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Este pececito, totalmente descuidado y casi cayéndose a pedazos, estaba sufriendo en el fondo de un estante en una tienda Walmart, y su estado no podía ser peor. Estaba tan mal que estaba a punto de perder su cola y sus aletas.

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Victoria Schild no planeaba comprarse una mascota ese día, pero tras ver a ese pez, supo que tenía que rescatarlo. «Me dio mucha pena y decidí que no quería que muriera ahí, pudriéndose,» dijo Schild a The Dodo. «Estaba segura al 95% de que se iba a morir esa noche.» Cuando lo trajo a casa, le preocupaba que solo le quedaran horas de vida, pero no quiso rendirse. Victoria hizo todo lo posible para salvar al pececito. «Cuando llegué a casa empecé a investigar todo lo posible para ayudarle a recuperarse, y tras una semana de agua limpia y templada, medicinas y cuidados básicos, ¡empezó a mejorar!»

Después de eso, su aspecto también mejoró: empezó a crecerle la cola de nuevo y sus aletas volvieron a ser normales. Tras semanas de medicación, este pequeño se convirtió en un pez precioso y saludable.

Schild lo llamó Argo, en homenaje a sus gloriosas aletas que parecen velas. Victoria espera que la historia de Argo cree conciencia sobre las condiciones en las que viven estos peces en las tiendas. Aquí debajo puedes ver la increíble transformación de Argo.

(via: The Dodo)

Victoria Schild encontró a este pobre pez pudriéndose a la sombra en una tienda Walmart

«Me dio mucha pena y decidí que no quería que muriera ahí, pudriéndose»

Así que se lo trajo a casa a pesar de que «estaba segura al 95% de que se iba a morir esa noche»

«Cuando llegué a casa empecé a investigar todo lo posible para ayudarle a recuperarse»

Y el pequeño no se rindió: «tras una semana de agua limpia y templada, medicinas y cuidados básicos, ¡empezó a mejorar!»

Lentamente empezó a crecerle la cola de nuevo y sus aletas volvieron a ser normales

«Sabía que ahí debajo había un pececito precioso. Pero lo que me conquistó fueron sus ganas de vivir y su valor»

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Lo que hace un mes era un pez al que parecían quedarle minutos de vida, ahora se llama Argo, a causa de sus preciosas aletas que parecen velas