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Erik Vestman y Nils Petter disfrutan mostrando su arte en los lugares más inusuales, y este dúo sueco ha ganado notoriedad por sus instalaciones a veces no autorizadas. Una de sus obras más tenebrosas mostraba fotos laminadas flotando justo bajo la superficie de un río, recordando a la ahogada Ofelia. En otra, renovaron un espacio de cemento bajo un embarcadero y lo convirtieron en una galería de arte tamaño hobbit.

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«No teníamos ninguna meta en mente cuando empezamos a excavar,» dijo el dúo a Vice. «Era un lugar interesante, exclusivo y secreto que a la gente le gustaría enseñar a otras personas. Miles de personas se arrastraron por ahí en los 6 meses que estuvo. Tenemos 5 libros de invitados completamente llenos. El cartero dijo que nos traería cartas si alguien escribía al embarcadero. Una pareja se casó ahí, la gente hizo fiestas, lo visitaron preescolares y alguien nos dejó un bote como regalo por poder quedarse ahí unos cuantos días mientras estaba de viaje.»

Más información en: erikochnilspetter.se (via: creatorsproject)

Hundimiento

Aunque surreal y hermosa, esta instalación tuvo su controversia. Según este reportaje en el periódico, hubo gente que llamó a equipos de rescate para que recogieran lo que creían que era un cadáver en el agua. No había cadáver: eran dispositivos de flotación pegados bajo estas fotos laminadas en contrachapado, haciendo que flotaran justo bajo la superficie del agua.

Piedras

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«Durante 10 años hemos creado nuestras propias piedras de pavimento con imágenes y colocándolas en las calles. Con esta técnica nos invitaron a Örebro Open Art.»

Zlatan dándole al balón

«Parece que todo el mundo adora a Zlatan y lo construimos en Malmö. A la ciudad le gustó y se lo quiso quedar, pero el dueño del edificio decidió quitarlo y destrozarlo.»

La torre / torreta

«Otra obra surrealista: un anuncio de ciudad montado y colocado en el bosque»

«Estaba genial y además le dimos un uso a la publicidad»

El embarcadero

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«Empezamos a construirlo en invierno bajo un embarcadero en Malmö y tardamos medio año en acabarlo»

«Se corrió el rumor y miles de personas vinieron a visitarlo»

«Seis meses después la habitación fue demolida. Ahora solo quedan piedrecitas blancas»