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Natalie Weaver trabaja como recepcionista en Inglaterra, y tenía planes para pasar un maravilloso domingo con su novio Stephen Hall. El único problema es que la noche del sábado él se emborrachó, y tras llegar a casa a las 6 de la mañana, se quedó durmiendo la mona sin que hubiera forma de despertarle. ¿Y qué hizo su chica en una situación como esta? Pues vengarse dulcemente, por supuesto.

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Stephen estaba totalmente KO, así que Natalie se puso manos a la obra, retransmitiendo todo el proceso en vivo por Snapchat. Cuando su novio, ignorante de lo ocurrido, despertó a las 4 de la mañana (22 horas después), se llevó una sorpresa al verse en el espejo. «Estaba impactado y preguntaba qué había pasado. Intenté convencerle de que había llegado así a casa,» dijo Natalie a Daily Mail. Después de la impresión inicial, ambos se acabaron riendo. «Nos reímos mucho, pero él no se enfadó. Me sorprende que no se despertara en ningún momento, con todo lo que me reí. Estaba riéndome como una histérica, fue una locura.»

Aunque fue una broma divertida, esperamos que Stephen se porte mejor a partir de ahora, sabiendo de lo que es capaz su novia. «Es muy divertido, pero espero que se lo piense 2 veces antes de hacerlo de nuevo.» Aquí debajo podéis ver el poder de la ira de Natalie.

(via)

Natalie tenía planes para pasar el domingo con su novio, quien prometió que saldrían por ahí

El único problema es que la noche del sábado él se emborrachó y se quedó durmiendo la mona sin que hubiera forma de despertarlo

Natalie decidió que si su novio se había divertido, ahora se iba a divertir ella

Stephan estaba KO y no se enteró de nada cuando su novia comenzó a maquillarlo

Hasta le puso unas uñas increíbles de colores holográficos

Al final Stephen tenía un aspecto fabuloso

Cuando despertó a las 4 de la mañana, 22 horas después de llegar, se llevó una sorpresa

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«Estaba impactado y preguntaba qué había pasado. Intenté convencerle de que había llegado así a casa»

«Me sorprende que no se despertara en ningún momento, con todo lo que me reí. Estaba riéndome como una histérica, fue una locura»