Todos tenemos nuestros momentos de lapsus mental. Puede que se nos olvide el nombre de un político o que accidentalmente metamos la mano en el horno caliente. Es vergonzoso, pero no necesariamente refleja nuestra (falta de) inteligencia. Sin embargo, tener sentido común es algo que no se puede enseñar a otros. Así que, si estos deslices empiezan a ser habituales, es posible que nuestras parejas empiecen a dudar de esa inteligencia…
Los usuarios de Reddit recientemente compartieron los momentos en los que se dieron cuenta de que estaban saliendo con una persona idiota, así que hemos recopilado las historias más graciosas. Sigan leyendo para ver una conversación con la entrenadora de relaciones y citas Mila Smith, ¡y asegúrense de votar por las historias que creen que justifican una ruptura instantánea!
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En mi último año de secundaria, me ofrecieron una beca completa para ir a la universidad. A mi novia de ese entonces siempre le molestó el tiempo que yo le dedicaba al deporte; en una de las conversaciones que tuvimos le dije que sin el deporte probablemente no podría ir a la universidad y, aunque pudiera, estaría lleno de deudas y que la beca me había cambiado la vida.
Se enfadó porque le dije que la beca me cambió la vida y me exigió que dejara de hacer deporte para que pudiéramos estar más tiempo juntos. Cortamos noventa segundos después de que hizo ese comentario.
Para saber más sobre lo que significa darte cuenta de que tu pareja puede no ser la persona más brillante, nos pusimos en contacto con la asesora de relaciones y citas Mila Smith. Mila tuvo la amabilidad de charlar con Panda Curioso y explicar lo común que es esto.
“Normalmente, trabajo con clientes cuyas relaciones pasadas se rompieron por una u otra cosa, y siendo sincera, el nivel intelectual no aparece muy a menudo, ya que suele ser algo que se determina al principio”, dice la experta. “Es más probable que influya si las personas involucradas son muy jóvenes y luego crecen y evolucionan a un ritmo diferente (algunas no evolucionan en lo absoluto)”.
Tenía fuertes dolores menstruales y me tomé un medicamento. Mi ex me dijo que no debía tomar eso porque era un gazebo (el muy brillante quiso decir "placebo").
Ella: “Mira la luna. Eso no está bien”.
Yo: “Qué quieres decir?”.
Ella: “Se supone que no se puede ver la luna cuando es de día. El gobierno la puso ahí para distraernos”.
Yo: “...”.
¿Genera problemas que dos miembros de una pareja no estén exactamente al mismo nivel intelectual?: “Depende de lo que sea importante para cada uno y de lo que se valore en una relación”. “Si los debates intelectuales y la educación están muy arriba en su lista de prioridades, sería difícil pasar por alto un desencuentro intelectual”.
“Sin embargo, algunas personas valoran más otras formas de inteligencia, como la inteligencia emocional, que no está necesariamente relacionada con el coeficiente intelectual”, añade la coach. “Si aprecias a tu pareja a pesar de todo, es posible que puedas trabajar en torno a su supuesta falta de inteligencia con tacto, sin hacerla sentir inferior”.
Le dije que tenía que salir en 1,5 horas. Me dijo que eso era muy específico y que debería haber redondeado a 2 horas en lugar de 1 hora y 50 minutos. Le aclaré que me refería a 1 hora y 30 minutos y me dijo que eso se dice 1,30 horas.
“¿Cómo saben las petroleras dónde construir gasolineras?”. Ella pensaba que bajo tierra había una fuente de gasolina a la que podían acceder por una tubería que llegaba directamente a la gasolinera.
Trabajaba para una gasolinera…
Después de un año y medio de noviazgo me dijo que el mundo es plano, que vivimos en una cúpula, que el cielo es una proyección y que todos los experimentos relacionados con el cielo para confirmar la redondez de la Tierra son lógicamente falsos.
Sabe que mi padre y yo tenemos telescopios de lujo y que hacemos astrofotografía y miramos juntos las estrellas en el observatorio de nuestro tejado.
Desgraciado, me hizo perder el tiempo.
Estaba cortando madera con mi sierra de mesa. Se acercó por detrás sin que yo me diera cuenta y decidió “ayudarme” empujando la lámina siendo que yo ya la estaba empujando. Se movió todo y casi pierdo un dedo. Ella no tenía ni idea de por qué yo me enojé tanto.
Ella tenía un telescopio nuevo y se le ocurrió que sería muy bonito ver las estrellas después de una cita. No recuerdo toda la conversación, pero en un momento bromeé sobre que estábamos juntos en una bola gigante en el espacio. Volvió a mirar por el telescopio y dijo: “Así que te lo crees, ¿no?”. Me quedé mirándola fijamente porque tenía miedo de cómo avanzaría la pregunta. En fin, me alegra contar que no duramos mucho tiempo, pero ¿sabían que hay muchas pruebas de que nuestro planeta probablemente no sea redondo? Jajaja.
Tener que escucharla decir, sin ningún pudor, que Jesús no era judío y que, de hecho, fue criado como católico.
Le dije que me encantaba observar las estrellas en los campamentos porque estaba lo suficientemente oscuro como para poder ver la vía láctea. Aparentemente, le estaba mintiendo, ya que “es imposible verla porque estamos dentro de ella”.
El mismo chico también se negaba a creer que existieran los arándanos. Una vez, cuando yo estaba hablando de recoger y comer arándanos en una excursión, tuvo que interrumpirme para decir que estaba equivocada porque los arándanos eran algo artificial.
A veces todos decimos alguna estupidez. Lo sorprendente fue la confianza con la que trató de convencerme de que estaba equivocada. Y luego se enojó conmigo por no aceptar que algo que vi (o comí) toda mi vida era artificial.
Iba en el asiento del copiloto en el coche de mi ex novia (en ese momento teníamos 22 años) y mientras conducía, abrí la guantera para guardar algo. Ella se giró y me gritó: “¿QUÉ DIABLOS ESTÁS HACIENDO?”. Desconcertado, le pregunté qué tenía de malo.
Al parecer, cuando era niña solía jugar con la guantera todo el tiempo, así que sus padres le dijeron que abrirla con el coche en marcha dañaba el motor… Tenía 22 años y todavía se lo creía.
Al parecer, no entendía la diferencia entre los flamencos y los pingüinos, pero también insistía en que no eran reales porque ella se había criado en Alaska y nunca había visto uno.
Ese día conoció a una persona sorda en su trabajo y no paraba de decir la palabra mal. La corregí amablemente y estalló la tercera guerra mundial.
Estaba “saliendo” con una chica a principios de los 2000 y se acercaban las elecciones. Se puso a leer los nombres de los candidatos y dijo: “Vaya, nadie votó a Bush”... Vivimos en Canadá.
Cuando dijo que creía que podíamos ir en coche a Hawai porque se veía cerca en el mapa. También me preguntó cómo respiran los peces debajo del hielo.
Era muy linda.
Cuando defendió la esclavitud diciendo que las personas que acumulan muchas deudas médicas deberían trabajar limpiando y haciendo jardinería en el hospital. Lo dijo en serio y tenía 30 años en ese momento.
Mi marido probablemente diría que la primera vez fue cuando me preguntó la hora y le dije: “Hora de comprar un reloj de sol” y el me respondió “Es de noche”... y yo le dije “Entonces alúmbralo con una linterna”.
Me pasó con un compañero de trabajo que me vio hacerlo para saber la hora. Me preguntó y le expliqué todo lo bien que pude... Pues lo veo coger un palo, cambiarlo por otro, así varias veces. Hasta que le pregunto qué cojones hace y me responde que no le había explicado qué tipo de palo servía.
Tuve un ex que literalmente me llamó para preguntarme cómo cocinar las pastas… de caja, y luego me preguntó qué necesitaba usar para todo eso. Tenía 35 años.
Yo también fui una tonta por salir con él.
Era un día soleado y despejado y estábamos en la playa tomando sol. El nivel de rayos UV no era demasiado alto, así que, al cabo de una hora, ella decidió que, para acelerar el proceso de bronceado, teníamos que movernos hacia otro sector de la playa para acercarnos más al sol, ya que el sol estaba en esa dirección.
Estaba teniendo un shock anafiláctico en un restaurante debido a una alergia desconocida. Se me cerró la garganta y no tenía cuello debido a la hinchazón. Me preguntó si quería salir a tomar aire. ESTÁBAMOS SENTADOS EN EL PATIO.
Le molestó saber que no podía usar nuestro coche alquilado porque estaba a mi nombre ya que, “¡Siempre me dejaban usarlo cuando estaba a nombre de mi padre, en las vacaciones familiares!”... Tuve que explicarle que él y su padre tienen el mismo nombre y apellido…
Él: Deberíamos irnos de vacaciones.
Yo: Absolutamente, y creo que deberíamos hacer algo a lo grande, por ejemplo ir a otro país.
Él: Me parece bien, ¿qué tienes en mente?
Yo: No estoy muy segura, pero no quiero hacer los típicos viajes a Sudamérica. Me gustaría variar y hacer algo realmente loco, algo que no hace mucha gente de nuestra edad.
Él: De acuerdo, ¿algún sitio en particular?
Yo: Acabo de ver una oferta de un viaje con safari en Tanzania.
Él: ¿Pero no habías dicho que no querías ir a Sudamérica?
Yo: Sí… Está en África.
Él: ESTÁ BIEN, pero LITERALMENTE acabas de decir que no quieres ir a Sudamérica, así queeee… ¿¿¿¿por qué estás proponiendo eso????
Esto pasó hace casi 10 años, pero más o menos fue así.
Él tenía 24 años y un título universitario. No recuerdo la conversación exacta que siguió después de este intercambio, pero al parecer él pensaba que África era un país de Sudamérica. Estuvimos juntos 6 meses más y hubo muchísimos momentos de estupidez en estado puro. El límite fue cuando le puso ketchup y queso a mi pad thai casero. Estaba saliendo con un hombre de 24 años con la mente de un niño de 7 años.
No fue una novia, sino un familiar. Vivíamos en Alaska y ella y su marido, que vivían en Estados Unidos, hablaban de venir a visitarnos. Ella decía que quería conducir y estaba entusiasmada con la idea de pasar por el puente. Le preguntamos: “¿Qué puente?”. Respondió: “El que va de Washington a Anchorage”. Le dijimos que eso no existía, que tenía que tomar un avión. Se sorprendió al saber que no había ningún puente, pero se excusó diciendo: “Bueno, es que nunca me fue bien en geometría” (Quiso decir geografía).
Una vez me dijo que la tierra es cada vez más fina porque extraemos materiales del suelo.
“Es imposible que la Tierra dé un giro completo una vez al día. Si girara tan rápido, todos saldríamos volando”.
Abrí un cajón del baño y vi un montón de hisopos desperdigados por el cepillo de pelo, las toallas, etc.
Cuando le pregunté por qué lo había hecho, me dijo que los había sacado de la caja para ayudarme a “liberar espacio” en el cajón.