Todos les tenemos miedo a algunas cosas o sabemos de situaciones de las que no nos gustaría formar parte. Existen algunos miedos que son comunes entre la gente: a las alturas, a los espacios abiertos o cerrados, a ciertos animales, a volar, etc. Y muchas personas, especialmente aquellas que le temen a la oscuridad, pueden estar de acuerdo en que, a la noche, las cosas se vuelven más aterradoras. Al tener esto en mente, el usuario de Reddit @Cartisayslatt777 les pidió a los internautas que compartieran las cosas más extrañas y raras que observaron durante la noche. La pregunta fue respondida por miles de personas que decidieron compartir historias y experiencias espeluznantes.
¿Cuáles les han parecido más interesantes? ¿Tienen alguna historia para compartir? ¡No olviden dejar sus opiniones en los comentarios más abajo!
Más información: Reddit
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Tenía unos 5 años y acabábamos de mudarnos. Estaba en mi cama, mirando hacia arriba, esperando dormirme, cuando dos ojos comenzaron a mirarme desde el conducto de ventilación. Me dijeron que solo había sido mi imaginación. 10 años después, cuando reemplazamos la unidad de aire acondicionado, uno de los hombres encontró una muda de piel de serpiente en el viejo conducto de ventilación.
Me desperté una mañana a las 3:30, me subí a mi bicicleta y me fui al trabajo. Pedaleaba cuesta arriba, no había luces más allá de las de mi bicicleta y había niebla. Pude ver algo en medio del camino. Parecía una persona. Cuando me acerqué, noté que se movía hacía mí y que medía más de 2 metros de altura. Di media vuelta y regresé a casa.
Me tomé un día libre por enfermedad, le dije a mi esposa que estaba enfermo y no le conté la verdad a nadie.
Desearía que alguien hubiese estado allí para verlo conmigo.
Vi a la nariz de un oso pegada contra mi tienda de campaña.
Le pedí amablemente que se fuera y así lo hizo.
El resto de la noche, dormí en mi coche.
No lo vi, pero lo escuché. Durante años, después de la medianoche, siempre oía niños jugando a lo lejos. Nunca pude verlos, pero podía oírlos. Hace un par de años, estaba con mi perro en un paseo nocturno cuando los oí más cerca que nunca. Es decir, estaban justo al lado mío. Miré a mi alrededor y había unos 3 coyotes a unos 30 metros de distancia. Aparentemente, suenan como niños pequeños.
Vivo en un apartamento en planta baja. Mi cama está cerca de la ventana. Me estiré para apagar la lámpara de la mesita de noche y vi, a través de los huecos de la persiana, a alguien con una sudadera blanca. Pensé: “¿Qué demonios?”, me acerqué para observarlo mejor y para, quizás, asustarlo para que se fuera. La persona, agresivamente, se acercó más y puso su rostro sobre la persiana. Pegué un salto hacia atrás y se fue corriendo. Al día siguiente, instalé una cámara de seguridad.
Cuando tenía 18 años, conseguí mi primer apartamento. Tenía que estar en mi trabajo a las 7 a. m. y siempre me llevaba un termo con café.
Un día, regresé a casa del trabajo y hallé crema para café en el refrigerador. Vivo solo y sabía que no la había comprado. Luego, en el baño, encontré la tapa del inodoro levantada.
Después de varias veces en las que volví a casa y hallé el asiento levantado, y luego de rogarle al dueño que cambiara las cerraduras, me enteré de que el hombre de mantenimiento era un adicto a las drogas, que había sido despedido y que había estado disfrutando de mi cafetera mientras yo estaba en el trabajo. Muy extraño.
Me levanté para usar el baño. Vi la sombra de un gato corriendo por el pasillo. Nuestro gato había fallecido hacía un año.
Mis padres estaban conduciendo a través de un área suburbana de Búfalo, Nueva York, a principios de la década de 1980. Creo que fue a finales de primavera. Las ventanas del auto estaban un poco abiertas. Oí a una mujer gritar: “¡¡¡¡¡Ayúdame!!!!!”. Nadie en mi familia la oyó. Luego, pasó otra vez. Comencé a llorar, pero nadie la había oído. Han pasado 40 años y esto todavía me atormenta.
Una noche, en nuestro apartamento alquilado, mi hermana gritó porque vio a su teléfono móvil flotando justo encima de su rostro. Luego, gritó todavía más porque vio a un hombre en la ventana. El ladrón había cubierto un palo largo con una sustancia muy pegajosa y la usaba para robar cosas. No llamamos a la policía, pero alertamos a la casera. No hizo nada. Adivinen: ¿a quién le robaron su teléfono un mes después? A la casera.
Esto me hizo tomar mi arma. Mi perro estaba de pie en mi cama, gruñendo y ladrando hacia algo que vi moverse.
Prendí la luz y vi que era mi reflejo en el televisor. Qué idiota.
No fue algo que vi exactamente, sino que sentí. Tenía unos 10 años y me desperté en medio de la noche por algo que pasó cerca de mi cabeza. Cuando prendí la luz, vi que mi almohada estaba arriba de la cómoda. Estoy seguro de que debo haberla tirado mientras dormía, pero ¡eso asustó mucho a mi yo de 10 años!
Conducía hacia la casa de uno de mis amigos de la escuela secundaria. El camino que tomaba para llegar hasta allí atravesaba un denso bosque durante unos cuantos kilómetros, y estaba muy oscuro. Mientras manejaba, vi a un hombre de pie al costado del camino que miraba fijamente a la oscuridad, con una mirada inexpresiva en su rostro. No estaba caminando, sino solo mirando a la nada. Allí, por kilómetros, no hay nada más que bosque. Cuando regresé a casa, al menos unas 4 horas después, él seguía allí. En el mismo sitio. Mirando a la nada. Quizás esto no será aterrador, pero fue muy raro y espeluznante.
Mi gata grita por la noche. Y no es cualquier clase de grito: suena como un bebé humano. En fin, la noche en la que esto ocurrió también tuvimos un corte de energía, por lo que las luces parpadeaban y mi hermana estaba muy asustada. Salimos y encontramos a la gata, que parecía poseída e intentaba atacarnos. Esto es raro porque, normalmente, es muy cariñosa con nosotras.
Hace unas semanas, mi prima estaba sentada en el inodoro con las luces apagadas, por lo que no despertó a nadie. Tuve que ir al baño y me dirigí hacia allí, pero ella estaba cansada y sonó como una chica fantasma, lo cual me asustó muchísimo.
Nunca tuve una explicación para esto, pero cuando tenía unos 10 años, me desperté en medio de la noche debido a lo que creí que era mi papá mirando algo sobre trenes en la televisión, que estaba a todo volumen. Había luces y sombras, pero, de nuevo, solo era el sonido del tren que iba y venía. No fue parálisis de sueño: he tenido eso, pero entonces podía moverme. Era solo una luz blanca y brillante, y sonido. Me escondí bajo las sábanas, asustado. Pregunté sobre esto al día siguiente, pero nadie se había levantado ni lo había oído.