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Siendo más joven nunca me habría llamado «creativa» a mi misma, pero todo cambió cuando conseguí mi primera cámara reflex digital. Luego nació Jacob, mi primer hijo, descubrí pinterest, tuve a mi hija Barbara, aprendí a coser… y todo esto me ha convertido en quien soy ahora.

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Llevo haciendo fotos a mis hijos desde que nacieron, les habré hecho cientos de miles. Pero hace un año empecé a buscar algo más único. Inspirada por otros maravillosos fotógrafos de todo el mundo, intenté buscar como captar la infancia de mis hijos, y aún sigo.

Creo disfraces yo misma. Practicamente toda la ropa para las sesiones de fotos la hago yo, excepto los zapatos. Suelo usar la tela más barata que encuentro disponible. También intento elegir un sitio para la sesión que esté cerca de mi cada (como a unos 20 kms normalmente).

Una de mis sesiones de fotos no lleva más de 10 o 15 minutos (en lo que se refiere a mi hija de 3 años, 5 o 6 minutos DEBEN ser suficientes). Nunca les hago posar. Es una historia o un cuento que les relato durante la sesión lo que les hace reaccionar de forma natural.

No soy fotógrafa profesional, soy profesora de secundaria en Polonia. La fotografía se convirtió en mi hobby, igual que coser. Ambos me dan mucha energía y tengo la cabeza llena de ideas para las próximas fotos. Si tan solo los días duraran más…

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