40 Dueños de gatos muestran los sitios más insólitos en los que han encontrado a sus mascotas
Lo único que puede ser un rival digno de la ternura de los gatos es su habilidad de trepar y esconderse. Lo juro, algunos felinos se empeñan en poner sus patas sobre cada superficie del hogar. Sin importar si se trata de una lámpara de techo o una rejilla de ventilación, ten por seguro que los mininos exploradores más valientes ya les han echado un vistazo.
En Bored Panda hemos decidido honrar estas aventuras y darles la atención que se merecen. Por esta razón, hemos recopilado una lista de las fotos que los dueños de estos gatitos han publicado cuando descubrieron que sus mininos no tenían nada que envidiarles a James Cook y George Mallory. ¡Podrán verlos si continúan leyendo este artículo!
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Los gatos se sienten atraídos naturalmente por los espacios pequeños y estrechos como cestas, cajas y rincones, y hasta puede que de esto se haya originado la famosa frase: “Si quepo, me siento”.
“Al ser tanto depredadores como presas, los espacios cerrados les ofrecen un lugar en el que esconderse y mantenerse a salvo, y además son perfectos para emboscar a una presa desprevenida”, le contó a Bored Panda Lucy Hoile, experta certificada en comportamiento clínico animal especializada en felinos.
Mi padre se puso a cambiar el retrete, se fue durante unos segundos y al regresar se encontró con esto.
Al intentar hacer que sus pequeñas bolas de pelo se sientan cómodas, la gente (y las compañías) han comenzado a construirles cómodas torres, edificios y hasta castillos enteros en los que sus mascotas puedan tomar una siesta y jugar. “Este tipo de casetas cerradas para gatos los ayudan a reducir el estrés y los mantienen felices”, explicó Hoile.
Las “estructuras” más grandes y elegantes pueden llegar a costar cientos de dólares, pero un precio elevado no asegura la felicidad (o los ronroneos).
“No necesitas comprarles algo caro, muchos gatos prefieren una caja de cartón en lugar de una caseta para gatos convencional. Intenta proporcionarle una que tenga el tamaño justo para que quepa cómodamente dentro y asegúrate de que sea fácilmente accesible… y también de que haya varias de ellas si tienes más de un gato”, dijo Hoile.
No obstante, un árbol rascador para gatos alto y robusto puede llegar a salvar las decoraciones de tu hogar. “El territorio de un gato es tridimensional y si pueden acceder a un lugar en lo alto (sin importar cuál sea el medio), ten por seguro que lo intentarán”, agregó Hoile.
“Estar en lo alto les permite vigilar su territorio desde el lugar más seguro por lo que proporcionarles un mobiliario alto y realizado especialmente para ellos los animará a hacerlo de forma apropiada y sin tener que trepar a través de las cortinas o los estantes”.
Aunque si las uñas de tu gato dañan algunas cosas, no puedes culparlos por ello. ¡Sus cuerpos están hechos para trepar!
“¿Es esto una criatura gigante que quedó atrapada dentro de una casa o una casa de muñecas que recibió a un visitante muy curioso? Ustedes deciden”.
“El gato de mis padres destruyó la rejilla de ventilación de la puerta del baño para poder espiarnos mientras hacemos pis”.
Mi gato se quedó atascado en la pared en Navidad.
Dejaron el techo de la cocina del sótano abierto cuando lo construyeron hace unos meses, así que mi gato se subió a las alacenas y luego al techo antes de caer en la pared.
Esto fue en casa de mi madre y estuvo atrapado durante unas 2 horas mientras intentábamos averiguar su ubicación exacta y hacer un agujero para liberarlo. Está perfectamente bien e incluso intentó volver a entrar en el agujero.
“Mi gato se metió dentro del comedero para pájaros (tiene 2 metros de altura) porque vio pájaros volando sobre él”.
“Finalmente descubrí el lugar en el que Tank se había estado escondiendo todo este tiempo. Pude verlo porque apenas asomó la cabeza luego de escuchar a un pájaro piar en la televisión. ¿Quién más puede verlo?”.
“Pensé que mi gato se había perdido hasta que lo descubrí recostado sobre la hamaca que se había hecho dentro de nuestro sofá”.
“No podía encontrar a mi gato… hasta que escuché ruidos que provenían de mi escritorio, abrí el cajón y ¡voilà! Allí estaba”.