20 Mujeres que se casaron con una persona que no era «la definitiva» comparten cómo resultó su vida
Conseguir una relación duradera y sana es algo que todos deseamos. Pero, ¿cómo se puede saber que esa persona concreta, de entre los 7.600 millones de personas que hay en la Tierra, es realmente la elegida? ¿Y no estamos sobrevalorando esta suposición de que en algún lugar están nuestras adorables y compatibles otras mitades que fueron enviadas desde arriba y más allá?
Bueno, puede que nunca encontremos una respuesta definitiva, pero también podemos ver lo que tienen que decir las personas que experimentaron el sentimiento contrario. La pregunta "Mujeres que se conformaron con alguien que sabían que no era el indicado pero que por lo demás era una buena persona, ¿cómo les va?" fue planteada en uno de los rincones de Reddit y seguramente trajo algunas respuestas muy esclarecedoras.
Veamos qué dijeron las mujeres sobre el tema, ¡y no olvides compartir tus opiniones en la sección de comentarios más abajo!
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No existe "el elegido". Esta es una idea tóxica que destruye relaciones que, de otro modo, podrían funcionar. Las personas son compatibles contigo o no. Y además hay principios del matrimonio que se siguen para tener éxito. La gente no sigue estos principios y luego racionaliza con esta idea de que simplemente no eran almas gemelas. Es trágico.
Personalmente, no creo en "el elegido", creo en la elección, como en cualquier otra cosa. Elegimos a nuestras parejas basándonos en una larga lista de razones, desde la apariencia hasta lo cómodos que nos sentimos con ellos, etc. .... Elegí a mi marido porque satisface muchas de mis necesidades, y le quiero por eso y por lo que es. No es un modelo GQ, no es rico y sí, a veces me fastidia, pero lo elegí. Y elijo amarlo por lo que es en lugar de aguantar la idea de "el elegido".
Llevamos 28 años casados. Hemos tenido nuestros altibajos, pero para ser honesta, él era el elegido, sólo que yo no lo sabía en ese momento. A veces "el elegido" es un ideal basado en las prioridades de la juventud, pero con la madurez, te das cuenta de que algunas de esas cualidades ya no son tan importantes... Debo añadir también, que me encontré con "el elegido" de nuevo hace unos años. No me impresionó, ¡y creo que me escapé bien de eso!
Todo el mundo quiere una pareja perfecta, no cabe duda. Pero cuando se trata de encontrarla, nuestra sociedad pone mucha presión en tener esa historia de amor perfecta en la que todo encaja y fluye como en una película.
Pero en realidad, fomentar una relación sana y mutuamente beneficiosa requiere tanta magia como trabajo duro, si no más de lo segundo. Tanto si es "la elegida" como si no, las parejas están destinadas a enfrentarse a retos similares, si no iguales, que, al final, ponen a prueba su amor y comprueban realmente si están hechos el uno para el otro.
Mi marido ahora es bueno. Es una buena persona, un fuerte proveedor, me hace reír, el sexo es satisfactorio. Podemos hablar entre nosotros con facilidad. Sólo que no es la experiencia del ENAMORAMIENTO que todo el mundo dice querer. No me malinterpretes: hay amor. Pero el romance/el príncipe azul/el todo o nada no está ahí. Estoy en esto a largo plazo. Y mi marido también.
No creo en "el elegido", así que me casé con un hombre que es un ser humano increíble. Me dedico a trabajar en nuestra pareja con una visión muy pragmática.
Estaba convencida de que "el elegido" me iba a dar mariposas y se iba a sentir abrumado por mi presencia. Cuando conocí a mi actual pareja, nada de eso era cierto. No dejaba de cuestionarlo, en plan: 'Algo va mal. No sé si es el indicado'. Llevamos un tiempo juntos y me alegro de no haber hecho caso a esos atisbos de duda. Las mariposas están sobrevaloradas. Mi pareja está ahí para mi cada día y hemos construido una base realmente fuerte y sólida.
En los tiempos de la pandemia mundial, las parejas se han enfrentado a retos sin precedentes. Todos nos vimos abocados a situaciones extremadamente estresantes, tratando de hacer funcionar desde casa los trabajos a distancia, la cuarentena, la educación en casa y el limitado tiempo de ocio. No es de extrañar que la pandemia haya provocado un pico nunca visto de rupturas y divorcios.
Así que para saber cómo mantener la llama del amor encendida incluso en las condiciones más hostiles que ponen nuestras relaciones bajo una tensión nunca vista, Bored Panda se puso en contacto con Jane Parker, una orientadora de relaciones avanzadas de intervención estratégica que entrena a sus clientes para tener relaciones exitosas, satisfactorias y saludables.
Ha mejorado con trabajo. Es un buen hombre y lo quiero, pero nunca me enamoré de él. En el momento en que nos conocimos no quería ni necesitaba eso. Necesitaba seguridad y estabilidad. Ahora que nos hemos asentado en la vida juntos, he abrazado esos rasgos que él aporta, y cuando me entran ganas de algo más excitante, lo encuentro en otras cosas
Me enamoré sin esperarlo de un hombre 31 años mayor que yo. Me asustó porque estaba en ese ciclo de salir con chicos cinco años más jóvenes que yo. No paraba de hacerme regalos, de ayudarme y de llevarme a comer. De alguna manera nos casamos cinco meses después de conocernos. Incluso después de un año de matrimonio, no podía entender que fuera tan mayor. Siempre esperé a alguien de mi edad. Después de una década me doy cuenta de que él es definitivamente el indicado y me doy cuenta de que los hombres de mi edad son de infarto. Todo va bien.
En unos meses cumpliremos seis años juntos. Es la persona más amable que conozco y siempre me ha tratado con nada más que respeto. Es la definición de un buen hombre. Y, no puedo explicar cómo lo sé, pero desde lo más profundo de mi corazón sé que nunca, jamás, me hará daño. Y seguridad es lo que necesito sentir
"Es importante que tengamos nuestro propio espacio, mental y físicamente, y las restricciones de la pandemia nos han quitado mucho de eso", explicó Jane y añadió: "Todos estamos lidiando con nuestros propios sentimientos y responsabilidades y eso puede afectar a lo que somos capaces de dar a nuestra pareja e hijos. Así que tiene un efecto en cadena".
Terminó hace años. Como algunos otros han dicho, cuando sientes que alguien no es "el indicado" suele ser tu mente la que trata de indicarte que algo está mal. Después de algunos años me di cuenta de que mis necesidades emocionales no se satisfacían por mucho que él lo intentara. Además, aunque me atraía, no era mi tipo físico, así que cuando las cosas se ponían feas, no quería acostarme con él.
Ahora, priorizo la compatibilidad emocional y la atracción física más que en el pasado.
Es maravilloso, una gran parte de mi vida y mi mejor amigo. Ya hemos acordado que él será mi dama de honor y yo su padrino. Lamentablemente éramos demasiado incompatibles románticamente, pero se ha convertido en una amistad fantástica. Incluso platica y juega con mi otra mitad.
Nos divorciamos después de 3 años porque él no era el indicado y resultó que tampoco era una buena persona. Me conformé porque quería una familia pero en realidad terminé perdiendo aún más tiempo al quedarme con la persona equivocada. Ahora estoy divorciada y tengo 40 años, sin hijos y sin pareja.
Pero no son sólo las restricciones las que han hecho mella en muchas relaciones que, por lo demás, son felices. Jane explicó que la desigualdad en las relaciones también ha sido puesta de manifiesto por las mujeres que sienten que están pasando el mejor momento romántico de su vida.
"Muchas mujeres sienten que los sacrificios y las responsabilidades que han surgido a causa del bloqueo han caído a sus pies mientras que sus parejas han podido centrarse en su trabajo como siempre", dijo la coach de relaciones.
Casada desde hace cinco años, juntos desde hace 16 años. No siempre es fácil. Estamos en una situación difícil y es fácil, después de cada problema, pensar: "Sabía que no debía seguir con él". A veces me pregunto si estoy siendo cobarde... Mi marido me adora y es un buen hombre pero no me llena intelectualmente, es emocionalmente inmaduro y estamos en planetas diferentes de deseo sexual. Es una lucha pero no es una pesadilla
Quedó claro después de 8 meses en que él nunca quiso una relación, sólo una novia como señal de éxito de "ser adulto" y para no aparecer más en los eventos familiares solo. Todo el tiempo, yo estaba completamente comprometida con la relación aunque sabía que él no era el indicado desde el principio.
Lo que me salvó fue que encontré el trabajo de mis sueños a unas dos horas de distancia de donde vivíamos (vivíamos en la misma ciudad, pero no juntos). Estaba ansiosa por mudarme y finalmente desconectar. De todos modos, habría roto con él, pero me alegraba de haberme mudado lo suficientemente lejos.
Dos semanas antes de terminar oficialmente, me dijo que si uno de sus amigos salía con alguien como yo, le diría que corriera y no mirara atrás. Así que cité esto en la ruptura y le pregunté qué pensaba exactamente que pasaría. ¿Si creía que yo querría quedarme después de que me dijera algo así? Me dijo, y no bromeo, que pensaba que diciéndome esto intentaría ser una mejor novia
Todo va decentemente bien. Tenemos algunos problemas de comunicación que solucionar (así como de madurez emocional por parte de mi pareja), pero por lo demás es funcional y estoy principalmente contenta.
Además, "se ha asumido que la mujer será la que se encargue de educar en casa, de cuidar a los niños o a los familiares mayores, de dirigir sus negocios/trabajar desde casa y de cuidar la casa". Esto especialmente puede "causar resentimiento si no se aborda", concluyó Jane.
La cosa va. Sé que no está bien, pero es una buena persona. A veces quiero mucho más. Ahora mismo, me costaría mucho dejarlo, y sí tengo amor por él. Nuestros hijos tienen un gran sistema de apoyo entre nosotros, y vivimos una vida decente
Se arruinó. Permanecer en una relación así para mí se sentía como renunciar a un pedazo de mí. Es maduro comprometerse sí, pero hazlo por las razones correctas con la persona correcta para ti. Si tu intención es sentirte seguro, si eso es lo más importante siempre, entonces hazlo. Personalmente sentí un vacío, algo que me faltaba... me sentí finalmente sola y rompimos.
Fue bien durante más de 10 años. Ahora estamos separados pero compartimos la crianza de los hijos. La vida no es perfecta, pero está bien.
Veinte años de matrimonio y tres hijos después, somos muy buenos compañeros y formamos un gran equipo. Sin embargo, estoy algo triste por lo poco que tenemos en común fuera de eso.
Bastante bien. Al principio no fue realmente una luna de miel, pero ahora llevamos cinco años juntos y somos muy felices.
