Trabajar como contratista puede ser increíblemente interesante y emocionante, con diferentes lugares y espacios de trabajo que ver, y mucha gente interesante que conocer.
Nadie sabe esto mejor que Kevin. Trabajar en la casa de un cliente mientras los dueños están en Europa parece un día normal de trabajo para Kev, que lleva ya algún tiempo haciendo este trabajo.
No obstante, esta vez las cosas resultaron ser un poco diferentes. «Nunca me había pasado nada así en 35 años, así que me esperan otros 35 años aburridos. Estoy en paz con eso,» explicó.
Entonces, ¿qué le pasó a Kevin en este día concreto? Él se presentó en la casa como es habitual, aunque esta vez había 4 coches aparcados en la entrada. Extraño, ¿verdad? Extraño. Y, chico, todo fue a más a partir de ahí.
Continúa hacia abajo para leer toda la historia, y si tienes una historia de terror de contratista ¡háznoslo saber en los comentarios!
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