20 Momentos captados por cámaras de rastreo que quizá no deberíamos ver

Las cámaras de rastreo son herramientas increíblemente versátiles. Permiten a investigadores, conservacionistas y fotógrafos tomar fotos sin alterar la vida silvestre o el ecosistema local. Aunque algunos fotógrafos de vida silvestre prefieren esperar para sacar la toma perfecta, en algunos casos esto puede resultar poco práctico, por lo que dependen de las cámaras de rastreo.

Generalmente, las cámaras de rastreo se activan con el movimiento, son resistentes a la intemperie y tienen infrarrojos para tomar fotografías en la oscuridad. Estas herramientas también se conocen con una variedad de nombres diferentes, que incluyen cámaras de vida silvestre, cámaras remotas, cámaras de caza e incluso cámaras trampa. Las primeras cámaras de este tipo utilizaban cables trampa para activarlas.

Las cámaras de rastreo pueden ayudar a recopilar datos visuales sobre la población animal en un área determinada y realizar un seguimiento de sus hábitos. Por ejemplo, puedes utilizar las fotografías y la hora en que fueron tomadas para rastrear qué animales se alimentan, cuándo se alimentan, qué tan grandes son sus grupos sociales y cómo interactúan las diferentes especies entre sí.

Por ejemplo, al rastrear la vida silvestre local, es posible que aprendas sobre la cooperación entre especies, bastante inusual. Los tejones y los coyotes, ambos principales depredadores en sus respectivas cadenas alimentarias, en realidad cazan juntos animales pequeños en el oeste americano. Es el tipo de camaradería que probablemente verías en una película de Disney.

Sin embargo, no son sólo los animales los que pueden activar las cámaras de rastreo. Cualquier movimiento significativo o repentino puede activar los sensores de movimiento. Eso significa que estas cámaras pueden captar personas caminando por el bosque en medio de la noche y objetos espeluznantes y borrosos que no puedes distinguir. Naturalmente, nuestras mentes se vuelven locas al mirar estas fotos, con nuestra imaginación llenando los vacíos y tejiendo teorías sobre lo que sucedió exactamente allí.

El calor corporal también puede activarlas, cuando se encuentra dentro de un cierto rango de los detectores. Esta es una decisión de diseño práctica. Las cámaras de rastreo no toman fotografías ni videos continuamente porque eso agotaría sus baterías increíblemente rápido. Algunas cámaras vienen con la capacidad de conectarlas a una fuente de energía externa o incluso a paneles solares, lo que les da una longevidad adicional.

Está perfectamente bien sentirse asustado o nervioso con algunas de estas fotografías. Sin embargo, la mayoría de las fotos que aparecen en esta lista tienen (probablemente) una explicación lógica. Las fallas en los detectores de movimiento, la tecnología de infrarrojos, el flash y las propias tarjetas de memoria pueden significar que algunas fotografías se tomen cuando solo hay sombras inofensivas alrededor o que la imagen se corrompa de alguna manera.

Mientras tanto, la suciedad en la lente, los ángulos extraños, el viento, los animales demasiado pequeños o demasiado rápidos para ser captados, o incluso personas al azar que pasan pueden hacer que toda la escena parezca más espeluznante de lo que realmente es.

¿Cuál de estas fotos te asustó más? ¿Hubo alguna que realmente te pusiera la piel de gallina y te hiciera pensar cosas raras? ¿Alguna vez has configurado tú mismo una cámara de rastreo? Nos encantaría escuchar tu opinión sobre este tema, así que asegúrate de pasar por la sección de comentarios y compartir tus opiniones.

Hemos contado anteriormente otras historias sobre lo que captaron las cámaras de rastreo, puedes verlas aquí.