El grupo «Manoplas asesinas» muestra a gatos sacando las garras, y aquí tienes 40 tan adorables como terroríficos

Cats Protection es una ONG británica fundada en 1927, que ayuda a unos 200000 gatos cada año. Tiene 36 centros y unos 230 voluntarios.

No recomiendan quitarle las garras al gato, y de hecho en Reino Unido no está permitido, así como en otros países europeos y Brasil, Israel, Australia o Nueva Zelanda.

"Hacerlo es poco ético, y es un acto de mutilación, modificar al gato para nuestro beneficio," como para que no arañe los muebles.

• "Los gatos sin garras tienen más nivel de cortisol (la hormona del estrés) asociada con el dolor.
• El procedimiento no se hace correctamente a menudo y dejan dolorosos fragmentos de hueso.
• Los gatos siguen sintiendo dolor tras el procedimiento, ya que apoyan en los "dedos" parte de su peso. Tras quitarles las garras, estos tienen que apoyar el peso de forma distinta.

"Cuando rascan cosas, también depositan feromonas, para marcar su territorio y que su entorno sea familiar, lo que reduce su estrés. Los gatos de exterior encuentran superficies apropiadas que rascar," así que es normal que lo hagan, ya que mantiene sus garras afiladas.

Esto es lo que puedes hacer si tu gato araña los muebles:

• Protegerlos con paneles gruesos de plástico, que no les gusta rascar.
• Poner un rascador junto a la zona donde lo han estado haciendo
• Elegir un rascador con base pesada y estable, y lo bastante alto para que el gato se estire.
• Si prefiere hacerlo horizontalmente, también los hay.

Cuando tu gato se acostumbre a sus rascadores, puedes, gradualmente y disimuladamente, moverlos a zonas más convenientes y quitar los paneles de plástico.

"A menudo se estiran y rascan cuando se despiertan, así que puedes ponerlo cerca de su cama. Uno para cada gato, para evitar conflicto. También puedes atraerlos al poste con nébeda. Y jugar con ellos a menudo durante el día ayudará a redirigir su energía."

"Los gatos más mayores pueden sufrir dolor de articulaciones y ser menos activos. Por lo tanto, rascarían menos y sus garras se volverían largas y gruesas. En algunos casos, crecen tanto que afectan al caminar del gato y se vuelve doloroso. También pueden crecer alrededor de su pata e infectarse. Es importante que el veterinario cuide las uñas de los gatos mayores, cada 6 meses."