20 Mentiras muy vergonzosas descubiertas en Internet (nuevas imágenes)

Internet es un lugar fascinante. Por mucho que nos guste una historia más grande que la vida (después de todo, la verdad es más extraña que la ficción), también nos encanta destrozar a cualquiera que sea sorprendido mintiendo. Pasamos tan rápido de estar obsesionados con historias emocionantes y enamorados de lo absurdo a convertirnos en una turba furiosa con horcas cuando nos sentimos estúpidos por ser crédulos. Por eso, la cuenta de los "Didn't Happen of the Year Awards" es tan divertida. En lugar de caer en estas ridículas historias o verlas y no tener a nadie con quien reírse, aparte de los amigos a los que enviamos los tuits por DM, los lectores pueden reírse junto a otros 420.000 seguidores. 

La página se ha hecho tan popular que su creador, Harry Barnes, incluso tiene previsto publicar un libro a finales de este año con algunas de las historias más ridículas de la cuenta de Twitter. "Ya sea Chris Eubank contando al mundo que a los 18 años debería haber ganado 100.000 dólares en la lotería americana, pero que el tipo de la tienda de abarrotes se los quitó, solo para usarlo como motivación para ganar un título mundial seis años después, o Britney Spears afirmando haber corrido los 100 metros planos en poco más de cinco segundos, el LIBRO OFICIAL DE LOS DIDN'T HAPPEN OF THE YEAR AWARDS está lleno de hipérboles, adornos y bordados de toda una serie de exagerados online", dice la descripción del libro. "El libro está repleto de contenido exclusivo, incluyendo la historia real detrás de Tom Zanetti y su supuesto paseo en helicóptero que apareció en The Mirror, así como la forma en que el DHOTYA llegó al Parlamento del Reino Unido".

¿Por qué nos apresuramos a ridiculizar a las personas que comparten historias falsas en Internet? Por lo general, no podemos demostrar que estas situaciones no ocurrieron, y de todos modos no importa realmente. La gente exagera la verdad todo el tiempo, ya sea un comediante que cuenta mentiras blancas para hacer más divertida su actuación o un padre que insiste a su hijo en que si no se va a dormir en este momento, Santa Claus no vendrá. Además, Internet está plagado de noticias falsas, ¿es realmente responsabilidad de los usuarios de Twitter y Facebook mantener nuestro Internet libre de mentiras?

Tal vez nos enfadamos cuando sentimos que se ha violado el acuerdo tácito de ser honestos. No es sorprendente ver a una gran empresa o a un político difundir información falsa, pero se supone que la gente normal es honesta. Somos el pegamento que mantiene unidos sitios como Twitter y Facebook, así que no podemos empezar a ponernos en contra de los demás insistiendo en que nuestros hijos de dos años saben tocar el piano mejor que Mozart. Bueno, supongo que podemos ponernos en contra de los demás cuando se trata de repartir los premios a lo que no ocurrió en el año, pero eso es más una cuestión de responsabilidad. Solo queremos asegurarnos de que las mentiras en línea no se salgan de control. 

También hay algo en la red que nos hace más atrevidos que en la vida real. Seguro que puedes reprender a un colega o a un amigo íntimo cuando cuenta una historia que parece poco creíble en persona, pero cuando eso ocurre, tenemos que lidiar con la posible tensión y la discusión que puede surgir. En Internet, algunas personas creen que pueden soltar las tonterías que quieran sin ninguna consecuencia, y otras deciden que pueden ser los policías de la realidad que dictan lo que se puede compartir públicamente. 

La idea de mostrar una imagen falsa o idealizada de nosotros mismos en Internet no es nada nuevo. Hace tiempo que Instagram se conoce como un mero carrete de lo más destacado del día a día de la mayoría de la gente, y en Twitter, los tuits más divertidos y extravagantes son los que mejor funcionan. No sería tan entretenido si estas historias ofrecieran una advertencia de: "Oye, solo para que lo sepas, ¡me lo he inventado!". Y todos sabemos lógicamente que las vacaciones de nuestros amigos no son puramente melocotones, sol y tumbarse en la playa, pero eso es lo que van a intentar convencernos a través de sus publicaciones en las redes sociales. Lo entendemos porque probablemente también somos culpables de endulzar nuestras propias vidas. Pero ¿no es un poco triste que algunos de nosotros sintamos la necesidad de inventar historias locas para parecer más interesantes?