Hay que reconocerlo: cada vez son más las personas que deciden rechazar la posibilidad de convertirse en padres. Según un estudio del Pew Research Center, alrededor del 44% de los estadounidenses que aún no son padres dicen que es poco probable que tengan hijos alguna vez. Sin embargo, aunque decidan conscientemente no tener hijos y se sientan cómodos con esa decisión, las personas sin hijos suelen sufrir presión por parte de aquellos de su círculo social que creen que cambiarán de parecer.
“Todavía tienes tiempo” es uno de los comentarios más frecuentes que tienen las personas que han elegido un camino de vida diferente. Por suerte, hay una forma estupenda de luchar contra el estigma en la sociedad: ver el lado positivo de su libertad sin hijos y estar orgullosos de su elección. Esto es algo que cientos de personas han experimentado en varios hilos de Reddit, y sus historias son muy honestas.
En Bored Panda hemos recopilado una serie de respuestas en las que la gente se sincera sobre cómo afectó esta decisión a su estilo de vida. Algunos explican su enorme alegría y felicidad, mientras que otros revelan ligeras dudas y arrepentimientos. Así que tomen asiento, relájense y disfruten leyendo estas experiencias. No dejen de votar por sus respuestas favoritas y, si quieren opinar sobre el tema, ¡nos encantaría escuchar lo que tienen para decir!
¡Psst! Si están interesados en ver más contenido similar, pueden ver nuestro artículo anterior en el que la gente revela lo que les hizo decidir no tener hijos.
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Cuando mi actual jefe se enteró de que yo no quería tener hijos, lo primero que me dijo fue: “Bueno, eres joven y aún tienes tiempo de cambiar de opinión”. Cuando le dije que mi marido y yo nos queríamos jubilar antes de tiempo, me dijo: “¿Pero por qué van a jubilarse antes si no tienen hijos? ¿Qué van a hacer…?”.
Juro que esta gente tiene el cerebro lavado. Hay más cosas en la vida que ir a trabajar todos los días y luego cuidar niños.
Mi hijo decidió hacerse la vasectomía el año pasado.
Le dije: “¿No te arrepentirás después?”.
Me contestó: “Siempre puedo adoptar, como tú hiciste conmigo”.
1. Mi cuerpo ya está bastante mal, no necesito que esté PEOR.
2. Mucha gente parece odiar a sus hijos. Quiero decir, MUCHAS. O, al menos, están ligeramente resentidos con ellos. Yo no quiero hacer eso.
3. Soy del tipo de persona que se esfuerza en todo. Una persona del tipo “todo lo que vale la pena hacer, vale la pena hacerlo bien”. Probablemente sería un buen padre porque sería el típico “Todo por mis hijos”. Pero también significa que sería un terrible YO. Perdería la capacidad de ser un individuo en ese proceso, y eso no es bueno ni para mí ni para mis míticos hijos.
4. Me gusta mucho, mucho, mucho el silencio.
Me encanta mi vida. No la cambiaría por nadie. Tengo 70 años, sin hijos, y nunca me he casado y la verdad es que no me arrepiento. Tuve relaciones largas (una de 11 años y otra de 17 años… Todavía somos amigos). Me encanta no haber renunciado nunca a mi libertad personal. Varias cosas influyeron en mi decisión:
1 Ver las relaciones de padres e hijos, donde los hijos se convirtieron en idiotas. 2. Ver cómo los matrimonios que estaban bien se vuelven un desastre y aburridos. 3. Ver cómo la gente se pierde por estar en matrimonios estresantes. 4. Mi incapacidad para aguantar las cosas malas y fingir que no está pasando nada. 5. No disfrutar de la sensación de tener que pensar todo, desde salir a eventos hasta la elección de las comidas. 6. No estar dispuesta a renunciar a la libertad personal.
Conocí a una doctora con la que trabajaba mi pareja. Me preguntó por el trabajo de mis sueños y le respondí que no soñaba con un trabajo; mi sueño es tener una economía estable como para poder jubilarme lo antes posible.
“¿Jubilarse? ¿Quieres decir para estar en casa con los niños?”.
“...Umm no. Jubilarse significa que tengo suficientes ahorros como para no tener que trabajar más mientras vivo cómodamente”.
Tengo 48 años, nunca quise tener hijos y no me arrepiento. La mayoría de los padres que conozco están muy estresados. Mi mejor amiga tiene 4 hijos adultos y todos le hacen pasar malos momentos. Está a punto de sufrir un colapso mental.
El matrimonio más feliz que conozco, además de mi cónyuge y yo, es una pareja de jubilados sin hijos. Salen varias veces a la semana, viajan y se quieren mucho.
Tener hijos no es una garantía de que vayan a cuidar de ti cuando seas viejo. Mi madre trabaja en una residencia de ancianos y la mayoría de las personas que hay ahí fueron abandonadas por sus hijos y solo las visitan para el día de la madre para sacarse fotos y subirlas a Facebook.
Tengo 46 años, soy tía de un niño maravilloso y me basta con eso.
Mi marido y yo ni siquiera llegábamos a las 6 cifras hasta hace 4 años, así que todavía no estamos nadando en dinero (vivimos en Nueva York). Me encanta dormir hasta tarde, me encanta terminar de cenar y luego jugar videojuegos, me encanta dar paseos largos, me encanta la paz y la tranquilidad, me encantan mis ingresos. Mi hermano y su mujer todo el tiempo nos preguntan cuándo vamos a visitarlos para poder dejarnos a su hijo y que puedan irse de vacaciones, y saben, me hace feliz no haber seguido ese camino.
Nunca he tenido ningún deseo de ser madre. No quiero renunciar a mi libertad y a mi tiempo libre. No me lo puedo permitir. No quiero criar a un ser dentro de mi cuerpo. Tengo [graves] problemas de salud mental que probablemente le transmitiría.
Además de todas las respuestas que ya han dado aquí… Me aterra muchísimo la idea del embarazo y del parto. Incluso si sintiera un deseo muy grande de ser madre (que no siento), nunca podría con el hecho de que tengo que verlo crecer en mi vientre y “tenerlo”.
Me encanta.
No puedo ni imaginarme teniendo hijos. No estoy hecha para eso.
Soy muy buena con los hijos de otras personas (en periodos cortos), pero al final del día, estoy feliz de poder irme de ese interminable caos de necesidades.
Duermo todo lo que quiero (además de jugar/trabajar/etc.), como lo que quiero y voy a donde quiero (o, lo que es más importante, no voy a donde no quiero).
Una de las pocas decisiones que tomé muy de joven (antes de la adolescencia) que no he abandonado y me ha salido bien.
Mi novio y yo tenemos 45 años y nuestra vida es muy buena. Nos conocimos cuando teníamos 39 años y en nuestra segunda cita tuve que preguntarle si quería tener hijos. Gracias a Dios, su respuesta fue un rotundo no. Es una locura pensar que la gente no hace esas preguntas cuando conocen a alguien y luego rompen por culpa de ello. ¡Pensé en que no quería perder el tiempo con él si quería tener hijos!
Tengo casi 40 años, no tengo hijos y nunca me he casado. Trabajo unas 50 horas a la semana, la vida es buena. El dinero lo guardo en el banco, ya que no tengo que gastarlo en hijos, tengo un montón de tiempo libre que utilizo como quiero porque no tengo que preguntarle a mi pareja cómo quiere que pasemos el tiempo juntos o tener que adaptar mi horario a las prácticas deportivas o a los estudios. Aprovecho mis días de vacaciones para alargar algunos fines de semana, viajar a algún lugar bonito, quedarme y disfrutar de la vida nocturna que ofrece el sitio.
Cuando la gente que tiene hijos comienza a hablar de ellos, de repente te miran y preguntan: “¿Y cuándo vas a tener hijos?”. Y cuando les respondes que no quieres tener, te dicen que eso es egoísta y preguntan quién te cuidará cuando sea grande. También dicen que necesitas tener hijos para formar tu propia familia, o que piensas así porque eres demasiado joven.
Tengo 47 años y mi vida es estupenda. Estuve casada una vez (cuando era joven) y comprometida también, pero nunca tuve hijos. Empecé mi propio negocio hace una década y me ha ido muy bien. Actualmente me proporciona ingresos mientras trabajo en una empresa nueva con un socio. Viajo mucho (cuando no hay pandemia), tengo montones de aficiones y he creado una maravillosa familia elegida para que me acompañe y me apoye.
No me arrepiento ni me quejo, también duermo mucho y me cuido. Me ofrezco como voluntaria y contribuyo a la comunidad como sea y siempre que puedo. No podría hacerlo de otra manera.
¡Es glorioso!
Las vacaciones son cosa fácil, sobre todo si te vas a otro país. Si encuentro lugar, puedo simplemente ir e instalarme sin preocuparme por si la escuela será buena, o por lo grande que es la casa.
Tengo 38 años, mi mujer tiene 42. Nuestro matrimonio es fantástico y nuestros trabajos son estresantes, pero lucrativos. Nos preocupamos y nos estresamos por cosas normales como los demás, pero no por hijos, obviamente.
Como en cualquier decisión importante de la vida, hay momentos en los que te arrepientes: ver a mis amigos disfrutando de un partido de béisbol y de eventos importantes con sus hijos que sé que no experimentaré, pero también sé que estoy obviando los aspectos negativos.
A fin de cuentas, mi mujer y yo nos elegimos el uno al otro y somos muy felices. ¿Podría un hijo haber aumentado mi felicidad? Probablemente, pero no estábamos seguros al 100% y no queríamos arriesgar nuestra felicidad para averiguarlo.
En un antiguo trabajo me decían que sería una madre estupenda porque era muy paciente y amable con mis compañeros de trabajo, especialmente con los nuevos que tenían MUCHAS preguntas. La diferencia es que yo puedo irme y no ver a mis compañeros, ¡pero con los niños es otra historia! Mi madre me dijo que sería una madre fantástica, si quisiera serlo, porque en definitiva, no lo sería si mi corazón no se comprometiera con ello. Mi madre lo entiende, y lo agradezco mucho.
Es fantástico. No podría pedir una mejor vida. No cambiaría mi estado actual ni por el mejor hijo del mundo y eso que me gustan los niños. Yo con 44 años y mi marido con 38, casi sin una hipoteca. El estrés del trabajo siempre está ahí, pero siento que no es nada comparado con lo que pasan mis amigos que tienen hijos.
Totalmente increíble. Podemos hacer lo que queremos, cuando queremos. Cero deudas, excepto por la hipoteca. 10/10 volvería a elegirlo.
¡Mis razones para no querer tener hijos son el SUEÑO y la ESPONTANEIDAD! Cuando le cuento esto a mi compañera de trabajo, me dice: “No es tan difícil como crees”, y luego, un par de semanas después, viene hablando de “el bebé está enfermo y no puede dormir” o “el bebé se despertó a las 6 de la mañana” (trabajamos de noche) y tiene que planificar las cosas con mucha anticipación, y no puede solucionar sus problemas con el auto porque no tiene dinero por culpa de su hijo.
¡Por suerte! Mi hermana, mi madre y mis amigos íntimos que tienen hijos son muy sinceros conmigo sobre cómo son sus vidas, ¡y no me culpan por no querer tener hijos! Los únicos que parecen querer que mi marido y yo tengamos un niño son mis compañeros de trabajo, lo cual es muy extraño porque… ni siquiera lo verían…