Esta grosera Karen no escuchó las advertencias del camarero sobre la lluvia e hizo que todo su grupo perdiera la mesa

Trabajar en servicio al cliente tiene sus propios desafíos y dificultades. Con frecuencia, aquellos que trabajan en servicios de atención al cliente aprenden sobre las personas gracias a la forma en la que se comportan y, a veces, pueden predecir lo que harán luego. Lograr satisfacer al cliente y hacer que regrese al restaurante o al café se convierte en un arte sutil. Pero esto solo puede ser alcanzado a través del aprendizaje y la experiencia. Un usuario de Reddit, @iamjayjayisme, decidió compartir la historia de lo que le ocurrió cuando trabajaba como mesero, para demostrar que fue capaz de lidiar con un cliente grosero de forma perfecta.

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Trabajar en atención al cliente conlleva ciertos desafíos, pero nos enseña a comprender mejor a la gente

Image credits: Ronald Saunders (no es la foto real)

El narrador comenzó su historia contando que, hace algún tiempo, trabajaba en un restaurante al que, con frecuencia, visitaban personas algo “caprichosas”. El usuario también reveló que el restaurante tenía un área para comer al aire libre con una increíble vista del océano. Muy a menudo, la gente decidía sentarse allí. Evidentemente, esto era una gran opción cuando hacía buen tiempo, pero nadie puede saber cuándo se avecina una lluvia o una tormenta. Teniendo esto en cuenta, los empleados del restaurante estaban preparados para situaciones tales como tener que pedirle a la gente que se dirigiera a las mesas del interior.

Un usuario de Reddit compartió su experiencia de haber servido a un grupo de personas caprichosas que no quisieron cambiar de mesa

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El narrador continuó contando que había tenido que servirle a una mesa del exterior que tenía 9 clientes. Estas personas resultaron ser ese tipo de clientes que son muy demandantes y que creen que su falta de modales puede ser reemplazada gastando cierta cantidad de dinero. El informe meteorológico había indicado que ese día llovería, así que, teniendo eso en mente, el mesero intentó acercarse a una de las clientas para pedirle a todo su grupo que se cambiaran a una mesa dentro. A pesar de que la mayor parte del restaurante estaba ocupado, el personal les había preparado una mesa, sabiendo que, en cualquier momento, la lluvia comenzaría a caer.

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El narrador reveló que, en el restaurante donde solía trabajar, frecuentemente se le pedía a la gente que cambiaran a una mesa dentro debido a la lluvia

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Al principio, el mesero tuvo inconvenientes para llamar la atención de la cliente. Intentó explicarle la situación muchas veces, hasta que ella le gritó que manejarían la situación por su cuenta. Allí fue cuando el camarero se dio cuenta que no había razones para insistir, así que simplemente tomó sus pedidos y continuó llevando a otras personas hacia el interior del restaurante.

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Un tiempo después, la lluvia comenzó a caer, los 9 clientes tomaron sus bebidas y se dirigieron dentro para buscar una mesa. Sin embargo, llegados a este punto, el lugar estaba lleno y no tenían ninguna mesa donde sentarse. Y, además, sus pedidos estaban listos. La mujer le pidió al mesero que los ubicara en algún lugar, pero no había asientos disponibles, y fue allí cuando le recordó que ella le había dicho que se encargarían del asunto por su cuenta.

Lo mismo ocurrió el día en el que el mesero atendió a un grupo de 9 personas

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El mesero se acercó a una de las clientas para pedirle que se dirigieran dentro, debido a la lluvia que se avecinaba

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La situación terminó con alguien del grupo pidiendo que les prepararan la comida para llevársela, y así dejaron el restaurante y sus bebidas casi llenas, y se fueron hambrientos. Muchas personas de las redes se rieron mucho con esta historia, y dijeron que nadie debería molestar a una persona que te lleva la comida. Los usuarios se pusieron contentos al ver que personas groseras y molestas tuvieron lo que se merecían por la forma en la que trataron a los demás.

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Luego de muchos intentos de llamar la atención de la mujer, ella le gritó y le dijo que lidiarían con la situación ellos mismos

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El narrador no pudo hacer otra cosa que tomar sus pedidos y dejarlos donde estaban sentados

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Como se había prometido, la lluvia comenzó pronto y el grupo se dirigió dentro, listos para sentarse en otra mesa

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Sin embargo, como ya no había mesas disponibles, la mujer le preguntó qué podrían hacer, y el mesero le recordó que ese era su problema ahora

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La situación terminó con los clientes yéndose del restaurante y llevándose la comida con ellos

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