36 Personas que se arrepienten profundamente de haber comprado por Internet (nuevas imágenes)

Ah, las compras por Internet. Es muy cómodo cuando se necesita algo concreto en un apuro y no se tiene tiempo de buscar en diez tiendas diferentes. Pero también tiene sus riesgos. ¿Qué pasa si tu talla habitual no te queda bien? ¿Y si el objeto llega roto tras un largo viaje? ¿Y si lo que recibes no se parece en nada a lo que veías en la foto?

En cuanto a los pros y los contras de encargar artículos por Internet, según The Balance hay muchos. Pero empecemos con una nota positiva: es cómodo, hay una selección mucho mayor que en las tiendas y es fácil acceder a la información del producto. Puedes comprar online por la noche si no puedes ir a la tienda antes de que cierren, y puedes leer docenas de opiniones para asegurarte de que haces una compra informada.

Por otro lado, sin embargo, hay algunos aspectos de las compras online que no son tan buenos. En primer lugar, puede ser más caro. Es probable que tengas que pagar los gastos de envío e incluso puede que tengas que pagar un impuesto sobre las ventas por Internet, dependiendo de dónde vivas.

Y, como hemos visto en esta lista, existe un mayor riesgo de fraude al comprar por Internet. No puedes ver exactamente lo que recibes hasta que llega, y es mucho más fácil para los estafadores obtener los datos de tu tarjeta de crédito a través de un sitio web falso que a través de un enlace sospechoso en un correo electrónico. Los consumidores tienen que estar atentos para determinar si un sitio web es seguro o no.

A pesar de que más de un tercio de la población mundial compra por Internet, la realidad es que probablemente deberíamos hacerlo mucho, mucho menos. De hecho, según TIME, estos «inofensivos» pequeños pedidos podrían estar afectando negativamente a tu salud mental. El Dr. Elias Aboujaoude, profesor clínico de psiquiatría en Stanford Medicine, afirma que tanto comprar como pasar tiempo en Internet crean adicción. Así que hacer ambas cosas a la vez puede ser una combinación peligrosa.

Comprar por Internet puede ser una forma fácil de obtener un subidón de dopamina de inmediato, pero también puede resultar abrumador. Se te presentan infinitas opciones y, si desarrollas una adicción, es posible que te encuentres estresado por tu situación económica. Sin embargo, hay un truco inteligente que puede ayudarte: llena la cesta de la compra de artículos, pero no los pidas.

Si a ti también te entran ganas de comprar, comprar y comprar, TIME te da algunos consejos para recortar gastos. En primer lugar, olvídate de la idea de que tienes que ser la mejor y más perfecta versión de ti mismo. No lo necesita todo. Si tienes todo lo que necesitas, ya es suficiente. A continuación, elimina los datos de tu tarjeta de crédito de tu ordenador y de cualquier sitio web donde estén guardados.

Y oblígate a esperar un tiempo antes de comprar nada por Internet. Tómate tu tiempo y piensa si realmente necesitas ese artículo. Mejor aún, dedica un mes a no comprar. Esto puede ser como una pequeña desintoxicación de las compras, y te ayudará a darte cuenta de la frecuencia con la que tienes el impulso de comprar algo nuevo.

¿Estas fotos te hacen pensarte dos veces tu próxima compra online? Sigue votando por las fotos que te parezcan más graciosas y dinos en los comentarios si alguna vez has recibido un artículo muy distinto de lo que esperabas. Y si quieres ver otro artículo sobre compras en las que se ha dado «gato por liebre», ¡no busques más!