30 Instagramers cuyas fotos están tan lejos de la realidad que fueron ridiculizados en internet (Nuevas fotos)
El hecho de que las personas compartan una versión idealizada de sí mismos en las redes sociales, escogiendo solo sus mejores imágenes, pensamientos y experiencias, no es algo nuevo. Pero los extremos que llegan a alcanzar han sorprendido incluso a aquellos que creían haberlo visto todo.
Estoy hablando de r/Instagramreality. Es un subreddit en el que sus miembros derriban el glamour del maquillaje, las poses favorecedoras y todo tipo de edición de fotos, y exponen la verdad detrás de las apariencias. Ha existido desde 2017, y hemos escrito sobre él en numerosas ocasiones (aquí, aquí y aquí), pero hasta estos internautas continúan sorprendiéndose de lo absurdas que son algunas de estas manipulaciones de fotografías. Y estas son algunas de sus razones.
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En un artículo anterior sobre r/InstagramReality, Bored Panda se acercó a Siobhan Ward, uno de los principales terapeutas de Life Works, el cual es un centro de rehabilitación que proporciona tratamiento para las adicciones y los desórdenes alimenticios, para hablar sobre la magnitud de la adicción a las redes sociales en el Reino Unido.
“Si dividimos la ‘adicción a las redes sociales’ en categorías, abarcaría otros procesos o comportamientos adictivos como la pornografía y las apuestas, además de los desórdenes alimenticios, que son especialmente predominantes en redes como Instagram”, explicó Ward. “Puede que la adicción no sea a las redes sociales en sí, pero ellas se han convertido en una herramienta para otras adicciones”.
El terapeuta cree que las personas no pueden dejar de editar y alterar sus fotos en Instagram (aunque sean una mentira obvia) debido a la química del cerebro. “La dopamina es un neurotransmisor que influye en el adicto: es lo que nos dice que estamos disfrutando de algo y que, por lo tanto, necesitamos hacerlo de nuevo, ya que nos da placer”.
“Si una persona se toma muchas selfies que tienen que ser ‘perfectas’, quizás no sea adicta, puede que sea una señal de un trastorno narcisista de la personalidad. Además, si alguien publica fotos para obtener tantos ‘me gusta’ como sea posible, puede que no se sienta satisfecho con ciertos aspectos de su vida: quizás no tengan el cariño, el apoyo o, incluso, la seguridad que necesitan o que necesitaban al crecer y, por lo tanto, tuvieron que hallar otra forma de llenar ese agujero”, dijo Ward.
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Curiosamente, el recordar que las redes sociales son algo artificial también puede “llenarnos”. En un estudio de 2019, los investigadores decidieron examinar el efecto que las imágenes de “Instagram vs. realidad” (aquellas que muestran dos fotografías de la misma mujer lado a lado: una es su versión idealizada y, la otra, una representación más natural) tienen en la imagen corporal.
Reunieron a 305 mujeres de entre 18 y 30 años, el grupo demográfico más grande de usuarios de Instagram. Tenían una edad media de 25,34 años y un índice de masa corporal (IMC) promedio de 26,98, lo que indica un grupo de personas con un ligero sobrepeso. La mayoría de las mujeres se identificaron como caucásicas (69,2%), luego como latinas/hispánicas (11,8%), afroamericanas (10,2%), asiáticas (6,6%), nativo americanas (0,3%) y “otros” (2%). Aleatoriamente, se les asignó que observaran tres grupos de imágenes de Instagram durante un período de tiempo determinado: imágenes de “Instagram vs. realidad”, imágenes del lado “ideal”, o imágenes del lado “real”.
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“[El estudio halló que] observar las imágenes reales y las de ‘Instagram vs. realidad’ resultaba en una menor insatisfacción con respecto al cuerpo, en comparación con las imágenes ideales”, escribieron los investigadores. “Además, los efectos negativos de la comparación con la apariencia propia estuvieron mucho menos marcados en las imágenes reales y en las de ‘Instagram vs. realidad’ que en las ideales. Se concluye que las publicaciones reales y las de ‘Instagram vs. realidad’ cuentan con el potencial de fortalecer la satisfacción de las mujeres con respecto a su propio cuerpo, pero se necesita investigar más para evaluar su impacto a largo plazo”.
Siobhan Ward dijo que necesitamos ser conscientes de lo que creemos que obtenemos de las redes, para poder comenzar a resistir la tentación. “Al comprender por qué nos dirigimos a las redes, podemos empezar a pensar en formas más saludables de satisfacer estas necesidades”.