15 Historias locas compartidas por taxistas y conductores de Uber que supuestamente no deberían haber escuchado mientras trabajaban
Cuando tu trabajo trata de llevar personas a distintas partes de la ciudad, es probable que termines enterándote de unas cuantas historias extrañas pero aun así muy interesantes… más que nada, si tus pasajeros acaban de salir de un bar.
Hace poco, el redditor u/spaghetti1498 —quien estaba muy interesado en estas confesiones accidentales— publicó la siguiente pregunta en la plataforma: “Taxistas: ¿Cuál fue el secreto más oscuro que escucharon en sus coches?”
Los usuarios (entre los que también se encontraban los conductores de Uber) comenzaron a llenar la sección de comentarios con sus historias y de ellas surgieron varias respuestas memorables. ¡Aquí les traemos algunas de ellas!
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Una madrugada, recogí a una mujer que se veía claramente ansiosa, como si estuviera buscando algo. El destino se encontraba a una hora y media de distancia, y podía darme cuenta de que la mujer no se sentía bien ya que no dejaba de tener síntomas similares a los de la abstinencia de opioides. Estuvo callada durante los primeros 45 minutos de viaje, pero no dejaba de enviar mensajes hasta que, de pronto, recibió una llamada y comenzó a discutir con alguien que no quería que fuera al destino al que se dirigía.
La mujer no paraba de decirle a la otra persona que no sucedería nada, pero no pude evitar preocuparme y preguntarle qué sucedía. Me confesó que era su amiga quien la estaba llamando y pidiéndole que no fuera a la casa a la que nos dirigíamos: allí la estaban esperando unos tipos que querían reunirse con ella a cambio de unas pastillas y la chica estaba convencida de que iban a abusar sexualmente de ella. Le contesté que yo había pasado por una adicción similar cuando era más joven y que el cannabis me había resultado de gran ayuda, que en solo un par de días dejaría de sufrir todos estos síntomas. La mujer no paraba de llorar así que le regalé un vapeador de cannabis que tenía en el coche… funcionó. Momentos después, cuando logró calmarse, le dije que si cancelaba el viaje, podía llevarla de vuelta a casa porque, de todas formas, tenía que volver en esa dirección. Acabó cancelando el viaje y durmiendo durante todo el viaje de regreso.
Una de las personas a la que encontrarás dentro de esta lista es u/thisiskerry: el conductor que recogió a una mujer que sufría síndrome de abstinencia. Por suerte, pudimos contactarnos con él, quien fue muy amable de charlar con nosotros durante algunos minutos.
“Llevo poco más de 2 años siendo chofer”, le dijo u/thisiskerry a Bored Panda. “Me encanta manejar así que, de momento, disfruto muchísimo de realizar este trabajo”.
El conductor dijo que si un grupo de pasajeros es o no hablador depende mucho de la relación que tengan entre ellos. “Me gusta darle su espacio a cada pasajero a no ser que, por voluntad propia, decida conversar. Lo único que puedo decir es que todo el mundo actúa diferente según la persona con la que se encuentre en compañía. La mayoría de mis pasajeros se sienten cómodos charlando en mi coche”, explicó u/thisiskerry.
Una vez, llevé en el coche a dos profesionales médicos y uno de ellos le estaba contando a su compañero sobre la vez en la que dos tipos lo “secuestraron amablemente” del hospital y lo llevaron a una mansión fuera de la ciudad. En aquél lugar le pidieron que examinara a un hombre que sufría una afección cardíaca; este parecía ser el líder de una mafia local a quien buscaba la policía. De alguna manera u otra pusieron a su disposición todas las herramientas y ayuda que necesitaba para poder operarlo. Al final, lo dejaron ir, le pagaron una gran suma de dinero y le dijeron que si necesitaban algo más, se comunicarían con él nuevamente. El hombre dijo que fue la experiencia más terrorífica e interesante de su vida.
Mi tío manejaba un taxi en Los Angeles y, un día, recogió a dos tipos que hablaban de un asesinato que estaban a punto de cometer. Luego de unos minutos, comenzaron a discutir sobre si debían o no matar al conductor porque los había escuchado hablar del plan y podría llegar a identificarlos. Al final, decidieron no hacerlo, pero desde ese día mi tío dejó de ser taxista.
Sin embargo, cuando llevas un solo pasajero, nunca sabés si la persona querrá hablar o no.
“Me atrevería a decir que un 45% de los pasajeros que viajan solos comienzan a hablar conmigo aunque, a veces, soy yo quien intenta sacarles conversación. Trato de percibir la energía que emanan tanto la situación como quien o quienes se encuentren en el vehículo. Aquellos pasajeros que son habladores son, en su mayoría, personas que se encuentran borrachas, deprimidas, enojadas, inseguras o, simplemente, son extrovertidas”.
“Las aplicaciones que permiten compartir el viaje están cambiando la vida como la conocemos y le ofrecen a aquellos que se les han negado oportunidades a causa de discapacidades, problemas financieros y otras limitaciones la posibilidad de tener una mejor conexión con el mundo en el que viven”, agregó u/thisiskerry. “Me gusta poder ofrecer mi vehículo y mi tiempo, y que estos sean de ayuda para otra persona, pero respeten este tipo de interacción por lo que es: una manera de ayudarnos el uno al otro. Cuando ya no lo disfrute, no lo haré más, y todos tenemos ese derecho”.
Trabajaba para Uber Black en Los Ángeles y una vez recogí a un hombre que acababa de llegar en un vuelo de México. Tenía que hacer dos paradas: en la primera, se encontró con unos “compadres” que cargaron 5 bolsos de lona dentro de mi coche y, la segunda, era en San José… ¡que se encontraba a seis horas de distancia! Después de realizar este viaje que costó $2500 y $400 de propina, ¡no me atreví ni por asomo a preguntar qué era lo que había dentro de ellos!
Un pasajero comenzó a decirme que odiaba a todas las personas blancas en secreto porque, aunque quisieran ocultarlo, todas ellas eran nazis que amaban a Trump y que, además, querían destruir el mundo a través de un tipo de estrategia capitalista que no recuerdo bien del todo porque decía cosas tan descabelladas que decidí ignorarlo.
Estuvo hablando de ello durante los 14 minutos que duró el viaje.
Ambos somos blancos.
Aunque los taxis han existido desde fines del siglo XIX, Uber comenzó a liderar el mercado de este tipo de servicios desde su lanzamiento en 2010, seguido por el de sus competidores como, por ejemplo, Lyft en 2012.
En Nueva York, por ejemplo, los taxis amarillos siempre han sido el medio de transporte preferido por locales y turistas, pero estas aplicaciones le ofrecen a los consumidores más opciones que nunca para poder llegar a los lugares a los que desean.
Como consecuencia, los taxistas no han dejado de perder clientes.
Un hombre de 50 años me confesó que no sabía cocinar y que no tenía tiempo para hacerlo. Por esta razón, todos los días a altas horas de la noche iba en secreto a la casa de su madre para recoger sus sobras.
Trabajé para Uber y, una vez, una pasajera muy borracha me confesó que habría preferido casarse con su cuñado porque su esposo tenía el p*ne pequeño y era menos guapo, y que había decidido casarse con su esposo porque tenía más dinero. ¡Espero que no recuerde que me contó eso! Si lo hace, todavía debe sentirse muy avergonzada por ello...
El usuario de Reddit u/Jimmynaz97K, quien llevó como pasajeros a los dos profesionales médicos, también compartió su experiencia con nosotros.
“Trabajé en Uber durante un año hasta que cambiaron las leyes de mi país y se volviera ilegal que un ciudadano común fuera chofer (ahora solo se permite utilizar UberBlack). Para ser sincero, me gustaba mucho mi trabajo porque disfruto de manejar y poder realizar viajes largos es increíble”, le dijo a Bored Panda.
Como mencionó u/thisiskerry, él también dijo que no todos los pasajeros están dispuestos a conversar. “Algunas parejas, por ejemplo, solo se sientan en silencio mientras miran sus móviles. Los amigos suelen hablar de deportes y rara vez suelen conversar sobre sus secretos o asuntos privados como sucedió en la historia que compartí”.
u/Jimmynaz97K le permitía a sus pasajeros sentarse como quisieran y sabía que aquellos que elegían viajar en el asiento delantero no tendrían problema en conversar un poco. Por otro lado, si decidían sentarse en el asiento trasero, eso significaba que quizá querían estar pensando y en silencio. “Rara vez hablaba primero… a no ser que tuviera que decirles algo como: ‘Iré por este trayecto que es más corto’ o ‘Si quieres, podemos pasar por el camino que tiene una vista panorámica del lugar’”.
Una vez, un pasajero me contó que estaba enojado por ser el “amante” de un jugador de la NFL y no el “novio” que tenía en secreto.
Una vez, llevé a un tipo que me contó que llevaba 25 años engañando a su esposa con la camello que le vendía cocaína. ¡No sé si me sorprendió más que mantuviera por 25 años un amorío o una adicción a la cocaína! Además, me dio una descripción muy detallada de lo buena que era su camello en la cama.
u/Jimmynaz97K decidió explayarse brevemente los problemas a los que Uber se enfrentó en Europa.
A principios de este mes, la compañía perdió otra demanda cuando el tribunal de Amsterdam dictaminó que los trabajadores que transportan pasajeros en los Países Bajos a través de esta aplicación se encuentran bajo la legislación laboral local.
“La relación legal entre Uber y sus conductores cuenta con todas las características de un contrato laboral”, explicó el tribunal en su sentencia. Uber debe aplicar el Convenio Colectivo de Trabajo para el sector de conductores de taxis para proteger a sus conductores y que estos puedan reclamar, si es necesario, aquellos salarios que se les adeudan. Además, se le exigió a Uber pagar a FNV, el sindicato local, 50.000€ ($59.000) de compensación por no cumplir con el acuerdo.
Uber afirmó que apelaría contra esta decisión.
“Estamos decepcionados con esta sentencia porque sabemos que la mayoría de nuestros conductores prefieren seguir siendo independientes”, declaró Maurits Schönfeld, el director general de Uber en el norte de Europa. “Los conductores no quieren renunciar a su capacidad de elegir si, dónde y cuándo trabajar”.
Uber también se encuentra luchando en los Estados Unidos contra los sindicatos de trabajo, grupos a favor de los derechos civiles e, incluso, la senadora demócrata Elizabeth Warren por los beneficios de sus conductores. Hace poco, también perdió una demanda sobre si sus conductores eran considerados trabajadores en el Reino Unido, lo cual obligó a la compañía a reconocer formalmente frente al sindicato de trabajadores que le otorgará a sus conductores un mayor poder de negociación colectivo.
Aun así, si pensamos en los tiempos antes de la pandemia, en 2019 un informe realizado por Wired descubrió que 106.000 coches de alquiler tenían licencia para trabajar en Nueva York, un 60% más que en 2016. ¡Así que es muy probable que tengamos más publicaciones de este tipo en el futuro!
Una vez, dos mujeres se pasaron todo el viaje debatiendo si el dueño de la casa donde pasé a recogerlas había matado a su amiga, quien había muerto en la cocina del lugar ese mismo día, o no. La mujer tenía unos 40 años y vivía con él. Según la denuncia, había caído fulminada luego de trabajar en el jardín durante toda la tarde y dar un paseo en bicicleta. Sus mejores amigas no se lo creían.
Mi amigo taxista solía decir que quienes hablaban en voz alta sobre un negocio que iban a hacer tenían el “síndrome de la limusina” y buscaban impresionar al conductor.
Una vez, llevé a unos pasajeros que estaban planeando un asesinato en el lugar al que nos dirigíamos. Les dije que se bajaran del coche y me fui.
Una vez, se subieron al coche tres chicas adolescentes y, al finalizar el viaje, me enteré sobre toda la vida sexual de sus amigos: desde quién se había acostado con quién y si habían utilizado condón o no hasta quién se había contagiado clamidia y demás. Fue agotador.
Escuché a dos tipos hablar a sus anchas sobre una estafa que habían planificado y entrar en detalles de qué forma sacarle el mayor rédito. No recuerdo de qué se trataba la estafa… solo sé que tenía que ver con cartas ¡y que gracias a ella habían ganado unos 20 millones de dólares!
Una vez, llevé a un tipo que me contó que había apostado el pago mensual de la hipoteca y que no sabía cómo decírselo a su esposa. También tuve de pasajera a una chica embarazada que iba a la casa de su amante a pasar la noche y que, además, me dijo que probablemente esa sería la última visita hasta dentro de un tiempo.