40 Personas que llevan un día terrible en el trabajo

Nos ha pasado a todos. Los directores generales, los becarios, los autónomos, nadie es inmune a un mal día en el trabajo. Y cuando sientes que todo se te cae de las manos y que tu cabeza está a punto de explotar, miras el reloj y dice que aún quedan horas para que el día se convierta en historia. Así que para saber qué podemos hacer exactamente para ayudar a los pobres de nosotros que sufrimos un mal día en el trabajo, Bored Panda se puso en contacto con Christine Mitterbauer, coach de carrera licenciada y aprobada por la ICF y emprendedora en serie, que estuvo encantada de compartir algunos consejos y reflexiones útiles.

"Cuando estás en el momento y te pasa esto, lo mejor es dejar lo que estás haciendo, no decir ni una palabra más y excusarte para ir al baño", dijo Christine y añadió que lo último que quieres hacer es explotar delante de tu jefe y compañeros. "Hacer esto resuelve el problema a corto plazo, pero para evitar este tipo de situaciones a largo plazo, hay algunas estrategias que podrías practicar".

"Suponiendo que te hayas excusado y hayas encontrado un espacio privado, ya sea el baño o el exterior al aire libre, lo primero que debes hacer es controlar tu respiración. Nuestra respiración está íntimamente ligada a nuestros sentimientos y emociones, así que al inspirar profundamente y exhalar lentamente, empiezas inmediatamente a calmar tus emociones de ira", afirma Christine. De hecho, la coach profesional sostiene que es imposible estar de mal humor y enfadado mientras se respira lenta y profundamente. "Hazlo 10 veces", sugiere Christine.

"Otra cosa que hay que hacer es recordar que todo el mundo tiene siempre una razón para actuar y hablar como lo hace, una razón que tiene sentido para ellos. Puede que no tenga sentido para ti y que te irrite o enfade, pero al intentar comprender la mente de la otra persona que te ha enfadado, empiezas a perder parte de ese enfado. Nadie está siendo malo o irritante a propósito".

Obviamente, hay que minimizar los días malos en el trabajo, dice Christine, ya que si hay demasiados días malos, puede haber consecuencias. "Esto sí puede afectar a tu confianza, ya que empiezas a cuestionarte a ti mismo y a tu capacidad para hacer el trabajo", afirma.

Otro gran consejo para asegurarse de no llegar al momento de explotar en el trabajo es, antes de aceptar el puesto, "intentar en la medida de lo posible hacerse una idea del tipo de personas con las que se va a trabajar, ya que asociarse con personalidades que chocan con la nuestra puede dar lugar a demasiadas interacciones incómodas y de enfado".

Dicho esto, la coach profesional aseguró a nuestros lectores que, a no ser que seas un monje budista, casi todo el mundo tendrá días malos en el trabajo de vez en cuando, aunque ame su trabajo en su mayor parte. "Hablando de monjes budistas. Una estrategia a largo plazo para controlar realmente tu temperamento es practicar la meditación de la atención plena o mindfullness".

Es un método excelente para recuperar el control que sientes que pierdes cuando un mal día en el trabajo te afecta. "Es una forma de notar tus pensamientos por lo que son, 'sólo pensamientos', en lugar de que los pensamientos te controlen a ti. Cuanto mejor te vuelvas en esto, más rápido captarás tus pensamientos de ira en esos momentos cruciales, y serás capaz de apartarlos antes de que tengan la oportunidad de consumirte y hacerte sentir como si estuvieras explotando".

Christine dice que se puede practicar de 10 a 15 minutos al día y ver los resultados después de unas pocas semanas. ¡Así que definitivamente vale la pena probarlo!