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Si te gustan los gatos, les compras un collar bonito. Si eres una estrella del rock que adora los gatos, les dedicas canciones. Y eso es exactamente lo que hizo Freddie Mercury, el amante de los gatos definitivo.

Se dice que su amor por los felinos comenzó en los 70, cuando su novia Mary Austin compró 2 gatos: Tom y Jerry. Según sus biógrafos, incluído su asistente personal Peter Freestone, cuando Freddie estaba de gira con Queen, llamaba a Mary para preguntarle cómo estaban sus gatos, ya que ella los cuidaba cuando él no estaba.

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«Llegaba al hotel, llamaba y de verdad les hablaba a sus gatos,» dijo Freestone. «Mary sostenía a Tom y a Jerry por turnos para acercarlos al teléfono y que escucharan hablar a Freddie. Esto continuó durante los años, con los siguientes felinos que llegaron a su casa,» escribió en sus memorias, Freddie Mercury.

Según informes, Mercury llegó a albergar a un total de 10 gatos: Tiffany, Dorothy, Delilah, Goliath, Lily, Miko, Oscar, y Romeo. «Sus gatos eran su familia,» escribió Freestone, que afirmaba que en Navidad cada gato tenía su propio calcetín lleno de golosinas y juguetes.

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Jacky Smith, la presidenta del Club de Fans oficial de Queen durante 21 años, dijo: «La mayoría venían de centros de rescate. En Reino Unido tenemos una organización benéfica llamada The Blue Cross, que cuida de animales enfermos. Al menos 2 de los gatos de Freddie vinieron de allí.»

En Queen Archives afirman que Freddie dedicó su disco en solitario, Mr. Bad Guy, a su gato Jerry, al resto de los gatos que tenía en ese momento, y extendió la nota para «todos los amantes de los gatos del universo.»

«Innuendo, el último disco que grabó con la banda, incluía imágenes de Mercury disfrazado de bufón con gatos sobre sus hombros. Y un tema animado llamado Delilah. Al principio se puede pensar que va sobre una mujer, hasta que llega al verso donde «se mea por su mobiliario Chippendale.» Y tiene un solo de Brian May que suena a maullidos. May también tuvo bastantes gatos durante los años. En la actualidad, tiene que viajar tanto que no puede tenerlo, pero según Smith, «sigue siendo un amante de los gatos, nada de perros.»

Los fans han encontrado una pista más sobre su amor a los gatos en el CD Classic Queen. En el que fuera su último retrato, Mercury lleva un llamativo chaleco lleno de gatos, pero estos están pintados a mano y son los suyos propios. También lo llevó en su último vídeo, These Are The Days Of Our Lives.

El felino más famoso de los que tuvo Mercury es Delilah, un enorme gato atigrado tricolor que adoptó a finales de 1987. Como confirman sus memorias, y la letra de la canción, conquistó la casa y hacía lo que quería en ella. «Tenía mucho caracter esa señorita. Delilah era divertida, un poco abusona con los otros, pero era siempre la primera en subirse a su regazo y la primera en pedir comida,» dijo Smith. Jim Hutton, novio de Mercury durante 7 años, también reconoció su vínculo especial. Describía a Delilah como «la princesita» de la casa, «a la que más cogía en brazos y acariciaba». Y por si eso no era bastante «se dormía a los pies de la cama, antes de escaparse para buscar broncas nocturnas.»

«Freddie trataba a los gatos como a sus propios hijos. Se preocupaba por ellos constantemente, y si a alguno le pasaba algo mientras él no estaba, que el Cielo nos ayudara. Durante el día, los gatos corrían por la casa y los terrenos que la rodean, y por la noche uno de nosotros los buscaba y los traía dentro,» explicó en sus memorias, Mercury and Me.