20 Malas enseñanzas que los padres deberían dejar de darles a sus hijos
Son muchas las cosas que deseamos que nuestros hijos supieran. Sin embargo, separar la paja del trigo, lo real de la ilusión, siempre es algo difícil de lograr. Y algunas de las cosas que nuestros niños aprenden terminan siendo más perjudiciales que beneficiosas, ¿no lo creen, queridos Pandas?
Es así como los padres que concurren Reddit han estado contribuyendo al tema y compartiendo sus opiniones en un hilo viral de r/AskReddit sobre qué malas enseñanzas se les suelen dejar a los niños, desde consejos sobre el hecho de que siempre deberíamos chequear la información dos veces hasta aceptar las fallas en lugar de huir de ellas. Algunas de estas sugerencias son acertadas y ayudan a los niños a poder crecer y convertirse en adultos sanos y felices. (Y no se lo digan a nadie, pero algunos de nosotros podríamos poner en práctica unos cuantos de ellos, también).
Léanlas a continuación y voten a favor de aquellas con las que estén de acuerdo. ¿Tienen algún consejo sobre qué cosas deberían enseñarse o no a los niños? Asegúrense de compartir sus pensamientos con los demás lectores en la sección de comentarios.
Contactamos con Lenore Skenazy para aprender más sobre cómo superar la mentalidad pasiva que se enseña a los niños en las escuelas y cómo comenzar a dejarse llevar por la curiosidad en la adultez. Lenore es la fundadora del movimiento de Niños Criados en Libertad (Free-Range Kids movement) y la presidenta de Let Grow, una organización sin fines de lucro que lucha contra la sobreprotección, promueve la independencia y hace que los niños sean “a prueba del futuro”. Queridos lectores, debajo podrán encontrar las reflexiones que ella ha compartido con Bored Panda.
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Que no debes golpear a una mujer. ¡No golpees a nadie! (A no ser que sea en defensa propia). Si mi hijo está siendo golpeado por una mujer y acosado… derechos igualitarios, luchas igualitarias.
Si se deja a la educación moderna a su suerte, por lo general tiene un efecto no deseado como el de hacer que los niños se vuelvan más pasivos de lo que nos gustaría. La escuela tiende a recompensar el acatamiento de órdenes y la sumisión más que la independencia, la curiosidad y el estímulo. Y este es un problema que puede llegar a tener grandes consecuencias, una de las cuales es el miedo de hacer lo que quieres o intentar cosas nuevas.
“Cuando una amiga mía, que es maestra del séptimo grado, les preguntó a sus alumnos —de entre 12 y 13 años— qué cosas nuevas querían hacer por sí mismos, pero que aún se encontraban algo indecisos como para intentar, las respuestas fueron muy impactantes para mí”, compartió Lenore, la fundadora de Let Grow y el movimiento de Niños Criados en Libertad, con Bored Panda.
“Un niño quería pasear a su perro, pero estaba asustado de que este se soltara de la correa. Otro dijo que quería ir a la tienda, pero nunca había estado dentro de una sin su madre y estaba preocupado de encontrarse rodeado por extraños. Algunos dijeron que querían montar en bicicleta o incluso trepar un árbol, pero estaban muy asustados de resultar heridos”.
Hacer que los niños abracen o besen a personas (normalmente, parientes) con las que se sienten incómodos no está bien. Puede que el niño solo esté malhumorado y/o no quiera demostrar afecto, o quizá su percepción les dé una señal de alerta que no saben cómo comunicar. Además, forzarlos a abrazar o besar les da un mensaje contradictorio tanto sobre los límites personales y físicos como sobre el afecto en sí mismo.
Lenore explicó que “nuestra cultura del catastrofismo” ha asustado mucho a los padres, a quienes les produce ansiedad dejar que los niños hagan cualquier cosa. Si bien existen excepciones, muchos padres se inclinan drásticamente a ser sobreprotectores y autoritarios porque temen por la seguridad de sus pequeños.
Irónicamente, el resultado es opuesto a lo que buscan. “El resultado no es la seguridad, sino niños ansiosos que internalizaron el mensaje de que todo es mucho más de lo que ellos pueden manejar. Cuando estás ansioso, un pequeño desliz no resulta tan simple. Se siente inmenso, incluso peligroso. Y, ¿cómo puedes evitar todas estas amenazas? Esa parte es simple”, Lenore explicó. “Evitas hacer lo que sea”.
No hacer nada es exactamente lo que terminaron haciendo estos estudiantes de séptimo grado que Lenore mencionó con anterioridad. El miedo se extendió a otras partes de su vida en clase, desde tomar un examen ("¿Qué pasará si sacan una baja calificación?”) hasta preguntar al profesor en qué lado de la hoja deberían escribir su nombre (“¡No se atrevían a decidirlo por sí mismos!”).
Que fallar está mal. Fallar no debería ser considerado como un obstáculo, sino como una parte del proceso de aprendizaje. Estigmatizar los errores hace que muchos niños pierdan el interés en las cosas una vez que se equivocan.
A nadie le importan las problemáticas de niños y adolescentes. “Bueno, todo empeorará más adelante”. “¿Piensas que la escuela es difícil? ¿Alguna vez has pagado una factura?”. “Solo eres un niño, no puedes sentirte de esta manera”.
Esto genera una desconexión emocional entre padres e hijos. Y esto hace que los niños se sientan solos en sus problemas emocionales a los que nadie le importan porque no son adultos y no tienen “problemas de adultos”.
Parece que forzar a los niños a comer todo lo que hay en sus platos es algo bastante perjudicial, no importa si se encuentran satisfechos, aún así tienen que comer todo y no pueden dejar la mesa hasta que lo hagan.
“La profesora le dijo a una niña que una vez llegó tarde a clase y no tuvo tiempo de almorzar. ‘Está bien, ¡solo coge algo de la cafetería y vuelve!’. ‘¿Sola?’, preguntó la niña. Le asustaba caminar por los pasillos de su escuela segura, en un vecindario seguro en los suburbios de Nueva York. La vida del día a día se ve como algo lleno de riesgos”.
Esta pasividad no hace a los niños felices, Lenore mencionó claramente. Al contrario, los niños se mantienen en lo profundo de sus zonas de confort creyendo totalmente que eso es todo lo que la vida tiene para ofrecer. Afortunadamente, los estudiantes que Lenore mencionó contaban con una increíble profesora que no quería que ellos pasaran por el instituto y la adultez con tanto miedo en sus vidas.
“Ella quería romper ese cascarón que cada día se endurecía más a su alrededor. Así fue como les asignó el Proyecto Let Go, una consigna que les pide a los niños que ‘Vayan a casa y hagan algo nuevo por ustedes mismos’. Al fin, estos recibieron un pequeño empujón para salir de su zona de confort, y también lo recibieron sus padres. Después de todo, la escuela comenzó a decirles que comenzaran a soltar las manos de sus niños para comenzar a darles un poco de independencia”, dijo Lenore.
“No hay que ser 'soplón' o 'chismoso'.
¿Cuántos niños son abusados o agredidos y no se animan a contarlo por esto?".
Estar equivocado está mal. Esta es la razón por la que muchas personas no cambian su opinión incluso cuando se les da información confiable, no quieren estar equivocados.
La educación sexual basada en la abstinencia. Esto es algo más sobre lo que no se les está enseñando.
Una apropiada educación sexual es importante.
Mi madre me castigaba frecuentemente y cuando preguntaba el por qué o qué era lo que había hecho, ella me decía “Yo soy el adulto y tú eres el niño” o “porque yo lo digo” o “no necesitas una razón”.
Que quejarse es lo mismo que no ser agradecido. No puedo contar la cantidad de veces que, en mi infancia, los adultos me hacían callar cuando comenzaba a quejarme de algo, y decían que debía ser agradecido de haber nacido donde nací. Está bien, me alegro de no haber nacido en una familia africana que pasa hambre, pero eso no significa que aquí todo es perfecto y que no deberíamos tratar de mejorar las cosas.
En una entrevista anterior con Lenore, la presidenta de Let Grow y fundadora del movimiento de Niños Criados en Libertad (Free-Range Kids movement), le comentó a Bored Panda sobre cómo los niños pueden mantener su curiosidad activa y su deseo de aprender en funcionamiento mientras crecen.
“Me he estado preguntando esto a mí misma: ¿Cómo seguir siendo curioso cuando te enfrentas al desinterés? Solo un paso por detrás de la Covid (y en gran parte gracias a la Covid), el desinterés es uno de los virus más contagiosos a nuestro alrededor. Te cansas y te aburres de estar cansado y aburrido, de hablar sobre estar cansado y aburrido, y sucumbir a ello”, dijo Lenore sobre cómo la pandemia hace que todos nos sintamos con menos energía tanto física como mentalmente.
“Desafortunadamente, todo esto es autorreforzado: Sentirse desganado te lleva a navegar por la red social de tu elección, lo cual te hace sentir aún más desganado, y te lleva a navegar por un rato más, etc.”.
Los niños comienzan a usar las redes sociales a edades muy tempranas, y pienso que esto es algo muy peligroso porque presiona al niño a valorarse según el éxito que logre en las redes. También pienso que los padres son muy abiertos en las redes sociales al momento de hablar sobre sus hijos y esto es una total violación a la privacidad de los niños, esto es algo que algunos padres nunca admitirán.
Lenore dijo sin rodeos: si queremos sentir curiosidad por la vida de nuevo, si queremos aprender constantemente, tenemos que comenzar por levantarnos del sofá. “Oblígate a salir. ¿Por qué? Porque más allá de tus cuatro paredes, las cosas nunca son las mismas. El clima, los animales, las personas, los sonidos, los aromas, las nubes; todo esto está a tu alrededor.”
Continuó: “Hazte comenzar a notar cosas nuevas. Hice esto con un amigo esta mañana. Dimos un paseo por nuestro vecindario y comenzamos a buscar detalles interesantes en las casas y edificios que íbamos pasando. Pasó de una pequeña caminata por calles que habíamos visto un millón de veces a casi una búsqueda del tesoro. ¿Y cuál era esa gran cosa que estábamos buscando? ¡Curiosidad! Cuando eres curioso, te sientes vivo de nuevo, descubres, piensas y te relacionas con otros. No puedes hacer eso si no hay nueva información frente a ti. Así que tu primer paso es obligarte a ir más allá dejando la comodidad de tu hogar (es más difícil durante la pandemia, pero no imposible)”.
Que todos somos ganadores. No. Perder y las decepciones son parte de la vida y algo necesario tanto para tu crecimiento emocional como social. Hay un montón de personas a las que les ha dicho que merecen cosas porque sí, y que cuando se enfrentan al mundo real no pueden asumir una negativa o fracaso a nivel personal y profesional con algo de gracia. Esto resulta en que la mediocridad sea aceptada como la norma porque nadie quiere desafiar la ineptitud. Mientras, se le resta importancia al trabajo duro y la dedicación de las personas que consiguen buenos puestos de trabajo. Es duro, pero es cierto. Los niños tienen que aprender a perder antes de comenzar a ganar. Esa es la única manera de que en algún momento puedan recibir la victoria con gracia.