Esta anciana en cuarentena se aburre y vive sola, así que pidió libros a sus vecinos, que amablemente se los dejaron
De la inmensa cantidad de gente que se encuentra en cuarentena, una buena parte es particularmente vulnerable. Las restricciones de aislamiento más duras, un miedo constante al virus y la soledad están entre todo lo que pasan los ancianos cada día, y algunos ni siquiera tienen un libro que leer.
Así que cuando una anciana de 72 años dejó una nota pidiendo a los vecinos algunos libros o DVDs que le pudieran prestar, todos la ayudaron. El tuitero Bon Cliff, de Londres, cuenta cómo dejaron material en su puerta sin pensarlo mucho. Pero la mujer quedó tan conmovida que les dejó una nota de agradecimiento en el portal, y es lo más bonito que vas a leer hoy. La publicación de Bon Cliff se volvió viral al instante, con casi 500000 likes y 68000 retuits, demostrando que a todos les alegró verlo.
El tuitero Bon Cliff de Londres encontró esta nota pegada en la puerta del portal
«Hola vecinos, AYUDA, ¿alguien tiene libros o DVDs de sobra? Tengo 72 años y vivo sola, y me estoy volviendo loca sin nada que leer. Apreciaría mucho cualquier cosa, por favor, dejadlo frente al 143. Gracias por vuestra amabilidad. Que estéis bien y a salvo.»
Image credits: conniebliff
La anciana quedó tan conmovida que escribió esta reconfortante nota de agradecimiento a los vecinos
«GRACIAS A TODOS, estoy muy conmovida y aprecio vuestra generosidad y amabilidad. Cuando haya terminado con los libros, DVDs y demás los dejaré en la mesita del portal para que todo el mundo los disfrute (pero llevará un tiempo). PD: habéis salvado la cordura de esta anciana.»
Todos dieron las gracias a los amables vecinos:
Image credits: ___valeriaGF___
Image credits: badboychadhoy
Image credits: helloiamPoppy
Image credits: Jkane126
Image credits: birdquartz
Image credits: sneakers1957
Hans Kluge de la OMS en Europa, instó a los jóvenes a ayudar a los mayores: «Apoyar y proteger a los ancianos que viven solos en la comunidad es asunto de todos. El distanciamiento social y físico no es aislamiento social.» Es nuestro deber ayudar a los más vulnerables durante el confinamiento.
Durante estos momentos de aislamiento los mayores necesitan acceso a suministros, medicinas y comida nutritiva. Sin eso, la soledad se puede convertir en una tortura y tener un impacto emocional negativo. La OMS advierte que «la salud mental en estos tiempos de ansiedad es también algo clave». Normalmente, para levantar el ánimo a alguien basta con una llamada de 5 minutos o una bolsa con cosas que necesite.
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