20 Reacciones de extranjeros ante el debate sobre los suecos siendo poco hospitalarios con los invitados de sus hijos

Para saber lo que los suecos tenían para decir sobre este fenómeno cultural, hablamos con una mujer de Suecia, conocida en Twitter como @missfotografica. Al haber debatido en varios hilos de Twitter con respecto a que los suecos no invitan a comer a los amigos de sus hijos, @missfotografica aclaró algunas cosas.

Primero, no cree que ello ocurra hoy en día. “Recuerdo que, cuando era niña en la década de 1980, esto era verdad, al menos en el lugar y la época en la que crecí. No sé de dónde surgió, pero jamás almorcé ni cené en la casa de mis amigos. Quizás los padres habían acordado algo de antemano, pero casi nunca pasó”, recordó. Además, @missfotografica añadió que sus hijos siempre comen en la casa de sus amigos y que siempre ofrecen almuerzos/cenas en su hogar. “Jamás haría que la otra persona esperara en otra habitación”, dijo.

Cuando le preguntamos si la gente de Suecia ha discutido sobre esto, @missfotografica dijo que jamás hablan de ello hoy en día. “Ya no es algo que ocurra y creo que, actualmente, la gente opina de forma totalmente diferente sobre ello”, comentó.

Cuando hablamos sobre el caos que generó en las redes el hecho de que los suecos no alimentaran a los invitados de sus hijos, @missfotografica comentó: “Creo que mucha gente de otros países entendió que esto sigue ocurriendo. No comprendieron que ocurría hace 35 o 40 años”.

La mujer también agregó que habla a partir de su experiencia: “No hablo en nombre de todas las personas que crecieron en Suecia durante la década de 1980, aun si he oído cosas similares que otra gente ha vivido”. Con respecto a todas las críticas y comentarios negativos que se han visto, @missfotografica quería decir que: “¡Vengan a Suecia y cenen con nosotros! ¡Son más que bienvenidos! Pero, para hacerlo al estilo sueco, por favor, avísennos por teléfono primero”, bromeó.

Suecia es conocido por ser el hogar de las personas más felices del mundo, que disfrutan de su naturaleza y de su abundante cocina. Este país también se caracteriza por su calidad de vida, dejando atrás a muchos otros países con respecto a la felicidad, a la igualdad y a la conexión social. Puede que esta reputación sea la culpable de que la gente de las redes se haya sorprendido de que los suecos no invitaran a cenar a los amigos de sus hijos. Por otro lado, es probable que todo sea un gran malentendido, algo que ocurre muy seguido en las redes sociales.

En respuesta a este controversial tema, la escritora sueca Linda Johansson escribió un artículo de opinión, que se volvió viral, para Independent, titulado: “Soy sueca, y es verdad que no le servimos comida a nuestros invitados. ¿Cuál es el problema?”. En su opinión, lo que muchas personas de Twitter y Reddit creían que era un rumor o una peculiaridad, es en realidad cierto.

Rememorando su infancia, Johansson escribió: “Como una niña que creció en Gothenburg, recuerdo que no me importaba que no me alimentaran. Mientras la otra familia cenaba, yo seguía jugando y pasaba un rato agradable y tranquilo”. Agregó que, cuando su amigo cenaba: “Usualmente, era como dar una ‘pausa’ rápida, probablemente porque no querían arruinar los planes que mi familia tenía para la cena”, elaboró.

En muchas otras culturas, este comportamiento no sería tomado de buena manera, y así lo expresaron muchos usuarios de Twitter en varios hilos populares sobre el tema. Pero Johansson hizo un gran trabajo en explicar la razón de que los suecos no les den de comer a los invitados de sus hijos.

“Los suecos piensan así: puede que el otro niño (o la otra familia) tenga planes para otro tipo de cena y no quisiéramos arruinar la rutina o las preparaciones”. La escritora también dijo que no cree que se trate sobre no querer alimentar al otro niño o de que cueste dinero. “Se relaciona más con la tradición y con el desear comer junto a tu propia familia”, escribió.

Para aquellos que se lo preguntaron, la situación sería diferente si el niño es invitado a una “cita de juegos” verdadera, según lo explicó Johansson, pero ese no suele ser el caso. “No hacemos ese tipo de invitaciones formales. Creo que, de muchas maneras, Suecia es una sociedad más libre que el Reino Unido”.

Además: “Aquí, a los niños se les permite ir por ahí más libremente, así que suelen aparecer en la puerta y preguntarte si pueden entrar a jugar. Y, obviamente, uno no ‘planea’ cuántos niños estarán en el hogar en esas situaciones. Te toma totalmente por sorpresa. Los padres no suelen incluirse en esto, ya que no se dirigirían a un hogar y esperarían que se les sirviera comida”, argumentó en el artículo.

Ofrecer o negar un plato de comida puede decir mucho sobre las relaciones sociales. #Swedengate demostró cómo las invitaciones pueden depender de los precedentes históricos, las expectativas de los padres o el desperdiciar comida.