A veces, un solo mensaje puede poner tu mundo patas arriba. Ya sea tu abuela, que está aprendiendo a usar un iPhone, o tu pareja, que quiere dejar la relación, casi todo el mundo puede enviarte algo sorprendente.
El hecho de que no siempre podamos descifrar el tono de voz del remitente, el nivel de sarcasmo y la gravedad del tema tampoco ayuda.
Para recordar que siempre hay que esperar lo inesperado, Bored Panda ha reunido una serie de mensajes de texto que pillaron completamente desprevenidos a sus destinatarios. Y a nosotros también.
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Según la psicóloga Jennice Vilhauer, las emociones negativas, como el miedo, la ira y la frustración, pueden hacer que la red ejecutiva de tu cerebro, responsable de la resolución de problemas, se contraiga y funcione con menos eficacia. Así que no es tan fácil mantener la confianza y encontrar un resultado positivo cuando te encuentras en una situación inesperada.
Pero las emociones positivas ayudan a tu cerebro a generar soluciones más creativas a los problemas. Y aunque no se puede controlar la aparición de situaciones inesperadas, sí se puede controlar la forma de responder, afirma Vilhauer. En última instancia, eso puede marcar la diferencia en cómo te sientes y cómo afrontas los imprevistos.
En primer lugar, haz una pausa antes de actuar. "Hay una gran diferencia entre una reacción y una respuesta", subraya Vilhauer. "Una reacción procede de una parte automática del cerebro. Es casi como un reflejo. Las reacciones son muy rápidas, especialmente cuando nos sentimos amenazados de alguna manera. En cambio, una respuesta es algo que se elige conscientemente basándose en una evaluación más reflexiva de la situación."
Considera este ejemplo. Alguien te corta el paso en el tráfico. Una reacción automática puede ser enfadarse y asumir que el conductor está siendo grosero o desconsiderado a propósito. Este enfado puede hacer que quieras tomar represalias de alguna manera.
Pero al hacer una pausa y tomarse un tiempo para pensar, te das la oportunidad de elegir una opción mejor. "Puede que decidas que no te conviene tomar represalias o que te des cuenta de que el conductor no intentaba ser irrespetuoso deliberadamente, sino que simplemente no estaba prestando atención. Para la mayoría de las personas, practicar la respiración profunda y contar hasta 10 puede ayudar a contener una reacción el tiempo suficiente para elegir una respuesta mejor", explica el psicólogo.
Si eres una persona muy visual, puedes incluso imaginarte apuntando con un mando a distancia a la situación y pulsando el botón de pausa. Practicar el mindfulness con regularidad también puede ser una buena forma de aumentar tu capacidad de pausa antes de actuar.
Además, no asumas que las cosas que no quieres son malas. "La mayoría de la gente asume automáticamente que si le ocurre algo que no quiere, es algo malo que probablemente conducirá a un resultado aún peor en el futuro. Si rompes con tu pareja, puedes pensar que es horrible porque nunca encontrarás a nadie mejor y siempre estarás solo. Si no consigues el trabajo que buscabas, puedes pensar que nadie te contratará nunca y que te quedarás viviendo con tus padres para siempre. Pensar así te hace sentir inevitablemente mal", dijo Vilhauer.
La psicóloga explicó que, en la mayoría de las cosas que te ocurren, no hay forma de saber si serán malas o buenas, y lo que resulta de un acontecimiento suele tener mucho que ver con la forma en que respondes.
"Si terminas una relación, te culpas, te abates y no sales de casa, aumentas la probabilidad de no encontrar otra relación. Sin embargo, si aceptas que, por la razón que sea, no era la relación adecuada para ti, mantienes una actitud positiva, crees que una relación mejor está en camino, y luego te involucras en actividades divertidas, aumentas significativamente la probabilidad de encontrar otra gran pareja, posiblemente una que sea aún mejor."
Además, las situaciones inesperadas pueden abrir la puerta a nuevos acontecimientos en nuestra vida que sí deseamos. "Si pierdes el avión, puedes acabar conociendo al amor de tu vida en otro vuelo. Si pierdes tu trabajo y te ves obligado a mudarte a una nueva ciudad, puede que conozcas a un nuevo grupo de amigos o que encuentres la casa de tus sueños. Nunca se sabe lo que va a ocurrir en una situación, así que en lugar de asumir que la situación es mala, lo que sólo genera un montón de emociones negativas y poco útiles, practica diciéndote a ti mismo: "Ya veremos". Luego haz un esfuerzo por mirar hacia adelante con esperanza".
Planea que todo salga bien. Mucha gente espera lo mejor, pero planea lo peor, y el problema de esta estrategia es que actuamos según nuestras expectativas, pero nuestras acciones crean nuestras experiencias.
"Si quieres un buen resultado, tienes que planearlo porque eso es lo que lleva a las acciones que crean buenas experiencias", explicó Vilhauer. "Un acontecimiento inesperado es uno que no has planeado, pero eso no significa que no puedas planificar para crear el mejor resultado posible de la situación. Todos tenemos la capacidad de desviar nuestra atención de un acontecimiento inesperado que parece un gran problema y centrarnos en cambio en encontrar la solución."
En el momento en que te preguntas qué puedes hacer para mejorar algo, has dado el primer paso para planificar que los acontecimientos salgan bien. Cuando ves un plan establecido delante de ti sobre cómo hacer que algo salga bien, tu evaluación de la situación empieza a cambiar. "Recuperas la sensación de control y, como resultado, empiezas a sentirte mejor".
Por último, confía en tu capacidad para estar bien. "La mayoría de la gente ha pasado por más de una cosa difícil en su vida. Probablemente ya has pasado por varios retos importantes y por unos cuantos baches menores en el camino. A nadie le gustan, pero la mayoría de nosotros sobrevivimos a ellos", añade Vilhauer.
Cuando te encuentres en medio de una situación difícil, intenta no asumir que no va a funcionar. En su lugar, piense en las cosas por las que ya has pasado y pregúntate: '¿Qué hice para superar esos acontecimientos?'
"Conocer tu propia fuerza es importante para la confianza en ti mismo. Si centrarte en tus cualidades fuertes no te sale de forma natural, pide a alguien que te conozca bien que te dé un empujón. Cuando redirijas tu atención de un problema al conocimiento de que eres capaz de manejarlo, empezarás a sentirte mejor", concluye la psicóloga.