Mi padre fabrica preciosas joyas a partir de desechos metálicos

Me llamo Carolin Breeze y soy una estudiante de cine de 23 años procedente de un pequeño país del mundo. Hace como un año, mi padre (de 45 años) vino y me enseñó un artículo de joyería que había hecho con desechos y restos de metal. Me encanta la joyería y al verla me volví loca de contento.

Estaba gratamente sorprendida y llena de admiración y cariño hacia mi padre, que perdió su trabajo recientemente pero aún así sigue siendo una persona creativa que nunca ha dejado de usar sus manos para traer algo de magia y belleza al mundo. La pieza era un colgante grande hecho con cable de cobre que sacó de una radio vieja combinado con unas cuentas feas de bisutería que tenía en mi joyero. Mi padre nunca se dedicó a hacer joyería, pero ahí estaba y era sencillo y bonito a la vez.

Desde ese día, hemos estado diseñando distintos tipos de colgantes, pendientes y brazaletes, todos ellos inspirados en la mitología, las culturas antiguas, tribus indias, símbolos celtas, etc. Mi padre es verdaderamente muy polifacético:  sabe dibujar muy bien con ambas manos, talla esculturas de madera, solía ser tatuador y ahora fabrica preciosas joyas.

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Esta es la 2ª pieza que hizo mi padre:

Y esta la 3ª:

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