A todos nos gustan las fotos panorámicas, ya que son perfectas para fotografiar preciosos paisajes sin perderse nada. El problema es cuando intentas fotografiar así objetos que no tienden a estar quietos, como tus mascotas. Y terminas con una criatura que tiene 8 patas, 2 cabezas y 6 colas.
Resulta que hay un montón de fotos panorámicas de estos "míticos" animales por todo internet: Desde caballos limusina a perros Cerbero y gatos ciempiés, este tipo de fotos no tienen piedad a la hora de desfigurar a nuestras mascotas. Por supuesto, ellos no tienen la culpa, son inocentes de todo excepto de no posar quietos para la foto, o de intentar hacer photobomb.
En esta lista que hemos recopilado encontrarás las mejores fotos panorámicas de animales. Cada uno de estos fallos tan divertidos es único, y ni la mente más imaginativa podría crear a estas curiosas bestias. Así que siéntate y prepárate para reírte. ¡Vota por las más divertidas!
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Durante mucho tiempo, lo más parecido a una foto panorámica que teníamos era cambiar la cámara de vertical a horizontal, pero las primeras fotos panorámicas datan de 1839, creándose uniendo 2 o más daguerrotipos para crear la ilusión. A veces usaban hasta 11 placas.
A finales del siglo XIX se empezaron a fabricar cámaras creadas para producir panorámicas específicamente. La primera fue la Al-Vista, presentada en 1898.
En 1904 se patentó la cámara Cirkut, que podía producir fotos de 360 grados que medían hasta 6 metros y las usaban sobre todo fotógrafos comerciales para captar vistas de la ciudad o eventos especiales.
Ahora, cuando activas la opción panorámica en el móvil, este une las fotos buscando rasgos comunes en los bordes de cada imagen. Al contrario que el cerebro humano, el móvil no puede determinar el contenido de la foto, y a veces usa lo que se llama "computación bruta" para encontrar esos rasgos similares. El resultado da errores como imágenes distorsionadas, desalineaciones o cortar cosas por la mitad.
Los errores más comunes son: no solapar lo suficiente las fotos, distorsión causada por la pobre calidad del objetivo, objetos cercanos solapados, o cuando algo se mueve entre imágenes (como las mascotas). En el peor caso, acabas con una foto digna de un museo de arte moderno.
La jirafa se puso a caminar cuando hacía la panorámica
