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Cuando Jessie Char vio su asiento para el vuelo de California a San Francisco, pensó que había tenido suerte, pero luego las cosas se torcieron.

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«Volvía a mi casa en San Francisco y estaba emocionada porque tenía toda la fila para mi. Hasta levanté los reposabrazos para poder disfrutar de todo el espacio, como un lujo,» dijo Jessie en Twitter. «Pocos minutos después oí como alguien bajaba uno de los reposabrazos, y miré, pensando que estaría flojo. En ese momento emergieron dos pies, uno tras otro. Y movían los dedos.» Por si eso no fuera bastante malo, poco después Jessie vio a esa misma persona subir y bajar la persiana de la ventanilla… con su pie izquierdo. Si hay algo que todo pasajero debería saber, es que no se tocan las ventanillas del avión que no son tuyas… ¡Y menos con los pies! «Sentí una combinación de sorpresa y disgusto,» dijo Jessie. Creo que todos estaríamos de acuerdo.

Más información en: Twitter (via: 22words, today)

Cuando Jessie Char vio su asiento en el avión, pensó que había tenido suerte

 

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Pero entonces las cosas se torcieron…

 

Y por si eso no fuera lo bastante malo…

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Hubo muchas respuestas en Twitter, pero solo una reacción dominante: ¡asco!

¿Estás de acuerdo en que este tipo de pasajeros son lo peor? ¡Cuéntanos historias horribles de tus viajes en los comentarios!