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Los corgis galeses existen en dos variedades: el Pembroke y el Cardigan. El Kennel Club los registró como una sola raza en el Reino Unido hasta 1934, pero muchos criadores creen que las dos razas se desarrollaron por separado. Ambos tienen cabezas, cuerpos, niveles de inteligencia y capacidad de pastoreo similares, aunque el Cardigan es ligeramente más grande y de huesos más pesados que el Pembroke.

Para el ojo inexperto, la forma más fácil de diferenciar un Pembroke de un Cardigan es mirar la cola. Los Pembrokes tienen la cola cortada y los Cardigans la tienen larga. (Puede pensarlo así: el Pembroke tiene una cola "rota"; el Cardigan tiene una cola larga como las mangas de un jersey de punto).

Los Pembroke Welsh Corgis (también llamados Pembrokes, PWC o Pems) son los más pequeños del grupo de perros de pastoreo del American Kennel Club, y también están reconocidos por el United Kennel Club. Su pelaje puede ser rojo, sable, leonado o tricolor (rojo, negro y fuego), normalmente con marcas blancas en las patas, el pecho, el cuello, el hocico y el vientre. También pueden tener una mancha estrecha en la cabeza. La cabeza del Pembroke tiene una forma muy parecida a la de un zorro.

Procedente de Pembrokeshire (Gales), el Corgi Galés de Pembroke es un perro encantador cuyo origen está impregnado de folclore. Según la leyenda galesa, este perro surgió de las guaridas de hadas y duendes.

Según cuenta la historia, un día dos niños estaban en el campo cuidando el ganado de su familia cuando encontraron un par de cachorros. Los niños pensaron que eran zorros, pero al reconocer algo diferente en ellos, los ataron y los llevaron a casa. Sus padres se dieron cuenta enseguida de que los cachorros no eran zorros, sino perros, y les dijeron que eran un regalo de las hadas que vivían en los campos. Las hadas los utilizaban para tirar de sus carruajes y, a veces, para ir a la batalla.

Como prueba de que los Pembrokes eran realmente las monturas de las hadas, los padres señalaron las marcas en sus espaldas donde la silla de montar de las hadas había sido colocada en sus hombros. Los niños estaban encantados y adoraban a sus nuevos cachorros. A medida que crecían, los perros se convirtieron en preciados compañeros y aprendieron a ayudar a los niños a cuidar el ganado de la familia.

Y para los que no creen en los cuentos de hadas, hay historiadores que dicen que el Corgi Galés de Pembroke desciende de los Vallhunds, perros suecos para el ganado que fueron llevados a Gales por los vikingos en los siglos IX y X. Otros creen que sus antepasados fueron llevados a Gales por tejedores flamencos en el siglo XII.

En cualquier caso, la raza tiene un pedigrí histórico bastante confuso.

Los granjeros que tenían perros de trabajo en el pasado criaban a los mejores para los trabajos que querían que hicieran. No llevaban un registro exhaustivo de los apareamientos.

En la década de 1920, el Kennel Club del Reino Unido reconoció a los corgis como perros de raza pura. Se les conoció oficialmente como Corgis galeses cuando se expusieron por primera vez en 1925. En esa época, los Pembrokes y los Cardigans se exhibían en la misma clase como una sola raza.

Pero finalmente, en 1934, el Kennel Club reconoció al Pembroke y al Cardigan como dos razas distintas. Ese mismo año, el American Kennel Club hizo lo mismo.

Los Pembroke han ido ganando popularidad poco a poco en EE.UU. y, hoy en día, son una de las 20 razas más populares como mascotas familiares. También son populares entre Su Majestad, la Reina Isabel II de Inglaterra, que recibió su primer Pembroke Welsh Corgi de manos de su padre (el Rey Jorge VI) en 1933.

El cachorro se llamaba Rozavel Golden Eagle y fue compañero de juegos de Isabel y su hermana, Margaret. Desde entonces, Isabel adora a los perritos.

Aunque todavía se pueden encontrar Pembrokes que se utilizan como perros de trabajo, son más a menudo visto como mascotas de la familia en estos días. Los corgis son conocidos por ser alegres, cariñosos e inteligentes, pero pueden mostrar un poco de terquedad de vez en cuando.

Los corgis tienen una notable afinidad con los niños, pero debido a sus instintos de pastoreo, a veces les marcan los pies o los tobillos. Sin embargo, dado que son ávidos aprendices, se les puede entrenar para que dejen de tener este comportamiento.

Atléticos y sorprendentemente rápidos, los Pembroke fueron criados para ser perros de pastoreo y requieren mucho ejercicio cada día. Pero, dicho esto, siempre que reciban la estimulación física que necesitan, los Pembroke son buenos perros de apartamento. 

Los Pems pueden adaptarse fácilmente a vivir tanto en el campo como en la ciudad. Aunque su pelaje es resistente a la intemperie y se desenvuelve bien en la mayoría de los climas, está orientado a las personas y necesita formar parte de la familia, no quedarse solo en el patio.

¡Esa es una de las cosas que más desaprueban!