Dejar un lugar de trabajo tóxico y a una mala gestión puede resultar abrumador. Sobre todo si realmente intentaron aguantar todas las tonterías y mantenerse positivos incluso cuando los hechos demostraban lo contrario.
No es de extrañar que el último día —e incluso el último minuto— de ese trabajo pueda sentirse no solamente especial, sino tan memorable como si hubiera sido ayer. Por eso, cuando alguien preguntó en Askreddit: “¿Cómo fue la última vez que se enojaron con su jefe?”, el hilo se hizo viral, acumulando 21.100 votos.
A continuación, hemos resumido algunas de las historias más interesantes que compartió la gente.
This post may include affiliate links.
En lo que respecta a mi vida, fue el trabajo más horrible que he aceptado. Muchas horas, mucho trabajo, no me dieron un vehículo de la empresa y tenía que hacer muchos viajes. Cada vez que iba a algún lugar me daban como 20 números de teléfono diferentes de distintas personas con las que tenía que hablar. Todos esos contactos estaban en el teléfono de la empresa, pero estaba sincronizado con mi correo electrónico personal (que almacenaba todos los números de teléfono). En un momento dado, decidieron que mi trabajo era innecesario y me despidieron sin previo aviso ni indemnización.
Lo primero que hice fue borrar todo lo del teléfono de la empresa antes de entregarlo. A los pocos días me llamaron preguntándome dónde tenía guardada toda la información de contacto. “Lo siento, ya no trabajo para ustedes”.
Los malos jefes son una de las principales razones por las que los empleados eligen irse de una empresa. Y no lo decimos a la ligera: por ejemplo, en 2019 se realizó en Argentina y México un estudio que determinó que la tercera causa de dimisión más importante —luego del salario y la falta de oportunidades de crecimiento— es un mal ambiente de trabajo. Un mánager quizás no tenga control sobre los sueldos en todas las empresas, pero sí tiene mucha influencia en las oportunidades de crecimiento de sus subordinados y, por supuesto, en el ambiente laboral.
Les envié a los federales por fraude con el seguro médico para personas mayores y los multaron por 41.700 dólares.
Era mecánico de una aerolínea. El jefe quería que firmara la inspección prevuelo de un avión. Me negué porque el avión no era aeronavegable y me dijo que si quería seguir trabajando tenía que firmar. Mi respuesta: Entonces supongo que ya no trabajo aquí. Junté mi caja de herramientas y me fui.
Más frecuentemente de lo que pensamos, los jefes subestiman la necesidad de los empleados de sentirse escuchados, cómodos y valorados. Gran cantidad de gerentes no estudiaron para serlo, o tienen poca práctica cuando llegan al puesto en cuestión. Así, no solo van cometiendo errores mientras aprenden (lo que sería comprensible), sino que, por alguna razón, muchos creen que asumir el rol de jefe se trata de imponerse como autoridad sin dar lugar a las opiniones de otros.
Ante estas y otras circunstancias, los trabajadores pueden empezar a sentirse oprimidos o, al menos, molestos con cómo se dan las cosas. El trabajo en equipo empieza a desgastarse y reinan el mal humor y la insatisfacción, generándose así un ambiente (más) tóxico.
¿Qué piensan ustedes, Pandas? ¿Han tenido malos jefes que los hayan hecho reconsiderar su trabajo en una compañía? Esperamos que todos puedan tener un trabajo satisfactorio si aún no lo consiguieron. ¡Ánimo!
Mi jefe me había estado ignorando porque consideraba que yo había “pasado por encima de él” al hablar sobre un próximo proyecto con el Director de Operaciones (su jefe). Había pasado casi un mes de ello y no accedía a reunirse o hablar conmigo, solo me enviaba tareas por correo electrónico.
Me cansé de tantas tonterías, así que busqué otro trabajo. Con mi carta de renuncia en la mano, me dirigí a su despacho y, como era de esperar, se negó a hablar conmigo diciendo que estaba demasiado ocupado, por lo que seguí caminando hasta el despacho del Director de Operaciones para comunicarle mi renuncia. El director me preguntó si mi jefe lo sabía, y fue el momento perfecto para informarle de la “ley del hielo” que este me había estado aplicando. Mi antiguo jefe ya no trabaja allí :).
Yo era directora de un programa que estaba desarrollando y poniendo a prueba algo nuevo, y después de un año de estar desbordada y de decirle a nuestro director ejecutivo que necesitaba a alguien más que trabaje conmigo o menos cantidad de trabajo, me llevó a su despacho y me dijo: “No creemos que encajes bien en este puesto, pero eres una joven brillante y no nos gustaría perderte. Te doy la opción de quedarte y ser mi secretaria. Tienes hasta mañana a las 7 de la mañana para decidir”. Almorcé temprano, fui a mi otro trabajo, pregunté si podía hacer más horas, volví y le dije a mi jefe que había encontrado otro empleo y que tendría mis cosas listas para el mediodía. Me preguntó si podía quedarme dos semanas más para entrenar a una persona nueva, y le dije que no.
¿Y si te pagamos los honorarios?
No.
¡Pero eres la única persona certificada!
Bueno, deberías haberlo pensado antes.
Un extra: Esto fue en medio de una auditoría, en la que se descubrió que me debía unos 3.000 dólares por horas que no me habían pagado. Me gusta decir que es mi indemnización.
En mi última reunión, cuando me preguntaron el motivo de mi renuncia, simplemente le dije el nombre del jefe y nada más.
Me retuvieron 8.000 dólares del sueldo y contrataron a un abogado para defender lo que estaban haciendo. Yo contraté a un estudiante de derecho y les ganamos.
La leche que he estado inyectando en su silla con una aguja hipodérmica debe estar poniéndose rancia ahora mismo.
Cuando me fui, mi jefe prometió quedarse con la mitad de lo que yo ganaba y repartirlo entre el equipo como aumento para cubrir el trabajo extra de todos. Él estaba tratando de frenar las renuncias, ya que yo era la tercera persona que se iba en poco tiempo.
Así que cuando me fui entregué mi recibo de sueldo (sin la información de la seguridad social) al equipo y les dije:
“Es por si intenta mentirles. Esto es lo que yo gano”.
Trató de mentirles. También se dieron cuenta de que les estaba pagando mucho menos.
Me dijo que eso era una violación de la información confidencial y que podían demandarme. Le dije que me demandara y nunca más volví a saber nada de esa empresa, salvo por la documentación fiscal.
Para los que no estén familiarizados, en Estados Unidos es legal revelar tu propio salario. Y es ilegal que tu empleador te diga que no puedes hacerlo.
Supongo que sí quiso demandarme, pero Recursos Humanos o los abogados le explicaron cómo eran las cosas antes de que tuviera que darme una indemnización.
Trabajo en China en un centro de formación lingüística. Abandoné el país sin avisarle a nadie del trabajo.
Una vez fuera de China, publiqué toda la información que tenía sobre las prestaciones que se suponía que debían tener los trabajadores extranjeros pero que nunca tuvieron (reembolso de impuestos, ahorros para pensiones, etc.) y cómo Recursos Humanos y los de finanzas se apropiaban de ellas en grupos de WeChat, tanto en inglés como en chino.
También publiqué las direcciones de las oficinas de la administración local donde los trabajadores extranjeros podían informarse sobre las prestaciones mencionadas o quejarse de la falta de ellas.
Me esforcé mucho durante un año para conseguirles empleos nuevos a todos mis antiguos compañeros que me importaban.
Tuve un jefe que era muy malo conmigo. Él y su mujer eran dueños de un restaurante. Un día, me estaba gritando mientras yo preparaba todo en el bar y lo vi poniendo su contraseña en el teléfono celular. Era (espacio, punto, espacio). Todos sabemos que tenía algo con una empleada. Unos meses después de eso no quiso darme los 3 días libres que le pedí porque mi sobrina había muerto de SMSL (Síndrome de muerte súbita del lactante). Así que me fui, compré un teléfono desechable de 30 dólares y le mandé a su mujer un mensaje con la contraseña. Se divorciaron, ella se quedó con el restaurante y él ha tenido 2 intentos fallidos de abrir algún establecimiento. Ahora gano más que mi antiguo jefe y él vive en los apartamentos horribles que hay al final de mi calle.
Mi jefa y yo habíamos discutido varias veces luego de que ella se hiciera cargo de la oficina. Después de encontrar un trabajo mucho mejor, le entregué una lista de las responsabilidades de mi trabajo, que ella pidió porque no entendía lo que yo hacía allí.
“Esto es demasiado, tendríamos que distribuir todo esto como entre 4 personas diferentes”. Le dije “Sí” y me fui. Spoiler: No hizo nada de eso y la despidieron en menos de un año porque la oficina se caía a pedazos.
Mi compañero de trabajo compró un pastel y helado para la oficina. Alguien preguntó qué celebrábamos… y él dijo que su último día.
Compré la versión “.com” del nombre de dominio de su negocio y lo obligué a comprármelo por mil dólares. Creo que eso hizo que yo le cayera mejor, irónicamente.
El pago se retrasó 2 semanas y me dijeron que fuera comprensivo porque la empresa estaba creciendo y necesitaban ayuda y cooperación. Esperé una semana más pero no me prestaron atención. Dejé el trabajo sin avisar y cuando me llamaron para demandarme, les contesté: “Tienen dinero para demandar a la gente pero no para pagarles a los empleados”.
Cambié de trabajo y ahora estoy en un lugar mejor.
Trabajé en la recepción de una tintorería durante un verano. Me pagaban en negro. Una semana trabajé 50 horas y mi jefe me dijo que me pagaría jornada y media por las horas extras. Fui a trabajar el día del pago y mi sobre de dinero no estaba. Lo llamé para preguntarle y me dijo que aún no podía pagarme. Amablemente le informé que iba a agarrar el dinero que me debían y cerrar la tienda, y me fui.
Lo denuncié a inspección de trabajo. Tenía a más becarios de los que permite la ley en una empresa de este tamaño y los hacía trabajar como empleados a tiempo completo sin apenas formación alguna.
Le pusieron bajo vigilancia y una multa enorme, tuvo que dar dinero a un antiguo becario que había trabajado para él... Tras eso la compañía cerró por bancarrota.
Estaba pensando en renunciar pero me contuve. Programé unas vacaciones con 3 días extras, era un viaje de los que se hacen una vez en la vida. Rechazó mi solicitud de vacaciones, así que lo pensé por un par de horas, fui a su despacho y le dije: “Haré este viaje quieras o no”. A la mañana siguiente, el jefe se reunió conmigo en Recursos Humanos y me hizo una advertencia formal por escrito. Respondí dándoles mi preaviso de dos semanas. Me pidieron disculpas e intentaron convencerme de que no me fuera, pero ya era demasiado tarde.
Después de trabajar toda mi vida para una empresa como ingeniero… me despidieron junto a otros sin motivo alguno. El jefe que se quedó pidió todos mis archivos para poder continuar con mi trabajo. Le dije que el día que me fuera tendrían todos mis archivos. El último día de trabajo entré al sistema principal y descargué no solo los archivos relevantes… sino que 20 años de archivos… toneladas y toneladas de carpetas… se los envié todos. Él firmó y me fui. Unos días más tarde, se puso en contacto conmigo y me dijo que no era eso lo que quería decir con todos los archivos. Le dije que ya no trabajaba allí, así que no tenía lo que quería… Le di exactamente lo que me pidió.
Estaba en la lista para un ascenso después de que despidieron a mi antiguo supervisor por problemas éticos. Mi jefe decidió abrir la solicitud, entrevistar y contratar a una persona durante mis dos días libres.
Como la persona contratada no tenía experiencia en mi área, se esperaba que yo le enseñara todo a mi nuevo supervisor y a las otras personas que también habían contratado.
No hice nada de eso, renuncié (me dieron 2 semanas), y no le expliqué nada a nadie en esos 10 días. Supuestamente tardaron casi medio año en llegar a donde estaban antes de que todo esto ocurriera.
Le di mi renuncia con dos horas de antelación. Él tenía la costumbre de despedir a la gente en el acto cuando avisaban que iban a renunciar.
Pegué un trozo de pescado en la parte de atrás de su escritorio, que estaba contra la pared. Luego me enteré de que lo había encontrado casi un mes después… Maldición, Darren.
Trabajé en una falsa y estúpida cafetería francesa y el encargado era un idiota que se empeñaba en darme los trabajos más difíciles solo para demostrar que estaba al mando. Un día me sacó del salón (donde ganaba propina como camarero) y me hizo pulir las cosas de plata durante horas. Volvía y me lanzaba algunas piezas, diciéndome que lo volviera a hacer. No paraba de decir que “me faltaba una parte”.
Así que me fui… y me quedé con el delantal. Conservé el precioso delantal negro con el logo bordado y todavía lo uso cuando cocino.
También le envié una factura al dueño por mi pago pendiente y le informé que su encargado no estaba preparado para ese puesto. El propietario me rogó que considerara quedarme, pero le dije que no.
Tomé un taxi para volver a casa tras ser despedido injustamente. Le di al taxista una propina de 250 dólares a cuenta de la empresa.