Cuando el artista y cineasta francés Julien de Casabianca visitó el Louvre, quedó cautivado por una chica solitaria, retratada en una pintura situada en una esquina olvidada. Esto le inspiró a ayudar a que cuadros olvidados como estos pudieran tener una segunda vida. Hizo una foto de ese cuadro, la pegó en una pared de la calle y con ello nació el proyecto Outings de arte urbano.
Ahora el proyecto de Casabianca se ha convertido en «algo en lo que participa todo el mundo». Artistas de todo el mundo han sido invitados a convertir a personajes de cuadros clásicos olvidados en arte callejero, donde quizá puedan recibir la renovada atención que merecen. Los artistas incluso pueden recibir una pequeña cantidad de dinero para ayudarles con los costes de impresión de las obras. Se les anima a utilizar pegamento no dañino para las paredes y a elegir zonas sucias y decaídas, ya que son más bonitas y es probable que las obras de arte duren más allí, ya que los dueños no se preocupan de mantenerlas limpias.
Más información en: outings-project.org | Facebook | Instagram | Twitter | Flickr (via: colossal, slate)
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