Probablemente, muchas personas fantasean con ganar la lotería. En realidad, las probabilidades de ganar cualquier lotería son de 1 entre 300 millones. De hecho, tenemos más posibilidades de que nos caiga un rayo encima que de ganar el premio gordo de la lotería. Sin embargo, alrededor del 50% de los estadounidenses compran al menos un billete de lotería al año, con la esperanza de ser esa persona afortunada entre los 300 millones.
Yo personalmente sólo he ganado unos pocos dólares. Pero, ¿qué se siente al conocer a un ganador real de un premio de lotería? Un internauta tenía curiosidad por saberlo, así que preguntó: «¿Has conocido a alguien que haya ganado la lotería? ¿Qué les ha pasado?». Sorprendentemente, ¡hay mucha gente que conoce a ganadores de lotería! Y cada historia difiere de las demás.
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Mamá ganó un poco de dinero en la lotería y pudo comprarnos ropa nueva a mis hermanos y a mí, y mudarse para no tener que seguir en una relación abusiva.
La madre de mis amigos ganó unos 100.000 dólares cuando estábamos en 6º curso. Era madre soltera de dos hijos, bastante pobre. Lo utilizó para dar a sus hijos una vida mejor y más cómoda. Hubo pequeños cambios, como que al invierno siguiente tuvieran chaquetas y botas de invierno nuevas, no las viejas y desgastadas que siempre habían tenido. El siguiente cumpleaños de mi amiga fue una gran fiesta para toda la clase, nada del otro mundo, solo pizzas y cosas así, pero nunca había tenido una fiesta así y estaba muy contenta.
Gané 1500 dólares. Recibí unos 950 tras los impuestos. Lo doné todo a un orfanato de mi país porque iba bien de dinero entonces. Desde entonces ha habido momentos en los que he necesitado ese dinero, pero no me arrepiento.
El ex de mi hermana ganó alrededor de 150 millones de dólares. Un tipo muy agradable, su hermano administra el dinero para que no lo malgaste. Vive su mejor vida, el dinero nunca lo cambió, porque ya era muy tranquilo. Se lo merece después de aguantar a mi hermana. Ayudó a mi sobrina (que no es su hija) con la universidad.
Un amigo ganó 1 millón. Han pagado su casa. Ahorraron para la educación de sus hijos y, básicamente, ya no viven de paga a paga. Ambos siguen trabajando a tiempo completo.
Un amigo de la familia ganó 200.000 dólares. Pagó sus préstamos estudiantiles, pagó la entrada de una casa y ahorró/invirtió el resto. Es contable. No le ha cambiado la vida, pero sin duda le ha sentado bien.
Tuve una paciente, una peluquera que tenía su propia peluquería, que ganó unos 6 millones. Sus ganancias se anunciaron en el periódico local.
Consultó a los profesionales adecuados, elaboró un plan para vender su peluquería y trazó una forma de jubilarse con sus ganancias sin cambiar su estilo de vida.
Pero me contó que había antiguos novios, e incluso chicos que apenas la conocían del instituto, que la llamaban con alguna variación de «sabes que siempre te he amado...».
Ella se reía y los mandaba a la m*erda.
Gané 250000$ en un rasca y gana hace 8 años. Fue justo antes de Navidad y me habían despedido 2 semanas antes. Después de pagar los impuestos, nos dieron un cheque de 167000$ y algo de cambio. Pagué todas las tarjetas de crédito, le compré a mi mujer un Honda Accord nuevo y compré un pequeño negocio. Viví de ello durante los años siguientes mientras hacía crecer mi negocio y mi mujer obtenía su máster. Fue un cambio de vida.
Unos amigos nuestros ganaron 30 millones. Se llevaron a un grupo de nosotros de vacaciones. Compraron una casa de campo y construyeron otra casa, no han cambiado mucho. Les va muy bien.
Conozco a alguien que ganó 100.000 dólares (después de impuestos) a los 20 años. Se compró el vehículo de sus sueños, una moto de 20.000 dólares. El resto lo utilizó para el pago inicial de una casa. No fue un dinero que le cambiara la vida, pero sí lo suficiente para empezar la vida adulta. Mantuvo su trabajo.
Mi padre.
Acertó 5 de 6 números de la lotería en 1989 y ganó como 16000$. Pagó las deudas de la familia, se gastó el resto en un ordenador y montó su propio negocio en nuestro comedor. Está a punto de venderlo por un par de millones este año. Un boleto cambió literalmente nuestras vidas.
Mi suegra ganó 33.000$ en un rasca y gana, pagó algunas deudas e instaló ventanas nuevas en su casa. Las nuevas ventanas en una granja de 1890 son increíbles, ¡no creo haber visto a una mujer más feliz!
El vecino ganó unos millones, construyó una residencia de ancianos, le puso el nombre de su madre y ella se negó a vivir allí.
Un amigo ganó la gran lotería canadiense. Ganó 7 cifras. Se compró una bonita casa en la isla de Vancouver y conservó su empleo en el gobierno de Columbia Británica.
El marido de mi tía ganó 36 millones de dólares. Compraron propiedades y viajaron. Le gustaba pescar, beber y construir cosas. Falleció hace 3 años, pero era un tipo increíble.
Trabajé con un tipo que ganó 3.000 dólares a la semana de por vida en un rasca y gana. Siguió trabajando unos 6 meses antes de comprarse un camión e irse a vivir la vida en los campos petrolíferos de Dakota del Norte. Compró pizza a todo el mundo en su último día.
Cuando tenía 10 años, a finales de los 70, la familia de mis amigos ganó 3 millones. Fui a su casa para ver si salía a jugar. La casa estaba vacía y se habían ido y nunca lo volví a ver.
Mi tío ganó 85000$. Se pasó el mes siguiente cambiándolo en billetes pequeños y guardándolo en su garaje.
Mi tía nunca se enteró. Cada vez que quería hacer una compra que era un poco más de lo que ella aprobaría, actuaba como el mejor ahorrador del mundo y sacaba todos estos billetes pequeños y fingía que lo había ahorrado todo. Se compró una barca nueva y una moto, entre otras cosas.
Es mi héroe.
Dos personas, en realidad. Una era una amiga mía del instituto que ganó 15.000 dólares en un rasca y gana. Alquiló una casa en el centro y organizó una fiesta. Alguien me dijo que me pasara a ver cómo estaba, porque habían ido a la fiesta y apenas reconocían a nadie. En efecto, llegué, mi amiga me recibió en la puerta, me puso demasiado dinero en la mano y me dijo que fuera a por una botella de vino. Se fue de fiesta con quien fuera hasta que se acabó, tardó unas tres semanas.
La siguiente fue una amiga mía de Toronto, conocida sobre todo por hacer cosas de zombis. Ganó un «dinero de por vida» que creo que son unos diez mil al mes. Se compró un theremin y empezó a hacer películas de monstruos al estilo de los años 50. En general, lleva un estilo de vida rockabilly.
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