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Corduroy es un gato jubilado bastante espabilado. A sus 26 años (121 en años gatunos) se niega a actuar como si tuviera su edad. Tiene el récord Guinness del gato vivo más viejo del mundo, pero aún se dedica a saltar en los mostradores y jugar en el jardín. Fue adoptado de un refugio en Oregón cuando su dueña Reed Okura solo tenía 7 años y este gato mitad Maine Coon aún está genial.

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A pesar de estar a dieta baja en proteínas para proteger sus riñones, Corduroy goza de buena salud. «Tengo la convicción de que la clave de su longevidad es que no le quitamos las garras y le permitimos salir afuera,» dijo Reed. «Ha sido capaz de defenderse y ejercitar su cuerpo y mente cazando. Corduroy aún caza criaturas pero menos mal que ya no se le da tan bien como solía.»

«Es un honor tener a Corduroy en nuestra vida, sinceramente yo no recuerdo gran parte de mi vida sin él,» añadió, «Es un compañero maravilloso y espero poder darle una vida feliz y saludable por muchos años más.»

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Corduroy fue adoptado de un refugio de Oregón en 1989

Ahora ostenta el récord Guinness del gato vivo más viejo

Corduroy tiene 26 años (121 en años gatunos)

Pero sigue comportándose como un jovenzuelo

«Corduroy no se comporta según su edad: aún salta sobre los mostradores y de arriba a abajo,» dijo Reed

«Cada noche sube todas las escaleras y salta en nuestra cama, duerme con nosotros y nos despierta cada mañana a las 5»

«Tengo la convicción de que la clave de su longevidad es que no le quitamos las garras y le permitimos salir afuera»

«Ha sido capaz de defenderse y ejercitar su cuerpo y mente cazando»

«Corduroy aún caza criaturas pero menos mal que ya no se le da tan bien como solía»

El gato tiene una personalidad gentil y le encantan los mimos y echarse siestas al sol

Disfruta de la atención que recibe de las personas y es paciente con los niños

Corduroy fue adoptado cuando su dueña Reed solo tenía 7 años

«Es un honor tener a Corduroy en nuestra vida, sinceramente yo no recuerdo gran parte de mi vida sin él»

«Es un compañero maravilloso y espero poder darle una vida feliz y saludable por muchos años más»

El gato más longevo que haya vivido nunca se llamaba Créme Puff y vivió 38 años, así que a Corduroy aún le quedan bastantes años que disfrutar por delante