La gente comparte facturas médicas estadounidenses del siglo XX para mostrar lo exagerados que son los precios ahora (30 fotos)

No es de extrañar que los estadounidenses gasten una enorme cantidad de dinero en atención sanitaria cada año. Las elevadas primas de los seguros, las altas franquicias, los anticipos y otros gastos de bolsillo son sólo algunos de los costes asociados a la salud y el bienestar en el país.

Según Investopedia, una de las razones más evidentes del aumento de los costes sanitarios es la política gubernamental. Desde la creación de Medicare y Medicaid -programas que ayudan a las personas sin seguro médico- los proveedores han podido aumentar los precios médicos.

Otra razón crucial es la inflación, ya que no es ningún secreto que los precios de la asistencia sanitaria se han disparado exponencialmente en Estados Unidos durante las últimas décadas. Un estudio conjunto del Peterson Center on Healthcare y la Kaiser Family Foundation (KFF) mostró que el gasto sanitario en el país aumentó casi un billón de dólares entre 2009 y 2019, cuando se ajusta a la inflación.

El estudio también mostró que durante 2019, el gasto sanitario fue de casi 3,8 billones de dólares (11.582 dólares por persona), pero subirá a la impresionante cifra de 6,2 billones de dólares (18.000 dólares por persona) en 2028.

Hoy en día, dos tercios de las personas que se declaran en quiebra citan los problemas médicos como un factor clave de su caída financiera. Un estudio reciente indica que el 66,5% de las quiebras están directamente relacionadas con problemas médicos, ya sea por los elevados costes de la atención médica o por el tiempo de baja laboral. Se calcula que 530.000 familias recurren a la quiebra cada año debido a problemas y facturas médicas, lo que para muchos parece el peor escenario posible.

"A pesar de las mejoras en la cobertura y el acceso a la atención médica de la ACA, nuestros hallazgos sugieren que no cambió la proporción de quiebras con causas médicas", declaró el coautor David U. Himmelstein, al comentar el estudio publicado en el American Journal of Public Health.

"A menos que seas Jeff Bezos, la gente no tiene muy buenas alternativas, porque el seguro que está disponible y es asequible para la gente, o que los empleadores de la mayoría de las personas les proporcionan, no es una protección adecuada si estás enfermo", añadió.