25 Mujeres embarazadas cuyo día va peor que el tuyo (Nuevas imágenes)

No es ningún secreto que los síntomas físicos que se dan durante un embarazo pueden ir desde las náuseas matutinas hasta el acné. Entonces, cuando les preguntamos a Shanna y a Laura de Big Fat Positive cuáles habían sido los síntomas más extraños que habían tenido, sus respuestas no nos defraudaron. “¡Sentía como si mis pezones estuvieran prendidos fuego!”, contestó Shanna. “En realidad, fue el primer síntoma que tuve en mis dos embarazos, y duró hasta el final… Me enteré que se trata de una afección llamada ‘fenómeno de Raynaud’, que causa que los vasos sanguíneos se contraigan y causen dolor”. Afortunadamente, nos contó que el dolor desapareció luego de dar a luz: “Gracias a Dios, ¡porque me aterraba la idea de tener que amamantar con pezones prendidos fuego!”. Por otro lado, el síntoma más raro de Laura suena como si hubiese desarrollado un superpoder. “Cuando estaba embarazada de mi primer hijo, casi instantáneamente desarrollé un sentido del olfato más agudo, y ¡jamás se ha ido! Incluso puedo oler cosas raras, como cuando la gente se siente hambrienta o cuando el clima cambia”.

El embarazo también puede llevar a que las madres primerizas se sientan más abiertas a probar cosas nuevas. ¡Uno nunca sabe lo que milagrosamente puede ayudar a un bebé! Laura nos contó que ella intentó “todo tipo de cosas inusuales” para lograr que su primer bebé se girara, incluyendo acupresión con incienso. “Enciendes manojos de hojas de artemisa en forma de cigarro y los acercas a ciertos puntos de presión”, explicó. “Pero el humo era demasiado intenso para mí. Así que terminé sentada al aire libre, en diciembre, descalza, embarazada de 9 meses, con una bata y un gorro de baño, sosteniendo brasas ardientes cerca de mis dedos meñiques (alerta de spoiler: no funcionó)”. En el caso de Shanna, nos contó que su cerebro, durante el embarazo, hizo que “falle en aceptar las limitaciones de su cuerpo cambiante”. “Cuando estaba embarazada de unos seis meses, creí que podía ir en bicicleta, con mi gran barriga, hasta la oficina, mientras llevaba mi mochila, mi almuerzo y un vaso de té helado. La bicicleta no era mía, por lo que el asiento estaba demasiado alto y se clavaba en mi entrepierna, mis pies apenas llegaban al pedal y apenas podía controlar el manubrio”.

Cuando les preguntamos qué les gustaría decirles a las personas que nunca han tenido hijos, para que sean más empáticos con las madres, tanto Laura como Shanna querían recordarles a los demás lo agotador que es un embarazo. “El primer trimestre es increíblemente agotador, lo que puede ser sorpresivo, ya que todavía no tienes un gran bebé dentro tuyo”, compartió Shanna. “La energía que toma crear un órgano totalmente nuevo (la placenta) y una nueva vida es monumental. Comprende a las mujeres embarazadas y ¡déjalas descansar mucho!”, aconsejó Laura, de forma similar. “El embarazo es desafiante”, dijo. “Pero, peores que las demandas físicas son las expectativas poco realistas que la sociedad pone en las personas embarazadas. Se supone que deberíamos disfrutar de cada momento a la vez que controlamos todo lo que comemos y bebemos y limitamos nuestras actividades, en caso de que sean riesgosas para el bebé. Es emocionalmente agotador y genera ansiedad”.

Los embarazos pueden ser diferentes para todas las mujeres, pero también pueden variar con cada hijo. Físicamente, los cambios pueden volverse más notorios al comienzo del embarazo, según lo explica el Dr. Robin Elise Weiss, profesor, autor y partero certificado. “Esto es así porque el útero y los ligamentos de apoyo ya se han estirado antes, pero también porque eres más consciente de lo que sientes”. El Dr. Weiss también escribió que, emocionalmente, los padres pueden sentirse menos presentes en los embarazos posteriores, pero que eso no es algo de lo que debamos preocuparnos. Tener un hijo que necesita atención no significa que el nuevo bebé será menos amado o cuidado. Solo que ¡los padres tendrán mucho que balancear!

Si bien tener un bebé es una hazaña increíble, a veces, las mujeres embarazadas necesitan que les recuerden lo grandiosos y fuertes que son sus cuerpos. En el artículo 11 Things You Can Do to Better Empower Yourself in Pregnancy, Birth, and the Postpartum Period, Terri Huggins Hart escribió sobre algunas de las acciones y pensamientos que la ayudaron a sentirse más segura y fuerte cuando se volvió mamá. Un consejo que compartió es “enfocarse en lo que tu cuerpo todavía puede hacer”. Luego de sentirse frustrada porque “constantemente me decían que ‘no’ con respecto a lo que podía comer, a cómo podía viajar y cómo podía ejercitarme”, buscó una forma de potenciar la autonomía de su cuerpo.

En el caso de Hart, recuperar su cuerpo durante el embarazo incluyó participar en clases de Zumba, practicar yoga, salir a caminar y reconocer todo lo que su cuerpo era capaz de hacer. La mayoría de las mujeres no correrán una maratón durante su embarazo, pero sus cuerpos merecen aceptación y gracia. Las madres deberían sentirse seguras de que están haciendo algo milagroso y de que son increíblemente fuertes.

Otra recomendación que tenía Hart para las mamás embarazadas es leer historias positivas sobre nacimientos. Resulta fácil quedarse en los “qué pasaría si…” y tener miedo, pero existen muchísimos ejemplos de nacimientos simples, sin complicaciones. Busca la positividad para recordar que puedes hacerlo.

Con todo el caos que conllevan los embarazos, sin mencionar los preparativos que implica traer a una pequeña persona al mundo, las mujeres deberían ser apoyadas y cuidadas tanto como sea posible durante esos momentos. Si conoces a alguien que tendrá un bebé pronto, sé amable y paciente. Probablemente, estén haciendo malabares con miles de pensamientos a la vez, mientras experimentan incomodidades físicas leves a extremas y, simultáneamente, albergan a una persona pequeña.