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Las personas se vuelven vegetarianas por muchas razones. Algunos adoptan esta dieta para intentar ser más saludables, o para evitar las hormonas que hay en la comida de los animales, y otros lo hacen por los derechos de los animales o por el medio ambiente. Es a elección de cada uno. Así que cuando el hijo de 15 años del usuario de Reddit u/temptemptemp772’s les dijo a él y a su esposa que haría ese cambio, el padre fue comprensivo, y la familia hizo varios cambios en su vida diaria para ayudar al muchacho.

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Lo que u/temptemptemp772 no pudo apoyar, sin embargo, fue el hecho de que su hijo saboteara las reservas de carne en la casa. Un día de verano, el chico se rebeló y, sin que sus padres lo supieran, desconectó el congelador que contenía toda la reserva de comida de la familia para sobrellevar las dificultades económicas. El padre estaba furioso. Castigó a su hijo y lo hizo limpiar la carne podrida. No obstante, a cambió su hijo le dijo que era el “idiota”. Y la palabra quedó dando vueltas en la mente de u/temptemptemp772: “¿Fue demasiado?” se preguntó una y otra vez. Para ponerle un punto final a sus dudas, este padre se dirigió a Reddit donde contó la historia completa y les pidió a los usuarios que le dijeran si había sido o no el idiota.

Fuente: nyatiman (no es la foto real)

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Fuente: temptemptemp772

En un artículo anterior sobre hijos que se portan mal, la escritora, directora, presentadora y fundadora del blog sobre crianza HonestMum, Vicki Broadbent, le dijo a Bored Panda que “la disciplina y ser consecuente con lo que dices, representar tus valores como padre, les enseña importantes habilidades para la vida a los hijos, tales como el autocontrol, el amor propio, la empatía, la resiliencia, la motivación y el trabajo duro”.

Broadbent cree que el “castigo” debería ser siempre acorde al “crimen” pero está en contra de la disciplina física. El mundo académico opina igual: de acuerdo con las investigaciones, criar a tus hijos con violencia y palabras duras solo los lastima y no ayuda para nada. La Academia Americana de Pediatría (APP, por sus siglas en inglés) aconseja a los padres y cuidadores a no pegar o azotar a los hijos. En lugar de enseñar acerca de la responsabilidad y el autocontrol, azotar solo tiene el efecto contrario: a menudo aumenta la agresividad y el enojo en niños. Un estudio en niños nacidos en 2020 en ciudades medias y grandes de los Estados Unidos descubrió que las familias que usan castigos físicos están atrapadas en un ciclo negativo: cuanto más se golpea a los niños, peor se portarán luego, lo que como respuesta provocará más golpes. Los azotes también repercutirán más allá de la relación padre/hijo, ya que el mensaje que se transmite es que está bien causarle dolor a alguien si estás frustrado, incluso a las personas que amas.

Los padres que les gritan a sus hijos y utilizan palabras que les causan dolor emocional o vergüenza también están haciendo mal. La disciplina verbal dura, incluso por parte de madres y padres que por lo general son cariñosos y amorosos, puede generar serios problemas. Esta investigación muestra que una dura disciplina verbal, que se vuelve más común a medida que los chicos crecen, puede resultar en más problemas de comportamiento y síntomas de depresión en adolescentes. 

Cuando se trata de disciplinar a nuestros hijos, Vicki cree que lo más importante es ponerse en su piel y tratar de ser lo más comprensivos posible. “Los niños están creciendo y aprendiendo y solo pueden aprender de sus errores. Intenten educar, no reprenderlos”, dijo.

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