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Muchos vamos a la tienda a comprar tras un largo día de trabajo. Para aquellos que vienen de hacer trabajos manuales en el exterior, eso significa entrar a comprar quizá no muy limpios, pero es comprensible, ¿verdad?

Esta madre no pensaba así. Andy Ross, De Washington, vio que una niña le miraba fijamente en la tienda. Este hombre, que solía ser médico de operaciones especiales, ahora trabaja en la construcción, y volvía a casa tras el trabajo con cierta suciedad encima. No le molestó la niña mirándole con curiosidad, pero sí que la madre le señalara y le dijera en voz baja: «Por eso tienes que seguir estudiando.»

A Andy no le hizo ni pizca de gracia la actitud de la madre, que le estaba enseñando a su hija a juzgar a la gente por su apariencia. Así que se presentó y le enseñó una lección que seguramente no olvide.

Aquí debajo puedes ver lo que le dijo, ¿qué te parece? ¿Tenía razón Andy? ¿Habrías hecho lo mismo? ¡Dinoslo en los comentarios!

Este hombre con la cara sucia es Andy Ross, de Washington

Basándose en su apariencia, una madre que le vió en la tienda se atrevió a juzgarlo, así que decidió enseñarle una lección

Este es su aspecto con la cara «limpia»

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La gente ofreció su apoyo a Andy, y algunos tenían historias similares que contar

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