La vida está llena de casualidades. Un segundo estás caminando con confianza por la calle y, al siguiente, tus pies tropiezan con absolutamente nada. ¿Por qué no aceptarlo y reírse de lo absurdo? La cuenta de Instagram «Satisfy Daily» está repleta de memes divertidos que quizá te resulten muy familiares. No, en serio: Es como si alguien tuviera un asiento en primera fila para ver mis momentos más ridículos y, sinceramente, ni siquiera me enfadaría por ello.
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Por sencillos que parezcan, hay muchos «ingredientes secretos» para que un meme sea bueno. Al fin y al cabo, todos los días se «crean» nuevos formatos de memes, pero la gran mayoría de ellos simplemente no perduran. En última instancia, los memes deben tener algunos componentes clave para resistir el paso del tiempo.
En primer lugar, los memes deben ser realmente legibles. Las imágenes y las ideas tienen que tener sentido para mucha gente y deben ser lo suficientemente universales como para poder aplicarse a otras cosas. Los memes se difunden porque varias personas ven la plantilla y le añaden sus propias ideas.
Casi como pictogramas o jeroglíficos, los memes «transmiten» ideas con increíble rapidez. Una parte clave de un meme es que no estás leyendo párrafo tras párrafo de texto, aunque algunas personas insisten en hacer memes de ese tipo. En última instancia, un meme vive o muere en función de lo rápido que la gente pueda captar su concepto central e iterar sobre él.
Por eso muchos movimientos, incluidos los políticos, utilizan memes para organizar acciones y concienciar. Como los eslóganes políticos o los carteles de antaño, un meme es rápido y fácil de entender. Realmente cualquier cosa puede ser «memeificada», desde experiencias humanas comunes hasta partes muy específicas de un subgrupo.
Si te has quedado con ganas de ver más memes divertidos, puedes continuar con nuestra lista anterior aquí.
Ay pobre chiquitina. Eso es hacer sufrir a un bebé para poder sacar esta foto y reirse a su costa. Me dan ganas de sacarla de ahí, cogerla en brazos y consolarla.