeña niña del jardín de infantes pasó por allí. Se rió y me dio un dibujo de un gatito que había hecho para mí. Se me cayeron unas lágrimas. Me sentí muy conmovido. Hacía años que nadie me agradecía por nada ni tenían un gesto amable conmigo.
De la nada mi mamá me compró una camiseta para correr y me dijo “Tal vez
puedes usarla si sales a correr”.
Yo era una niña poco saludable, gorda y bajita. Ella trataba de ayudarme.
No podía ni correr 1 km sin cuestionar mi existencia.
Varios meses después podía hacer 10 km en menos de 40 minutos y corría 50 km a la semana.
Adelgacé tanto que la madre de mi amiga me preguntó si estaba enferma (pensó que tenía cáncer).
Después de un tiempo me di cuenta de que esto no era bueno para mi espalda.
Así que empecé a levantar pesas en el gimnasio del barrio.
Iba tan seguido que el dueño me puso a cargo del lugar.
Ahora soy la jefa del gimnasio y lo he transformado por completo.
Ya no me veo enferma y tengo una musculatura saludable, pero sigo siendo baja.
Todo esto debido a una camiseta de vellón para correr. 10 años después y todavía la conservo…
¡La tía de mi marido hace los regalos más prácticos que se puedan imaginar! Todos los años estoy emocionada por ver sus regalos de Navidad, como el año pasado, cuando me regaló unas bolsas isotérmicas. ¡El año anterior me dio un bonito set para el cuidado de las uñas y una lima que es perfecta para las uñas de mi bebé! Nunca pienso en las cosas que compra pero juro que todas ellas son super útiles.
Un gatito, de parte de un completo extraño. Sí, de verdad. No me describiría como una ‘fan de los gatos’, ni siquiera estaba segura de qué hacer con él al principio. Unos años después, es básicamente mi mejor amigo, un compañero constante cuando estoy en casa. Y pensar que antes prefería a los perros.
Un buen juego de toallas. Mi abuela me dio uno como regalo de graduación. Sabía lo costosas que eran las toallas buenas y sabía que ella había tenido que ahorrar para comprarlas, así que estaba muy agradecida, pero de la misma forma en la que se está agradecido cuando el abuelo te regala su dentadura postiza para Navidad.
Siete años más tarde, todavía uso esas toallas todos los días (aunque ya necesito un juego nuevo). Sin duda es el regalo más útil que me han hecho.
Mis padres me regalaron una bata de baño cuando era más joven. Me decepcionó un poco hasta que vi la tarjeta de regalo que tenía metida en el bolsillo. Creo que disfruté lo que sea que compré con esa tarjeta de regalo. Pero esa bata de baño… déjenme decirles que la llevo puesta ahora mismo.
Un buen par de auriculares. Escucho música casi a diario y me conformé con unos auriculares normales porque no veía la necesidad de unos tan grandes. Fue como una revelación la primera vez que me los puse porque no sabía que el audio podía sonar tan claro. Fue increíble y ahora los uso todo el tiempo.
Mi hermano nos compró a mi mujer y a mí juegos de mesa para Navidad y nuestros cumpleaños; había olvidado lo divertidos que podían ser.
Soy un gran fanático de los dinosaurios. Hace un par de años, en mi cumpleaños número 30, me regalaron un torosaurio Dino Riders nuevo, que siempre quise tener cuando era niño. Fue una sensación extraña pero fantástica abrir un juguete de dinosaurio a esa edad.
Un libro de Calvin y Hobbes de parte de mi madre. Nunca antes había escuchado sobre ellos pero luego me compré los demás libros y ahora me encantan.
Una impresora. En aquel entonces no me servía para nada. Pero ahora, hace 5 años que estoy en la universidad y esa impresora es una bendición. Gracias, papá.
Un reloj para el baño. No estaba pensado para es habitación, era solo un reloj pequeño y bonito, pero hacía juego con la decoración de mi baño, así que terminó allí. Me ayudó mucho a gestionar el tiempo, especialmente en las duchas matutinas cuando no tenía ni idea de cuánto tardaba en ducharme y terminaba apresurándome para estar lista para el trabajo.
Mi mejor amiga me envió por correo un humidificador hace un par de años, cuando tuve un resfriado. Es el mejor regalo que no sabía que necesitaba.
Una pequeña caja de herramientas que me regaló mi suegro la primera Navidad que pasamos juntos luego de casarme. La he utilizado muchas veces.
Un tope de puerta en el extremo de un palo telescópico. Realmente le ha cambiado a mi madre la experiencia de andar en silla de ruedas. No es necesario que nadie le sostenga la puerta.
Un protector de bananas. Es una funda dura que encierra la banana para protegerla. Se acabaron las bananas magulladas o aplastadas en el fondo de la bolsa.
Hace 5 años me regalaron un parlante con bluetooth para la ducha que es resistente al agua. Ya no puedo ducharme sin mis canciones. Me encanta.
Un congelador de alimentos vertical y autodescongelante.
Nunca pensé que necesitaría uno. Ahora no puedo imaginarme no tenerlo.