La belleza de la «bota» italiana: 14 Fotos que hice con un dron

Desde niña he tenido la suerte de viajar mucho y al ir creciendo me di cuenta que todos esos lugares, todos los rostros, culturas y experiencias que había vivido, poco a poco desaparecían de mi memoria. Por eso me acerqué a la fotografía, era la única manera de hacer inmortales mis recuerdos. Y eso es lo que todavía me impulsa a viajar y fotografiar.

A lo largo de los años he convertido esta pasión en un trabajo y ahora trabajo a tiempo completo en fotografía y creación de contenido online.

Mi consejo para todos aquellos que están iniciando este camino es que se dejen guiar por el instinto. La fotografía es algo increíblemente personal, es nuestra forma única de mirar y ver las cosas.

Solo tenemos que aprender a poner nuestro mundo interior en nuestras fotografías, dejándonos inspirar y guiar por lo que notamos o lo que nos gusta sin dejarnos influenciar por los demás. El resultado será necesariamente algo único.

La llegada de los drones ha cambiado aún más mi forma de ver el mundo y de inmortalizarlo.

Me gusta poder ver y mostrar a los demás las bellezas de nuestro planeta, tanto la natural como la creada por el hombre, por eso la mayoría de mis fotos son de paisajes y ciudades.

Creo y espero que mis fotografías dejen en quien las mira una sensación de asombro y maravilla porque es lo mismo que siento yo al tomarlas.

Siempre trato de transmitir al espectador el mismo sentimiento, la misma emoción que sentí en el momento exacto de la toma.

En los últimos años me he centrado mucho en la fotografía aérea y en mis redes sociales publico mis aventuras y viajes por Europa y más allá, pero vistos desde arriba.

Las ciudades, los parques, los lagos y las playas son casi irreconocibles en comparación con lo que nos muestran nuestros ojos.