40 Divertidas mascotas que no se cortan a la hora de mostrar lo celosas que son

Según un estudio realizado con 18 perros, los investigadores descubrieron que las mascotas tenían actitudes más celosas al ver que sus dueños interactuaban con perros de mentira (que contaban con una apariencia realista) que cuando lo hacían con otro objeto que no tenía forma de can.

De hecho, los perros estudiados también se mostraron celosos cuando, sin poder ver a sus dueños, ya que se encontraban detrás de una barrera, oyeron frases cariñosas que estas personas podrían estar diciéndoles al perro falso. Sin embargo, se calmaron bastante cuando se les permitió ver que sus humanos no estaban interactuando con el perro de mentira, sino con otro objeto. Así, una de las teorías es que los perros podrían sentir celos incluso al imaginar que sus dueños son cariñosos con otros animales, los cuales son percibidos como “rivales sociales”.

“Estudios anteriores confundieron el comportamiento celoso con el juego, el interés o la agresión”, explicó Amalia Bastos, psicóloga de la Universidad de Auckland, de Nueva Zelanda. En el caso de esta investigación, los perros estuvieron mucho más inquietos cuando vieron o creyeron que sus dueños se comunicaban con el perro falso que con el objeto que no tenía forma de animal.

“[Los otros estudios] nunca evaluaron las reacciones de los perros ante el dueño y el rival social que estaban presentes en la misma habitación, pero que no interactuaban”, comentó, al destacar la importancia de este análisis, que por primera vez estudiaba las actitudes que tenían los animales no frente a lo que podían ver, sino a lo que se imaginaban que estaba ocurriendo. “Es demasiado pronto para decir si los perros experimentan celos como nosotros, pero ahora está claro que reaccionan a situaciones que los inducen, incluso si ocurren fuera de la vista”, agregó la experta.

Para que alguien sienta celos, necesita tener la habilidad cognitiva para reconocer, al menos en cierto nivel, la importancia de una relación y medir las potenciales amenazas que podrían existir: una tarea difícil, sin dudas.

Con respecto a los humanos, las investigaciones revelaron que los niños de tan solo 6 meses demostraron celos cuando sus madres interactuaron con otros infantes (que, en realidad, era un muñeco de aspecto realista). Esto sugiere que los celos pueden ser una emoción natural (no aprendida) que evolucionó para proteger las relaciones sociales de los intrusos y que también puede que exista en otros animales sociales.

Además de estas imágenes, un gran porcentaje de los dueños de mascotas reportaron señales de celos constantes en otras mascotas domésticas, como los caballos, las aves y los gatos.