20 Memes reconfortantes para devolverte la fe en la humanidad

La amabilidad es un lenguaje que todos entendemos, independientemente de nuestra edad, raza, etnia, religión, estatus e identidad. Es un acto sencillo que puede aportar consuelo, alegría y un sentimiento de pertenencia a los demás, independientemente de su origen o circunstancias. Lo que hace que la bondad sea aún más poderosa es que es completamente gratuita, pero su impacto puede ser inconmensurable.

Con más de 200.000 seguidores, la comunidad de Instagram kindakindco nos muestra cómo un pequeño gesto de amabilidad puede alegrar el día a alguien y fomentar relaciones positivas. En un mundo en el que a menudo nos centramos en lo que nos separa, este tipo de mensajes nos recuerdan nuestra humanidad común.

Por encima de todo, debemos practicar la autocompasión. Esto significa que no debes ser demasiado duro contigo mismo. En los momentos difíciles, debes tratarte con la misma comprensión y cuidado que ofrecerías a un amigo. Además, si cometes un error o te enfrentas a un contratiempo, intenta evitar la autocrítica. En su lugar, trata de reconocer tus sentimientos y recuérdate a ti mismo que a veces luchamos.

Dar prioridad a tu bienestar es una forma esencial de amabilidad. Intenta dedicar tiempo a actividades que te gusten. Puede ser cualquier cosa, desde dar un paseo por la naturaleza, leer un libro o disfrutar de un largo baño.

Las investigaciones demuestran que ayudar a los demás y ser amable en general puede hacernos más felices. Un estudio reveló que las personas que hacían cosas amables por los demás todos los días durante una semana experimentaban un notable aumento de su felicidad. Esto es cierto independientemente de si eres amable con amigos, familiares, extraños o incluso contigo mismo. Curiosamente, el mero hecho de ver a otros ser amables también puede tener un impacto positivo en tus emociones.

Esto se debe a que la amabilidad provoca la liberación de hormonas del bienestar como la serotonina y la dopamina, que mejoran nuestro estado de ánimo y crean una sensación de satisfacción y bienestar. Estas hormonas encienden los centros de placer y recompensa del cerebro, no sólo para la persona que recibe la amabilidad, sino también para la que la ofrece.

Si estas imágenes te han inspirado, también puedes empezar a incorporar pequeños actos de amabilidad a tu vida diaria. Por ejemplo, puedes empezar con algo tan básico como ir a ver a tu vecino. O puedes ser mentor de los niños de tu comunidad o voluntario en algún albergue cercano.

Ser generoso puede crear un efecto dominó e inspirar a otros a hacer lo mismo. Estas imágenes son un fantástico recordatorio de lo impactantes que pueden ser los pequeños actos de bondad. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo amable? ¿Cómo te sentiste?