Nuestras mascotas, al igual que nosotros, pueden ser unas c*bronas. Los perros son un poco torpes, traviesos y a menudo motivados por la avaricia. Te destrozarán los cojines por pura diversión. Pero no sienten malicia y te quieren de verdad, solo es que a veces son idiotas.
Los gatos, por otro lado, son algo totalmente distinto. A veces parece que saben exactamente lo que están haciendo, y parece que sienten un perverso placer en cabrearte. Pueden parecer fríos y calculadores, y no avergonzarse de ello. Si no, ¿por qué se cagan en tu lavabo o se sientan sobre tu pizza?
Los lectores han enviado fotos de sus gatos siendo malvados sin razón particular, y hemos quedado sorprendidos con lo recibido. Aquí debajo puedes verlo por ti mismo y votar por tus favoritos.
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