“¿Qué situación te hizo sentir que no esquivaste una bala sino un gran misil balístico?”: 20 de las respuestas a la pregunta
Sin lugar a dudas, todos y cada uno de nosotros ha vivido alguna experiencia cercana a la muerte. Ustedes saben a lo que me refiero, son ese tipo de situaciones donde si no fuera por una determinada secuencia de eventos o acciones, habrían acabado en graves problemas.
Los redditores han estado compartiendo este tipo de historias personales donde, teniendo en cuenta lo sucedido, pueden decir que no fue una bala lo que lograron esquivar sino un “gran misil balístico”.
El usuario de Reddit u/NinjaNate123 le preguntó a una comunidad tan increíble como la de r/AskReddit: “¿Qué situación te hizo sentir que no esquivaste una bala sino un gran misil balístico?”. Pocas horas después, su publicación había logrado acumular unos 54.000 votos positivos y casi 15.000 comentarios.
Bored Panda los invita a leer las historias que los redditores han compartido en esta lista que hemos logrado recopilar y, ya que estamos, a votar y comentar aquellas que más les hayan gustado, ¡o a compartir sus propias experiencias en los comentarios!
Más información: Reddit
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Esto ocurrió en un viaje por carretera que hice con cuatro amigos cuando aún iba a la universidad. Nos detuvimos a mitad de camino porque tenía una diarrea terrible y cada vez me encontraba más descompuesto. Ellos siguieron su camino hacia Las Vegas y me dejaron con el chico que nos alquiló el coche para que pudiera volver a casa.
Mis amigos acabaron volcando con el coche: uno falleció y los otros dos quedaron con graves lesiones de por vida.
Me encontraba conversando con una mujer en un bar, nada de coqueteo, solo estábamos bromeando de manera casual. Le dije que tenía que irme y ella me preguntó si podía llevarla hasta su casa así que, como me quedaba de camino, acepté. Cuando me detuve frente a su casa, vi a un hombre frente a una computadora a través de la ventana que del salón y cuando le pregunté quién era me respondió: “Es mi marido, pero es un marica así que lo haré salir para que lo asustes y podamos tener toda la casa solo para nosotros esta noche”. Un millón de alarmas comenzaron a sonar en mi cabeza y no podía dejar de pensar: “¿Cómo haré que esta loca se baje de mi coche sin armar un escándalo?”, así que le dije: “Me parece bien”. Apenas bajó del coche, aceleré y me largué de allí.
Renuncié a mi trabajo luego de que nuestro jefe nos pidiera a los gritos que dejáramos de fingir que estábamos enfermos (un chico había ido a trabajar engripado y contagió a toda la oficina), hasta nos dijo que era imposible que la personas se enfermaran solo por estar cerca las unas de las otras. Un compañero se enfermó de tal manera que tuvieron que hospitalizarlo por dos semanas. Renuncié sin pensarlo en octubre de 2019 y en enero de 2020, la empresa quebró.
Hace algunos años, sufrí un pequeño accidente: Un conductor trató de incorporarse al carril en el que estaba y acabó chocándome con su coche en la puerta delantera, donde yo conducía. 15 segundos antes de que esto ocurriera, había decidido volver a meter el brazo que llevaba apoyado sobre la ventanilla. De no haberlo hecho, probablemente habría perdido el brazo.
Solía ser copropietario de un gimnasio pero decidí vender mi parte del negocio y, en su lugar, comenzar a trabajar en un puesto gubernamental que si bien era aburrido, al menos era estable. Todo esto sucedió unos tres meses antes de que comenzara la pandemia.
Cuando tenía 11 años, comencé a perder visión en el ojo izquierdo hasta que, un día, acabé quedándome totalmente ciega de ese ojo durante unas dos o tres semanas. Luego de muchos exámenes médicos, me descubrieron un tumor en el nervio óptico izquierdo que tenía muchas probabilidades de seguir expandiéndose rápidamente. Me dijeron que, en el mejor de los casos y con ayuda del tratamiento, podría tener un año y medio más de vida. Me extirparon el ojo de forma quirúrgica, comencé con la terapia de rayos y la quimioterapia y, por suerte, mi cuerpo respondió favorablemente. Hace tiempo que ya no tengo cáncer y ahora soy un cíclope, pero estoy feliz de haberme librado de esa enfermedad.
Hacía poco tiempo que me había mudado solo a Colorado y no sé bien por qué, pero mi madre no dejaba de insistirme con que saliera un poco del departamento y fuera a ver la nueva película de Batman. Esa noche ocurrió el famoso tiroteo no solo en el cine al que pensaba ir sino que también en la sala de la película que planeaba ver. En su lugar, acabé quedándome hasta tarde jugando al League of Legends así que, cuando desperté, me encontré con una INFINIDAD de mensajes y llamadas perdidas. Quizá no fue lo mejor para la salud de mi familia que ese día durmiera hasta tan tarde.
Salía con una mujer que era agresiva tanto a nivel físico como emocional. Me encontré a mí mismo atrapado en un ciclo de abuso y manipulación del que no solo no sabía cómo salir sino que también tenía miedo de hacerlo. Un día, un vecino presenció uno de sus arrebatos de violencia y llamó a la policía: la arrestaron y acabó siendo acusada de violencia doméstica y agresión. Gracias a ello, me concedieron una orden de alejamiento y mi dilema acabó resolviéndose. Si eso no hubiera sucedido, quién sabe qué me habría pasado. Un amigo me dijo que, de haberme quedado con ella, podría haber acabado muerto. No bromeaba.
Era el año 2019 y con mi esposa estábamos listos para comprar una bonita propiedad frente al río, pero los dueños (su padre y su tío) no dejaban de postergar el asunto. Teníamos el dinero para hacer el pago inicial, nos habían concedido la hipoteca y hasta habíamos estado alquilando esa misma casa.
Hasta que, un día, el nivel del río aumentó unos 10 metros y tuvieron que evacuarnos. El río no dejó de crecer hasta que destruyó la casa incluso antes de que llegáramos a comprarla.
Y al final, no la compramos.
Viajamos a Tailandia en 2003 por Navidad (ya había estado allí unas cuantas veces a principios de los 90 cuando era niño) y nos gustó tanto que planeábamos regresar al año siguiente para poder volver a pasar la Navidad viendo el atardecer en una playa de Phuket.
Ya teníamos los pasajes y todo pero, a causa de una nueva ola de repercusiones relacionadas al escándalo de Enron, mi padre no tenía permitido salir del país (no estaba implicado en ese asunto sino que formaba parte de la directiva de una empresa de tarjetas de crédito y todas las personas en ese tipo de puestos habían recibido advertencias de viaje).
La cuestión es que el hotel en el que nos íbamos a alojar quedó totalmente destruido por el tsunami, así que supongo que tuvimos suerte.
Esta mañana, casi le pongo leche en mal estado al café.
Estuvo a punto de sucederme durante mucho tiempo…
Fui a una fiesta en una casa, en esa época iba al instituto y tenía unos 16 años. De pronto, llegaron el hermano mayor de mi amigo y un par de amigos suyos con un poco de cocaína. Llamé a mi madre y me largué inmediatamente porque me daba mal rollo. 15 minutos más tarde llegó la policía y algunos acabaron en la cárcel.
No me sucedió a mí sino a un amigo de mi familia. Esta persona evitó estar presente durante el tiroteo en la discoteca Pulse, donde estaba celebrando su cumpleaños con unos amigos, porque a todos se les antojó comer McNuggets y decidieron ir al McDonald’s más cercano. Se fueron unos 15 o 20 minutos antes de que sucediera.
Estuve comprometida durante un breve período de tiempo con un hombre que desde siempre ha engañado a su bellísima, inteligente y dulce esposa con múltiples mujeres. Están separados, pero tienen dos niños y es muy probable que acaben reconciliándose. Decidí terminar nuestro compromiso cuando me dijo que le parecía bien que un hombre engañara a su mujer si llevaban ya un tiempo casados y él “se había aburrido”. Curiosamente, no creía que una mujer tuviera derecho a hacer lo mismo.
Ahora me siento muy mal por su pobre esposa, comenzó a engañarla a los dos años de estar casados cuando ella estaba embarazada de su primer hijo.
Tenía muchas ganas de alquilar un departamento en específico, pero a último momento conseguí uno un poco mejor. Un mes después, el piso al que estuve a punto de mudarme se incendió por completo.
Cuando iba a la universidad, mi ex me engañó con otro y terminó embarazada, pero me responsabilizó a mí de su embarazo e, incluso, involucró a toda su familia.
Yo estaba dispuesto a presentar el caso en la corte junto a un médico legal si era necesario. Mi ex se vio arrinconada cuando vio que estaba hablando con su padre sobre realizar exámenes médicos y demás así que de la nada admitió que yo no era el padre de ese bebé sino uno de sus compañeros de clase con el que había tenido una aventura.
Creo que puedo responder casi literalmente a esta pregunta. Cuando era niño, estaba jugando a los videojuegos con mi hermanito hasta que él encontró el arma de nuestro padre y la disparó. Nadie resultó herido, pero sí que recibí un susto tremendo.
En los 80, un amigo me invitó a que viajáramos juntos a Alaska en motocicleta, pero me negué. Sufrió un accidente en el camino en el que derrapó arrastrando la cabeza varios cientos de metros, y ahora lleva un implante metálico en el cráneo. Yo habría viajado en esa misma motocicleta junto con él.
Toda la segunda planta de la casa en la que vivía colapsó un mes después de que me mudara.
Actualizo para agregar que, poco después de que nos fuéramos, una tubería comenzó a tener pérdidas. Por suerte, no tuvimos ningún problema a causa de ello.
Casi acabamos en el colapso del puente de la autopista interestatal 35W en Minneapolis. Mi tío, mi primo y yo nos dirigíamos a ver un partido de los Twins y, en principio, planeábamos ir por la ruta que pasaba por el puente pero, a último momento, decidimos tomar un camino más “pintoresco”. Luego del accidente, comenzamos a hacer cuentas y notamos que habríamos estado en el puente justo en el momento en que colapsó.